El éxito escolar empieza por una buena visión

Muchos padres pueden notar que sus hijos se saltan palabras al leer, confunden letras, tienen dificultades de concentración, muestran una mala caligrafía o leen más despacio que sus compañeros. Estos síntomas pueden ser indicativos de problemas visuales que afectan directamente al rendimiento escolar. Es crucial evaluar a fondo las habilidades visuales relacionadas con las tareas de cerca para evitar el fracaso escolar.

Un examen visual estándar evalúa la agudeza visual y el estado refractivo. Sin embargo, en los niños, es esencial realizar pruebas adicionales para descartar posibles problemas de aprendizaje. En Cottet Óptica y Audiología se realizan una serie de pruebas que ayudan a detectar posibles defectos:

Acomodación: capacidad de enfocar en tareas cercanas. Visión binocular: coordinación entre ambos ojos. Movilidad ocular: control de los movimientos oculares. Habilidades visuo-perceptivas: capacidad de reconocer y discriminar estímulos visuales. Existen varios síntomas y signos que pueden estar relacionados con problemas visuales que no siempre se solucionan con el uso de gafas, pero son síntomas que alertan para ir a hace run buen reconocimiento visual a Cottet. Entre ellos: dolor de cabeza, saltar palabras al leer, borrosidad, confusión de letras, picor de ojos, mala comprensión lectora, ojos rojos, lectura lenta, molestia por la luz, vocalización al leer en silencio, visión doble, desviación de un ojo, cansancio al trabajar de cerca, dificultad de concentración, taparse un ojo, mala caligrafía, desagrado por la lectura, o dificultad para distinguir derecha e izquierda.

Entrenamiento visual

Para lograr una buena capacidad lectora, es fundamental tener bien desarrolladas ciertas habilidades visuales. El entrenamiento visual puede mejorar estas habilidades para obtener un rendimiento visual superior. Un sistema visual eficiente permite percibir, procesar y comprender mejor la información recibida.

Entrenamiento acomodativo

Este entrenamiento mejora la capacidad de enfocar en tareas de cerca, facilitando una lectura más relajada y efectiva, sin molestias ni dolores de cabeza. También ayuda a realizar cambios de distancia sin dificultad y mejora la capacidad de concentración.

Entrenamiento binocular

Un mal control de la visión binocular puede afectar la comprensión lectora, provocando la necesidad de releer con frecuencia, pérdidas de lugar al leer o copiar de la pizarra, dolores de cabeza y supresión ocasional.

Entrenamiento oculomotor

El control oculomotor adecuado permite leer sin tener que atender a detalles internos de las palabras. Esto aumenta la velocidad lectora y evita omisiones, sustituciones y errores debidos a un control inexacto del movimiento ocular.

Entrenamiento visuo-perceptivo

Las habilidades visuo-perceptivas son esenciales para el reconocimiento y discriminación de estímulos visuales, necesarios para leer, escribir, cortar, pintar, jugar a la pelota y aprender conceptos matemáticos. Este entrenamiento se basa en mejorar la organización y manipulación visual en el espacio, el desarrollo del esquema corporal, la memoria y discriminación visual, y la coordinación ojo-mano.

Proceso de Entrenamiento Visual en Cottet incluye las siguientes fases:

Examen visual infantil completo: Evaluación exhaustiva de la vista del niño. Plan personalizado de reeducación: Adaptado a la problemática específica de cada caso. Fase Intensiva Inicial: Trabajo intensivo en consulta (30-40 minutos) y en casa (15 minutos diarios). Fase de Mantenimiento: Consolidación de los resultados, tanto en consulta como en casa. Duración del Entrenamiento: Entre 4 y 6 meses, dependiendo del problema, la motivación y el cumplimiento del entrenamiento en casa. Una buena visión es esencial para el rendimiento escolar y el desarrollo integral de los niños. Evaluar y corregir problemas visuales a tiempo puede marcar una gran diferencia en su aprendizaje y bienestar. Cottet ofrece más de 37 centros en los que los padres pueden pedir hora para realizar revisiones de vista a sus hijos antes del inicio del colegio como una medida preventiva para mantener una salud visual adecuada.

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