Presbiacusia: un problema silencioso

Se estima que hasta el 18% de la población mayor de 65 años presenta una pérdida auditiva, lo que la convierte en la tercera patología crónica después de la artrosis y la hipertensión. Una pronta detección, y tratamiento, es clave para evitar un mayor impacto social y económico para el paciente, su entorno y la sociedad.

05/01/2023

La presbiacusia es aquella pérdida de audición que se produce en la mayoría de personas cuando envejecen. Es, entonces, una patología del envejecimiento, tal y como señalan en el 2º Libro Blanco sobre la Presbiacusia, elaborado por GAES, y que tiene un elevado impacto sobre la calidad de vida de ...

La presbiacusia es aquella pérdida de audición que se produce en la mayoría de personas cuando envejecen. Es, entonces, una patología del envejecimiento, tal y como señalan en el 2º Libro Blanco sobre la Presbiacusia, elaborado por GAES, y que tiene un elevado impacto sobre la calidad de vida de las personas que la padecen, pero también de la sociedad. Una sociedad cada vez más envejecida y que tiene como reto, entre otros, ofrecer una buena calidad de vida a toda la población.

En concreto, la presbiacusia es "la pérdida de audición bilateral y progresiva con carácter neurosensorial, debida a la degeneración de diferentes estructuras del oído interno (órgano de Corti, estría vascular, células ciliadas, etc.) y cuya causa principal (al margen de otros factores hereditarios, traumáticos o metabólicos) es la involución biológica propia de la edad a partir de los 50 a 60 años". La difi cultad de oír y/o entender puede provocar problemas de comunicación que pueden afectar tanto a la vida social como laboral de la persona afectada, provocando un cambio en la personalidad, el carácter o la conducta del individuo.

Conociendo la presbiacusia

Determinada por factores genéticos, ambientales, sociales y otras enfermedades relacionadas con la edad, la presbiacusia supone un fuerte impacto social. No obstante, afecta al 5% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, A unos 360 millones de personas. En nuestro país, no existen datos concretos sobre la incidencia y la prevalencia, pero sí está claro que, teniendo en cuenta el incremento de la esperanza de vida, está aumentando. Según el padrón continuo, con fecha a 1 de enero de 2021, en nuestro país casi el 20% de la población tenía más de 65 años.

A nivel internacional, se han llevado a cabo variedad de estudios para estimar la prevalencia de la presbiacusia o de la hipoacusia asociada al envejecimiento, pero el uso de diferentes defi niciones hace complicada la comparación. En España, uno de los estudios más recientes, `Prevalencia de presbiacusia en una población otológicamente normal´, publicado en 2020, estima que el 100% de los mayores de 80 años padecen presbiacusia, y que el grado de pérdida se incrementa con la edad, siendo leve en mayores de 60 y moderada en mayores de 72 años. Sin encontrar diferencias entre ambos sexos.

Sea como fuere, en el Libro Blanco sobre la Presbiacusia, elaborado por GAES, estiman la prevalencia, que la sitúan entre un 25-40% entre los mayores de 65 años; de un 40-66% los mayores de 75 años, y de un 80% en aquellos de más de 80 años.

Pese a la elevada prevalencia, "la pérdida auditiva suele ser subestimada en las personas mayores, ignorando que la pérdida de la audición puede tener un gran impacto negativo en la salud del individuo. En las primeras fases suele ser la familia la primera en percibir la pérdida auditiva del paciente, y la que lo lleva al especialista", señalan en el libro, donde destacan que los principales problemas se presentan en situaciones de ruido ambiente, en grupo o cuando se interactúa con varias personas a la vez. Los acúfenos también pueden ser síntoma de presbiacusia, y otros síntomas no auditivos asociados como los vestibulares, psicológicos y mentales. "Se ha hipotetizado que la falta de estimulación de las vías auditivas, al igual que la falta de atención y concentración para comprender el lenguaje, produce una disminución de la estimulación cerebral resultando en la depleción de la reserva cognitiva. El tratamiento de la presbiacusia y, por lo tanto, la constante estimulación de las vías auditivas y cerebrales, produciría una reducción del riesgo de demencia del 9%", señalan en el Libro Blanco de la Presbiacusia.

Impacto social, pero también económico

Se estima que hasta el 18% de la población mayor de 65 años presenta una pérdida auditiva, lo que la convierte en la tercera patología crónica después de la artrosis y la hipertensión y aumenta al 40% en la población mayor de 80 años. Según datos del mismo Libro Blanco, los costes anuales, directos e indirectos, de las pérdidas de audición no tratadas ascenderían hasta los 16.300 millones de euros en España. La previsión es que en 2025 el coste de estas pérdidas en Europa sea de 213 billones de euros. Asimismo, se calcula que aproximadamente 900 millones de personas en todo el mundo padecerán una sordera o dificultad auditiva, de las cuales 90 millones pertenecerán a Europa.

No obstante, la pérdida de audición genera una reducción de ingresos, pérdida del puesto de trabajo, aumento en las tasas de bajas por enfermedad, dificultades para la progresión en el empleo y disminución en las oportunidades para el crecimiento dentro de la carrera profesional.

A todo ello, asimismo, hay que añadirle los ya citados efectos a nivel funcional, emocional, en la salud y deterioro cognitivo que puede conllevar.

Teniendo en cuenta esto, es de vital importancia la intervención precoz de la hipoacusia y de las alteraciones del equilibrio en las personas mayores. "Una intervención temprana será muy útil para mantener las habilidades comunicativas, cognitivas, mentales y de autonomía de los ancianos. Esta prevención mejorará su calidad de vida y reducirá el impacto negativo que produce su dependencia en sus cuidadores y en la sostenibilidad económica de los sistemas de salud", señala Manuel Manrique, profesor y médico de la Clínica Universitaria de Navarra y miembro del Comité Científico de GAES que ha participado en la elaboración del documento.

"Es una importante responsabilidad de los especialistas en Otorrinolaringología hacer conscientes a nuestros legisladores de esta situación y de la necesidad de una adecuada financiación que permita el acceso al tratamiento de la presbiacusia a toda la población", comenta la doctora Silvia Borkoski del Hospital Universitario Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, que ha participado en la redacción del capítulo dedicado a las consecuencias económicas derivadas de este problema de salud.