El audioprotesista es un profesional sanitario. Así lo pone de manifiesto Francesc Carreño, presidente de la Asociación Nacional de Audioprotesistas (ANA), quien especifica, además, que "su labor principal como audiólogo protésico es realizar la valoración auditiva, estudio auditivo protésico, interpretación de las pruebas realizadas, orientación y la recomendación en la ...
El audioprotesista es un profesional sanitario. Así lo pone de manifiesto Francesc Carreño, presidente de la Asociación Nacional de Audioprotesistas (ANA), quien especifica, además, que "su labor principal como audiólogo protésico es realizar la valoración auditiva, estudio auditivo protésico, interpretación de las pruebas realizadas, orientación y la recomendación en la adaptación y rehabilitación con las ayudas auditivas". Por todo ello son los únicos profesionales en España, según la reglamentación vigente, que pueden aconsejar y adaptar los audífonos en el paciente. Y destaca también que la diferencia entre el audiólogo protésico y el otorrino está principalmente en sus competencias.
El primero desarrolla su actividad en centros auditivos, es decir, "centros sanitarios homologados oficialmente de uso exclusivo o compartiendo actividad propia con otras áreas como ortopedias u ópticas (cada uno con su actividad dada de alta)", y se distinguen por tener las instalaciones adecuadas para esta actividad, así como un profesional audioprotesista titulado.
Con más frecuencia
Respecto a las patologías más frecuentes en la labor asistencial de un audioprotesista, el experto explica que se trata de la pérdida auditiva por presbiacusia, que define como "la pérdida degenerativa de la audición por el envejecimiento o desgaste de la vía auditiva con el tiempo". Las pérdidas auditivas generadas por exposición continuada al ruido, y patologías que se generan por problemas derivados de infecciones en el oído externo y medio, son también frecuentes. Al igual que "la pérdida auditiva de nacimiento por temas genéticos o en la gestación", o las que van acompañadas con problemas de acúfenos (ruidos que se generan internamente), con problemas vestibulares a nivel de mareos o vértigos como meniere. "Estos dos últimos deben ser tratados con orientación de un especialista otorrino", aclara Carreño.
Son problemas con una base muy heterogénea, sin embargo, "la mejor solución para el tratamiento de las pérdidas auditivas hoy en día, cuando no hay solución médica (cirugía, fármacos), es el audífono". "Es la solución más eficaz, menos invasiva, y con resultados muy aceptables a nivel de rehabilitación auditiva del usuario en todos los aspectos", subraya el presidente de la ANA. "Después, tenemos otro tipo de soluciones como son los sistemas implantables, que ofrecen soluciones cuando el audífono no es la opción por las limitaciones de la propia patología auditiva", agrega.
No en vano, "estas soluciones adaptadas por profesionales audioprotesistas tienen muy buenos resultados por sus posibilidades de adaptación en los diferentes ámbitos de la vida de las personas que las necesitan, y esto hace que su calidad de vida desde el primer momento mejore enormemente", apunta, "no quedando aislados auditivamente y pudiendo estar conectados con el mundo que les rodea".
La salud auditiva de los españoles
Más de seis millones de personas padecen algún tipo de pérdida auditiva en España (según los datos de la OMS de la prevalencia de la pérdida auditiva y estudio Eurotrak España). Esta cifra supone un 11% de la población, un dato similar a países como Francia, Alemania e Italia.
A esto se suma que, en palabras de Francesc Carreño, "seguimos en una sociedad en la que la prevención auditiva todavía no es una de las prioridades (ruido ambiental, protección del ruido profesional y del ocio, entre otros), y esto hace que este tipo de problemas auditivos puedan aumentar en los próximos años", lo que hace suponer que estas estimaciones se quedan cortas. De modo que "tenemos mucho camino por recorrer en la salud auditiva en nuestro país. Y los audioprotesistas, como profesionales de la salud auditiva, pensamos que las instituciones y organismos públicos deberían de ayudar a concienciar más a la sociedad en estos aspectos de prevención, y así prevenir pérdidas auditivas que luego producen otros problemas que impactan en nuestra sociedad y sanidad pública".
Así, el presidente de la ANA insta a pensar que "la pérdida auditiva, aparte de mermar la capacidad auditiva de las personas, afecta indirectamente a su aislamiento, a la mayor depresión por esta condición, y a otros problemas que pueden ir asociados, como problemas de salud en general". "Empezamos con problemas de audición, pero toda nuestra salud se resiente porque un sentido fundamental para la comunicación con todo nuestro entorno, que se ve afectada, y por lo tanto impacta en nuestra calidad de vida". De hecho, nos encontramos ante un escenario que presenta un aumento de casos entre personas más jóvenes:"La presbiacusia ha avanzado en las últimas décadas, y ya empezamos a ver esta patología en personas de 50 años", revela. Y por supuesto, continúa el especialista, "la exposición al ruido y el mal uso de auriculares está haciendo que se acelere el proceso de pérdida auditiva entre los más jóvenes".
Por otra parte, "gracias a que las compañías privadas han puesto en marcha procesos de prevención, la detección temprana ha mejorado y estamos haciendo adaptaciones auditivas tempranas en personas que, si no hubieran pasado por un centro de audioprótesis a hacer una revisión, posiblemente hoy tendrían una pérdida auditiva que con el tiempo no se habría tratado y con peores pronósticos para su rehabilitación auditiva con audífonos".
Así las cosas, para Francesc Carreño las asignaturas pendientes en el campo de la salud auditiva pasan por una mayor prevención desde las instituciones públicas como ya señalaba anteriormente.
Asimismo, considera necesario, "visibilizar más la figura del audioprotesista como profesional sanitario que puede ayudar a las personas a descubrir su situación auditiva, y valorar las mejores opciones de corrección de la misma", así como "promover una sociedad más sensibilizada en lo que se refiere al cuidado de nuestra salud auditiva y el control del ruido en nuestro entorno". Y concluye poniendo énfasis en "la mayor tolerancia con las personas que tienen pérdida auditiva, tanto los que usan soluciones como los que no, creando espacios y entornos más accesibles a su necesidad, y no excluirlos por su condición; igual que hemos conseguido hacer con las personas con problemas de visión, conseguir lo mismo para las personas con problemas de audición".