El Centro Universitario de la Visión (CUV) es la clínica de salud visual de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), donde el alumnado realiza las prácticas clínicas y pone a prueba los conocimientos adquiridos a lo largo de sus estudios. ...
El Centro Universitario de la Visión (CUV) es la clínica de salud visual de la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), donde el alumnado realiza las prácticas clínicas y pone a prueba los conocimientos adquiridos a lo largo de sus estudios. "Es un centro único y pionero en Europa en su labor de aprendizaje servicio en el ámbito de la optometría", explica Núria Tomás Corominas, directora del Centro Universitario de la Visión y profesora titular del Departamento de Óptica y Optometría de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Actualmente cuenta con dos centros. El CUV UPC Terrassa, situado al lado de la FOOT, es donde se desarrolla la mayor parte de actividad. "Consta de 11 gabinetes optométricos, una sala de pruebas complementarias, una sala de terapia visual y una sala de baja visión, así como de un taller de montaje de gafas". El CUV UPC Diagonal, de reciente inauguración, está situado en el Campus Sud de la UPC en Barcelona y está dedicado única y exclusivamente a la contactología. "Consta de dos gabinetes y una sala de pruebas complementarias". Ambos centros disponen de "gabinetes dotados de cámaras y micrófonos, de manera que se puede seguir online la actividad del gabinete, facilitando la docencia híbrida".
En el formato de aprendizaje servicio, ofrecen servicios de salud visual en distintas especialidades. Con los alumnos de grado realizan atención visual general y contactología básica, mientras que con el estudiantado de máster desarrollan "especialidades tales como terapia visual, baja visión, control de miopía y contactología avanzada (córneas irregulares)". Todos los servicios se integran en el programa de Miradas Solidarias, "a través del cual atendemos a pacientes en situación de vulnerabilidad, gracias a la colaboración de ayuntamientos, entidades sociales y empresas comprometidas con el proyecto".
Tres décadas de trabajo
Desde 1993, año del inicio de la actividad del Centro Universitario de la Visión en las instalaciones de la entonces Escuela de Óptica y Optometría de Terrassa, han atendido a más de 37.000 pacientes, "primero en los laboratorios docentes de la FOOT y desde 2008 en un edificio propio". Más de la mitad de estos pacientes son personas sin recursos económicos, remarca Tomás, "procedentes de 69 ayuntamientos y entidades del tercer sector de toda Cataluña".
En un inicio se ofrecía únicamente atención visual general en el formato de aprendizaje servicio y, con los años, han ido ampliando la oferta "para proveer de pacientes todas las especialidades de grados y máster". Actualmente, visitan unos 4.000 pacientes anualmente, "la mitad de los cuales en el marco del programa Miradas Solidarias".
Investigación multidisciplinar
El CUV está a disposición de los grupos de investigación del Departamento de Óptica y Optometría y de otros departamentos de la UPC, "o incluso de otras universidades y de empresas". En sus instalaciones "se desarrollan estudios e investigaciones que requieren de pacientes en un entorno clínico". En 2022, por ejemplo, "se desarrollaron tres tesis doctorales en el campo de la contactología y el control de la miopía, 12 trabajos finales de máster, así como estudios de productos o instrumentación por petición de empresas del sector".
Las grandes líneas de investigación que se desarrollan en el CUV actualmente giran en torno a tres grandes proyectos. Uno de ellos "se centra en el estudio de técnicas de control de la miopía", puesto que "la discapacidad visual tiene efectos devastadores en la calidad de vida de las personas". Concretamente, "la miopía, considerada como la pandemia del siglo XXI según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a seis de cada 10 jóvenes universitarios en España". En Cataluña, "afecta a más de dos millones de personas, medio millón de las cuales tienen entre 17 y 27 años". Según la directora del CUV, "se prevé que en 2050 la prevalencia de la miopía globalmente sea del 50% de la población mundial". En concreto, 938 millones de personas tendrán niveles altos de miopía: "Esto implica una probabilidad muy alta de sufrir problemas degenerativos y discapacidades visuales".
También destaca el proyecto de abandono cero en el uso de las lentillas. Ante el hecho de que el 50% de personas a partir de los 40 años abandona el uso de las lentes de contacto, "el objetivo es entender el motivo de este fenómeno e introducir medidas correctoras para conseguir frenar una tendencia que empeora la salud visual de las personas". El tercer proyecto es el diseño de un nuevo tipo de lente de contacto para córneas irregulares, "para mejorar la adaptabilidad y confort en su uso".
La tarea de aprendizaje del servicio
Tanto en el grado como en el máster, "los estudiantes actúan directamente sobre el paciente, siempre bajo la supervisión del profesorado, que los guía más o menos según la experiencia del alumno". Este toma sus propias decisiones sobre diagnóstico y tratamiento, "que posteriormente son ratificadas o corregidas por el profesor supervisor". En todas las sesiones clínicas "hay un tiempo de seminario en el que el profesor comenta con los alumnos los casos vistos y el porqué de las correcciones que han sugerido, con el fin de enriquecer la experiencia de los estudiantes".
En una profesión sanitaria, "es necesario que el proceso de formación no esté alejado del entorno real de la sociedad, por lo que el proceso educativo debe ir más allá de las aulas para facilitar la formación en conexión directa con el entorno". En este contexto, "el aprendizaje servicio es una herramienta clave en la formación sanitaria, dado que permite aprender mientras se presta un servicio directo a la sociedad".
En otras palabras, "una forma de que los estudiantes vivan situaciones reales y aprendan con la experiencia propia es participando en proyectos sociales directamente ligados a su futura profesión". Ver el fruto de su acción durante el periodo de aprendizaje "les hace crecer como ciudadanos y como futuros profesionales". Además, la formación basada en la experiencia impacta de forma más efectiva en la adquisición de habilidades: "Para aprender es necesario hacer (learning by doing)".
Hay que tener en cuenta que en el proceso basado en el aprendizaje-servicio no solo se consolidan y se ponen en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo de los estudios de óptica y optometría, "sino que se consolidan, como competencias transversales, destrezas personales como la empatía y el espíritu crítico, y se promueven y consolidan actitudes cívicas como la responsabilidad, la participación, la tolerancia, la profesionalidad o el trabajo orientado al bien común". Esto forma parte de la misión de formar ópticos optometristas como profesionales sanitarios, "responsables y comprometidos, capaces de vivir y convivir en sociedad, que corresponde a la intención de construir ciudadanía activa desde la universidad pública".
En el aprendizaje servicio "también encontramos una manera de devolver a la sociedad lo que ésta nos da". Un retorno en forma de servicio directo "a un colectivo con necesidades específicas, que de otra forma no recibiría". Actualmente, "no existe prestación de servicios, dentro de la red de salud pública, que garantice la compensación ocular en forma de gafas, lentes de contacto o ayuda visual de forma universal y gratuita". Esto significa que los colectivos más desfavorecidos económicamente "tienen una dificultad añadida en su progreso vital, educativo o laboral si no pueden acceder, dentro del circuito comercial, a las gafas que puedan necesitar para desarrollar las tareas de vida diaria (que incluyen la formación y el trabajo)".
En opinión de Tomás, "en toda profesión sanitaria debe haber un periodo de práctica clínica tutelada para que los estudiantes puedan desarrollar todo el potencial adquirido en la parte teórica de los estudios". Así, "ven los primeros pacientes acompañados de un tutor que les guía y al que pueden consultar ante cualquier duda, de modo que adquieren la confianza necesaria para afrontar los casos reales con los que se van a encontrar en la práctica profesional".
La iniciativa Miradas Solidarias
Miradas Solidarias es el programa que integra la actividad clínica y académica de la FOOT que se desarrolla en el CUV, y que abarca su compromiso social, "basado en la equidad, el modelo de aprendizaje y servicio que planea sobre nuestra actividad académica y la investigación que impulsamos, centrada en la salud pública y en la innovación social".
En el programa Miradas Solidarias intervienen profesionales, profesorado y estudiantado de la FOOT para proporcionar tratamientos visuales básicos o especializados a personas en situación de vulnerabilidad, "garantizando una atención visual completa, mejorando las condiciones de visión y la calidad de vida, y contribuyendo a generar igualdad de oportunidades". El programa incluye tres proyectos diferenciados: "La atención básica, la atención especializada y el proyecto `Cohorte visual Infantil de Terrassa´ (CISViT)".
La atención visual general básica es el núcleo de la actividad de aprendizaje y servicio que se desarrolla en el CUV. Las personas usuarias son atendidas en el marco de las prácticas clínicas del estudiantado de grado de la FOOT que, supervisado por su profesorado, "determinan si requieren compensación óptica (habitualmente gafas) y, en su caso, se las proporcionan". La atención es posible "gracias a la estrecha colaboración con la industria del sector, que facilita las monturas, lentes oftálmicas y lentes de contacto necesarias sin coste".
La atención especializada se da cuando se detecta una nece sidad específica, "y se facilita el acceso del paciente a un tratamiento especializado tal como terapia visual, baja visión, lentes de contacto especiales o control de miopía". La atención a estos pacientes se desarrolla, principalmente, "en el marco de las prácticas clínicas de máster, donde el estudiantado atiende a los pacientes, supervisados por el profesorado".
CISViT
Por último, Miradas Solidarias incluye un proyecto de investigación. El estudio CISViT, de diseño epidemiológico longitudinal, "permite obtener información sobre la evolución temporal de todos los parámetros de visión de los niños entre ocho y 16 años de 16 escuelas públicas y concertadas de la ciudad de Terrassa". Esto permite conocer las incidencias de nuevos casos a lo largo del período de estudio, "que es de ocho años". Dicho estudio "permite asociar los parámetros de visión con factores socioeconómicos, estilos de vida, herencia y rendimiento académico".
CISViT, un proyecto pionero en Europa, "plantea la hipótesis de la existencia de una tendencia creciente a la aparición precoz de miopías severas y de problemas en la función visual no detectados que afecta especialmente a familias con ingresos bajos y que genera un elevado coste social a los niños y a sus familias y a la sociedad en general".
Según Tomás, "está generando datos y conocimientos útiles para el desarrollo de protocolos clínicos de exámenes pediátricos, optométricos y oftalmológicos y para el diseño de programas de salud pública dirigidos a la detección precoz de problemas visuales en general, y la miopía en particular, teniendo en cuenta el contexto socioeconómico de los menores". A lo largo del proyecto, "cuando se detectan escolares en situación de vulnerabilidad que necesitan tratamiento (gafas, terapia visual, control de miopía, etc.), se les proporciona a través de los mecanismos de aprendizaje servicio de grado y máster".
Actualmente, existen tres grupos de investigación en el DOO: "Visión Optometría y Salud (VOS), el Grupo de Investigación en Ingeniería Óptica (GREO) y el Grupo de Óptica Aplicada y Procesamiento de Imagen (GOAPI)". El primero es el que más actividad clínica desarrolla en el CUV, "pero los otros dos a veces requieren validar clínicamente instrumentación desarrollada o técnicas aplicadas a la visión y realizan parte de sus actividades en el CUV, con lo que en algunos proyectos intervienen investigadores de varios de los grupos de investigación".
Contribuir al crecimiento de la investigación
El principal objetivo del CUV es seguir ofreciendo la plataforma clínica necesaria para la formación en óptica y optometría, "ya sea en el grado, el máster o en la formación a profesionales a través del aprendizaje servicio". También tiene como objetivo "contribuir al crecimiento de la investigación clínica, apoyando a los grupos de investigación emergentes del DOO".
Un objetivo a medio plazo es convertirse "en una plataforma de referencia en el aprendizaje servicio a través de Miradas Solidarias". El CUV tiene el reto de conseguir financiación pública o privada para Miradas Solidarias, "con el objetivo de rebajar la presión a los servicios sociales y tener más recursos para mejorar el servicio que ofrecemos, en todas las especialidades, a los pacientes en situación de vulnerabilidad".
Una profesión integrada en el sistema de salud
En opinión de la directora del CUV, "la salud visual se debe tratar de manera interdisciplinar y la optometría debe consolidarse como profesión sanitaria integrada en el sistema de salud, como ocurre en el norte de Europa y en países anglosajones". Paso a paso, incide, "la optometría va ganando peso como objeto de estudio científico".
En definitiva, con el aprendizaje y servicio que practican en el CUV, a través del programa Miradas Solidarias, trabajan desde la perspectiva de innovación social que aporta el modelo llamado de la "cuádruple hélice", donde se hace imprescindible "la colaboración entre ciudadanía, empresas, centros de conocimiento como la universidad y Administración pública". De ese modo, concluye, ofrecen a su estudiantado de grado y máster "una experiencia consciente, comprometida con las personas y con la sociedad".