La audición permite a las personas relacionarse con el entorno, comunicarse con los demás y expresar sentimientos. En definitiva, una buena audición ayuda al cerebro a permanecer en forma durante toda la vida y a evitar otros problemas de salud. De hecho, se sabe que una pérdida auditiva no detectada y ...
La audición permite a las personas relacionarse con el entorno, comunicarse con los demás y expresar sentimientos. En definitiva, una buena audición ayuda al cerebro a permanecer en forma durante toda la vida y a evitar otros problemas de salud.
De hecho, se sabe que una pérdida auditiva no detectada y tratada a tiempo puede tener consecuencias en la adquisición del lenguaje, el bienestar psicosocial, la calidad de vida, los logros educativos e, incluso, en la independencia económica en las distintas etapas de la vida, según advierten desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por eso, desde Oticon, especialista tecnológico en el desarrollo de audífonos, se apuesta por darle al cerebro el protagonismo que se merece en el tratamiento de la pérdida auditiva y recomiendan una serie de consejos para mantenerlo en forma a través de la audición.
Cuando el sonido entra en los oídos, llega al centro auditivo del cerebro. Esto ayudará a la persona a comprender la escena sonora que lo rodea, permitiéndola enfocarse en aquellos sonidos que quiere escuchar y desechando los sonidos que son irrelevantes. "A partir de ahí, el sonido será también utilizado por otros centros del cerebro, como son la memoria y las emociones. Por eso, en las personas con pérdida auditiva llega insuficiente información sonora al cerebro o de baja calidad, por lo que les resulta más difícil orientarse en el entorno y centrarse en lo importante. Esto hace que su esfuerzo para interpretar lo que les rodea sea mayor, así como la carga mental", explica José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon.
Algunas de las consecuencias para la salud que pueden derivarse de una pérdida auditiva no tratada están relacionadas sobre todo con el deterioro cognitivo. Así, puede desembocar en aislamiento, soledad y depresión, pérdida de equilibrio y un mayor número de lesiones por caídas, demencia y hasta Alzheimer. "Según diferentes estudios, el riesgo de demencia se multiplica por cinco para la pérdida auditiva de severa a profunda, por tres para pérdida auditiva moderada y por dos para pérdida auditiva leve", subraya Álvarez. De esta manera, contribuirá a que la persona deje de participar en actividades sociales, algo esencial para el cerebro, lo que le debilita en la función de crear recuerdos y de pensar e incluso acelerará la atrofia del cerebro.
Por lo tanto, cuidar de la salud auditiva es cuidar el cerebro y la salud en general. Para ello, el equipo de audiólogos de Oticon recomienda:
Estimular el cerebro: es importante mantener activo el cerebro con actividades que lo estimulen y al mismo tiempo ayuden a mantener la audición, como los deportes de equipo, donde es clave para poder interactuar, o donde se necesita concentración como pasatiempos, puzles, el tenis o el golf. La pérdida auditiva supone una disminución de la estimulación cerebral y para evitarlo debe actuarse de forma precoz cuando se empiezan a detectar problemas auditivos, es la mejor forma de prevenir los problemas cognitivos relacionados con la pérdida de audición.
Mantener relaciones sociales: mantener relaciones sociales ayuda a la persona en todas las etapas de su vida, tanto para beneficiar su salud como bienestar, pero también su cerebro, de manera que mantienen estimulada su función cognitiva.
Prestar atención a las señales: aunque sean poco perceptibles, cualquier cambio en la audición merece una especial atención, ya que por leve que sea, puede tener solución y, por tanto, se estará poniendo freno al deterioro cognitivo que suele acompañar a una pérdida auditiva no tratada.
Visitar al profesional especializado en audición: conviene revisar la audición de forma periódica. Para ello, es necesario acudir a un profesional especializado en audición que pueda orientar sobre el mejor tratamiento a seguir en caso de sufrir pérdida auditiva.