La Fundación Cione Ruta de la Luz ha llevado a cabo, en el mes de noviembre, su primera acción en un centro penitenciario, que, concretamente, se ha llevado a cabo en el Centro Penitenciario de Santa Lucía, en Pamplona. La iniciativa partió de Mary Ainzúa, profesora que trabaja en la cárcel, ...
La Fundación Cione Ruta de la Luz ha llevado a cabo, en el mes de noviembre, su primera acción en un centro penitenciario, que, concretamente, se ha llevado a cabo en el Centro Penitenciario de Santa Lucía, en Pamplona.
La iniciativa partió de Mary Ainzúa, profesora que trabaja en la cárcel, formando a los presos y procurándoles así nuevas oportunidades a su salida del Centro, y de Pedro Duc, socio y voluntario de la Fundación, que compartió con ella algunas experiencias de la ruta en proyectos nacionales e internacionales. Ainzúa comentó entonces que algunos de sus alumnos no podían seguir las clases, porque no tenían gafas, ni acceso a allas.
"Compartí esta inquietud con Cristina López-Mora, gerente de la Fundación Cione Ruta de la Luz. Le pareció un proyecto precioso, que cumplía perfectamente con los objetivos de acercar la salud visual a personas que la necesitan, y lo pusimos en marcha", recuerda Pedro Duc.
Así, aprovechando la logística de una de las acciones presenciales que la Ruta de la Luz llevó a cabo como parte del proyecto Ver para Crecer en el Hospital de San Juan de Dios, en Pamplona, se planificó, pocos días después, la visita al Centro Penitenciario de Santa Lucía, con el mismo material. "De acuerdo con la dirección del Centro Penitenciario, llevamos a cabo las revisiones ópticas en unos despachos de enfermería. Desplegamos nuestra óptica portátil, con su correspondiente sección de monturas, para que pudiesen elegir las adecuadas", explica Duc.
En una jornada de mañana, Pedro Duc, Elena Garbayo, Toñy Ariza, todos ellos de CO Pedro Duc, y Xabier Razquin (Óptica Unyvisión), graduaron a 70 personas. Un porcentaje altísimo -60 de ellas- necesitaban gafas. "Encontramos graduaciones de todo tipo, en población de más de 18 años hasta gente mayor", explica Duc.
Todos ellos son personas necesitadas, puesto que cuando salen al patio están entre cuatro paredes. No tienen móvil, y, por lo tanto, lo único que pueden hacer dentro de su celda es leer y ver la televisión. "El que no ve bien, se muere de aburrimiento. Y, cuando quieren hacer algo positivo, como hacer trabajos voluntarios o apuntarse a estas clases, necesitan leer", sigue Duc.
Algunos de los revisados comentaban que podían hacerse las gafas a través de familiares. "Nos comentaron que les bastaba con que les diésemos la graduación, en un arranque de honestidad y sinceridad que nos emocionó, y que las pagaban si era necesario, poco a poco", cuenta Duc conmovido. Sin embargo, lo que más llamó la atención del óptico fue que "muchos presos están totalmente solos en la cárcel, y, aun necesitando la ayuda visual, no pueden acceder a ella". El óptico recuerda el caso de un joven latino, menor de 20 años, preso, con 3 dioptrías de astigmatismo y 2 de miopía. "Estaba completamente sólo. Sin nadie que lo espere fuera. Y, con esa graduación, no podía hacer ni lo más básico. Ojalá, al menos, gracias a la formación pueda tener cuando salga una segunda oportunidad", cuenta el óptico.
Asimismo, los ópticos destacaban la normalidad del trato. "Obviamente, si están allí, es porque han dado un mal paso o han cometido una equivocación. Pero todos tuvimos la impresión de que podíamos ser nosotros los que estuviéramos allí, después de un día de ira, o una mala influencia", sigue el óptico.
Como en todas sus acciones, las personas revisadas que necesitaron ayuda visual, recibirán sus gafas nuevas, con las monturas que eligieron, en unos días. La Fundación Cione Ruta de la Luz, y sus patrocinadores, cubrirán los costes, y los voluntarios, el trabajo. "Gafas mejor empleadas, en pocos sitios. Se daba el caso de contar con profesores que les ayudan a buscar un futuro a su salida, pero no con gafas para aprovechar las clases", termina Duc.
La Ruta de la Luz agradece al director, subdirectora y todos los funcionarios del Centro su amable colaboración en todo momento y todas las facilidades que dieron para llevar a cabo la acción de salud visual.