WIVI Visión, empresa que ofrece soluciones innovadoras para mejorar la eficiencia visual y tratar las disfunciones visuales, tanto en el diagnóstico como en la recuperación posterior, ha logrado financiación del Ministerio de Ciencia en Innovación y la Agencia Estatal de Investigación para la puesta en marcha de un nuevo estudio de cribado visual pediátrico junto a la Fundació Joan Costa Roma y al Consorci Sanitari de Terrasa, en colaboración conjunta de ambas entidades, en el que se trabajará sobre la detección de posibles disfunciones visuales entre la población infantil que pueden afectar tanto al desarrollo visual como el aprendizaje.

El estudio, liderado por el jefe de pediatría del FJCR y CST, Abel Martínez y la médico adjunta de pediatría del Consorci, Noemí Magro, se realizará sobre una muestra de 200 niños de entre 3 y 7 años, con el objetivo de mejorar en el diagnóstico de la visión sirviéndose de las ventajas que aporta la inteligencia artificial y la gamificación, avanzando así en una necesidad todavía no cubierta en materia de atención primaria pediátrica y oftalmología infantil.

Este nuevo acuerdo de colaboración público privado surge tras un anterior estudio, puesto en marcha hace dos años por WIVI Visión y el CST, en el que se analizaron las posibles disfunciones visuales en un rango poblacional de niños entre 7 y 14 años y en el que se pudo constatar que más de la mitad de los niños participantes presentaron problemas relacionados con la visión binocular y habilidades visuales lectoras no diagnosticadas por el método tradicional.

En palabras de Juan Carlos Ondategui, Phd, cofundador de WIVI Visión, "este nuevo estudio que trabajaremos junto con las áreas de Pediatría, Oftalmología y Atención Primaria del CST, constata la importancia de seguir avanzando en materia de colaboración público privada. Tras el éxito del primer estudio realizado hace unos años, estamos convencidos de que nuestra tecnología puede seguir ayudando a mejorar el diagnóstico y detectar numerosas alteraciones que hoy todavía se pasan por alto tanto en la sanidad pública como privada para mejorar la calidad de vida".

Para el Dr. Abel Martínez, jefe de pediatría del Consorci de Terrassa, "la detección de los trastornos visuales en la infancia es muy importante por la repercusión que estos trastornos pueden tener en el desarrollo, aprendizaje y la lectoescritura. Con la investigación de sistemas y dispositivos de soporte para los equipos pediátricos de atención primaria, que permitan una detección avanzada (a partir de los 3 años) de problemas visuales (refracción, discromías, estereoagudeza...), y que eviten la interpretación subjetiva de los exploradores, podremos actuar de forma precoz sobre la resolución o mejorade trastornos de la agudeza visual y capacidad lectora que, sin duda, repercutirán positivamente en la adquisición de habilidades y conocimiento de las niñas y los niños".

En este nuevo proyecto participarán también Juan Carlos Ondategui-Parra, confundador de WIVI Visión y profesor titular de optometría de la Universitat Politècnica de Catalunya, así como los servicios de pediatría y oftalmología del Consorci Sanitari de Terrasa.

Es un estudio que unirá las áreas de pediatría y oftalmología además de WIVI vision para lograr la máxima detección de todos los niños de 3 a 7 años es una forma de colaboración perfecta.

Inteligencia artificial, Big Data y 3D

La solución de WIVI Vision está basada en tecnología avanzada como inteligencia artificial, Big Data y 3D, que, en combinación con la gamificación, permite que la jugabilidad se adapte a cada paciente en función de su colaboración y genere un entrenamiento totalmente personalizado a través de un catálogo de distintos videojuegos, lo que hace también que los pacientes se diviertan y motiven durante el tratamiento y continúen con él hasta finalizarlo sin deserción y en menos de 3 meses.

Su sistema pionero cuenta con ventajas destacadas, tales como su exhaustividad, ya que mide más 100 parámetros de 5 áreas visuales a diferencia de los 4 parámetros de una sola área que miden los métodos tradicionales; la efectividad, porque cuenta con una tasa del 100% de recuperación de los casos tratados; su rapidez, permitiendo completar una evaluación completa y diseñar un entrenamiento en tiempo real y en solo 12 minutos su precisión, evaluando esos parámetros y diseñando entrenamientos apoyándose en tecnología propia; o su facilidad de uso y su asequibilidad.