Quedó claro que el sector óptico es un terreno fértil para la innovación tecnológica y que la importancia de la tecnología en la óptica trasciende la mera corrección visual, extendiéndose hacia la mejora de la precisión, la personalización y la eficiencia en los procesos. Explorar las últimas tendencias tecnológicas se convierte en un imperativo, permitiendo a los ópticos no sólo mantenerse al día, sino también proporcionar una atención visual de vanguardia que transforma la experiencia del paciente. Ejemplo de ello son los sistemas de biselado compacto. Con el patrocinio de Essilor Instruments, descubrimos este jueves en nuestro IM Meetings, titulado Más allá del biselado: descubre la innovadora tecnología de la biseladora ES800, todos los secretos de la nueva biseladora ES800, un sistema de biselado compacto que se convertirá en la solución perfecta para revelar la creatividad y dominar el arte del biselado.

Rubén Melendro, óptico optometrista que cuenta con más de dos décadas dedicadas a la formación en el ámbito óptico, acercó a la audiencia la última tecnología en biselado y ofreció información práctica sobre cómo la citada herramienta puede potenciar los procesos de montaje y reparación. Presentó tanto la nueva gama de biseladores ES800 como la ES700. Las dos comparten el mismo tracer TCB800. Destacó la rapidez de desbaste, el nuevo software más intuitivo y la personalización de los trabajos.

Con la ES700 se domina el arte del biselado. Consigue la máxima precisión para todos los montajes incluso para las gafas al aire y nylor. Una novedad es el Step Bevel con una profundidad de hasta 3 milímetros para gafas curvadas. Con la ES700M se llega a los 3,5. Con la ES800 aseguró que se realizan los montajes personalizados más exigentes. Es un sistema de biselado "compacto y fácil de usar". La tecnología híbrida de fresado es algo muy innovador. Al igual que con la ES700, llega a una profundidad de hasta 3 milímetros para gafas curvadas. 3,5 en el caso de la ES800M.

Recordó que la biseladora tiene un diseño compacto, muy elegante, para poder hacer un "open concept" dentro de la óptica. Es decir, es una biseladora "muy visual". Le da un aspecto a la óptica, y una imagen, "bastante buena". Incorpora una pantalla táctil de 12 pulgadas. Se puede dejar la lente y las gafas personalizadas al cliente. La ES800M hace todo: M´eye SPORT RX (Half Jacket), tecnología híbrida de fresado (como la ES700M), M´eye SING (grabado de lentes), M´eye SHAPE (corte con forma especial), M´eye DIAMOND (inserción de diamantes) y M´eye CLIP (Clip personalizados).

¿Qué tecnologías traen estas biseladoras? La tecnología Fit-4-Frame 2.0 proporciona un ajuste de mayor precisión. Permite la realización de una amplia gama de biseles para adaptarse a varios perfiles de ranura, incluidos biseles escalonados delanteros y traseros. Se consiguen bisel inclinado hacia atrás, bisel de paso atrás, faceta plana en bisel, faceta inclinada o bisel simétrico y minibisel. El ponente repitió que se da una terminación al cliente que es "única".

Esta biseladora tiene un ciclo de desbaste rápido. Se gana hasta un 19% de tiempo. Él lleva algo más de un mes probándola y se ha sorprendido en este punto. "En cuestión de tres segundos, te ha debastado una lente", informó. Te da un flujo de trabajo bastante bueno, sin perder la precisión y la calidad de los montajes. Una de las cosas que más le gustan es la tecnología híbrida de fresado. Es más ecológico, porque gasta menos agua y genera menos residuos. Es especialmente útil en lentes hidrofóbicas que son muy resbaladizas. "Es una tecnología, presente en la ES700M y ES800M, a tener en cuenta", afirmó. Remarcó que el biselado es una parte muy importante de la óptica. Hay que tener la confianza de que las gafas están bien terminadas. Hace cuatro cortes en la lente y luego realiza la forma de la lente, dividiendo el residuo en cuatro partes.

Melendro explicó que la interfaz es fácil de usar. M´Eye Custom conlleva una lente totalmente personalizada. Se puede mostrar al cliente cómo quedarían sus gafas, que sería personalizada y única. Se pueden crear perfiles de usuario, con los que dependiendo del grado de conocimiento se pueden obtener más o menos prestaciones.

Con TCB800 la lectura es bastante rápida y precisa. La interfaz es muy intuitiva. Se dispone de una biblioteca dentro de la biseladora, donde se puede exportar e importar todo tipo de formas. Es muy cómodo porque se puede importar una biblioteca y tener las gafas guardadas sin tener que estar leyendo constantemente. M´Eye SIGN es para hacer grabados en las lentes. Se pueden poner los nombres de los clientes, por ejemplo, o los dibujos disponibles en la biseladora. A su juicio, hay tres opciones que se pueden vender: personalizar gafas únicas y exclusivas, marcar las lentes de los niños para que éstos identifiquen sus gafas y marcar las lentes de personas dependientes con el número de paciente o nombre (ideal para cuando están internos en un centro). En el futuro, se podrá transmitir a Essilor Instruments la propuesta de incluir dibujos, como logos corporativos, registrados; aunque es una propuesta aún para más adelante.

¿Qué recomendaciones existen para optimizar el rendimiento y la eficiencia en la operación diaria? Contestó que normalmente hay pequeñas cosas que se pasan por alto. Estas biseladoras trabajan con un código de barras cualquiera. Pueden rescatarse los trabajos, ganando de esta manera tiempo. El centrador funciona con lados separados. Tapón azul para la lente izquierda y rojo para la derecha. Hay orden en los trabajos. Se opera con las gafas en bandeja, sin tener que ponerla encima de la mesa. El proceso es rápido y ordenado.

Otra pregunta fue si existen actualizaciones de software o hardware para mejorar la funcionalidad de los distintos modelos de biseladoras. "A día de hoy, vienen actualizadas en hardware", puntualizó. Si se habla de actualizaciones, subrayó que están constantemente testeándolo. La última ha sido para incluir el español. La máquina lleva a cabo actualizaciones remotas, de manera autónoma.

Respecto a gafas deportivas, aparte de la personalización escrita o con dibujos, se puede incorporar una especie de roto en la lente, con unas aberturas, para que la propia lente haga flujo de aire y no se empañe. Igualmente, se puede poner un texto tipo eslogan.

Le cuestionaron si, para utilizar estas biseladoras, el profesional necesita un período de adaptación previo al modo de trabajo si antes ha utilizado otra de otra marca diferente. "No es necesario. Sí, a nivel de software. Es más intuitivo, como si fuera un smartphone. Es el período de adaptación de acostumbrarse al nuevo software", comentó. Eso sí, "la adaptación es rápida".

Se puede intentar escalar el sistema para adaptarse a diferentes volúmenes de producción. Lo que hay que hacer es previamente organizar los trabajos y se puede optimizar el flujo de trabajo, para que el trabajo se adapte a que salga lo más rápido posible. Son procesos mecánicos con un software excelente.

La personalización lleva un coste al cliente, pero no existe un dato relativo del retorno de inversión que los clientes pueden esperar.

"Esta biseladora supera todos los retos", aseveró. El reto que hay es poder trabajar en un centro y enviar el trabajo al centro donde esté la biseladora. Es decir, poder enviar el trabajo desde otros centros. Es algo que le gustaría que se pudiera efectuar, para las empresas que tienen varios centros. La biseladora hace de todo si la elección de la lente es la correcta. Incidió en que "hay que elegir la montura y la lente correctamente".

Con todo, sus conclusiones fueron que estas biseladoras mejoran software, rapidez y calidad. "Todo lo que se quiera innovar, dentro de la óptica, es bueno", manifestó. A la hora de cortar una lente, hay que dar calidad y eso hará que una óptica se diferencie, gracias a diferenciarse en tecnología y calidad. Insistió en que estos modelos aportan precisión, calidad y rapidez.

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