El otoño y el invierno son estaciones poco favorables para la salud visual. Pasamos menos tiempo en espacios abiertos debido, entre otras cosas, a que los días son más cortos y fríos. Los niños suelen tener deberes o actividades extraescolares que les impiden disfrutar de tiempo al aire libre. Y, ...
El otoño y el invierno son estaciones poco favorables para la salud visual. Pasamos menos tiempo en espacios abiertos debido, entre otras cosas, a que los días son más cortos y fríos. Los niños suelen tener deberes o actividades extraescolares que les impiden disfrutar de tiempo al aire libre. Y, tanto a los ojos de los niños como a los de los mayores, les puede acabar pasando factura la luz artificial, el aire seco de la calefacción y el uso constante de las pantallas digitales. En esta época del año es conveniente llevar a cabo una serie de ejercicios para evitar la vista cansada. Es por ello que Federópticos presenta una serie de recomendaciones en su blog.
De manera profesional, cuando hablamos de vista cansada, nos referimos a la presbicia; la pérdida de visión que se produce, como consecuencia del paso del tiempo y que afecta, antes o después, a todas las personas.
Pero, de manera coloquial, en el día a día hablamos de vista cansada refiriéndonos a una serie de síntomas que se desarrollan tras una larga jornada laboral frente a la pantalla del ordenador, como consecuencia de una exposición a un ambiente seco debido al aire caliente de la calefacción, o, incluso, debido a la falta de horas de sueño.
Todas estas circunstancias pueden afectar a los ojos provocando dolor, picor, lagrimeo o enrojecimiento de los mismos. Los ojos son unos órganos muy sensibles y es preciso protegerlos para evitar que surjan complicaciones que puedan afectar a la salud visual.
Con carácter preventivo, podemos proteger los ojos de diferentes maneras. Por ejemplo, si es preciso pasar tiempo frente a la pantalla del ordenador, es conveniente utilizar gafas de luz azul, regular la intensidad del brillo de la pantalla y hacer descansos habituales para mirar hacia lo lejos, mejor si es a través de una ventana. Todo ello facilita el descanso de los ojos.
También podemos combatir la sequedad ocular que se desarrolla debido al aire seco de las calefacciones, utilizando un humidificador o lágrimas artificiales. Y por otra parte, es preciso recordar que los ojos se resienten ante la falta de descanso, por lo que es recomendable dormir las horas suficientes que permitan disponer de unos ojos saludables.
Mantener los ojos relajados
La prevención es muy importante para disponer de una buena salud visual, pero también podemos ayudar a mantener unos ojos en plena forma, realizando diferentes ejercicios oculares.
Para relajar los ojos cuando comencemos a notarlos cansados, podemos realizar un sencillo masaje ocular. Colocando las palmas de las manos sobre los ojos, ejerceremos una leve presión. Después de un minuto abriremos los ojos lentamente para habituarnos a la luz.
Tras este masaje podemos realizar movimientos circulares y suaves con los dedos sobre los párpados. También podemos relajar los ojos abriéndolos y cerrándolos rápidamente durante unos segundos y alternando la vista entre un punto alejado a otro cercano.
Otro ejercicio que contribuye a relajar los músculos oculares consiste en, manteniendo la cabeza inmóvil, mover los ojos en varias direcciones (arriba, abajo y hacia los lados).
Realizar estos ejercicios de manera habitual ayuda a mantener unos ojos descansados. No obstante, si los síntomas a los que hemos hecho referencia (dolor, picor o enrojecimiento ocular) son frecuentes, es aconsejable acudir al centro de salud visual para valorar el estado de la visión.