La audiología en España ha evolucionado enormemente en las últimas décadas. Valorando la situación actual, el presidente de la Asociación Española de Audiología (AEDA), Juan García-Valdecasas, recuerda que "se han incorporado a la práctica clínica diaria todos los conocimientos procedentes de la investigación básica, los aportados desde la ingeniería de ...
La audiología en España ha evolucionado enormemente en las últimas décadas. Valorando la situación actual, el presidente de la Asociación Española de Audiología (AEDA), Juan García-Valdecasas, recuerda que "se han incorporado a la práctica clínica diaria todos los conocimientos procedentes de la investigación básica, los aportados desde la ingeniería de los implantes (implantes cocleares, implantes activos de oído medio y los implantes de conducción ósea) y de la colaboración de las diferentes disciplinas que trabajan en la evaluación y tratamiento de los problemas de audición (otorrinolaringólogos, logopedas, técnicos de audiología protésica, etc. )". "En España disfrutamos y aplicamos todos los conocimientos y nuevas tecnologías; tenemos excelentes profesionales tanto investigadores y clínicos", señala.
A su juicio, "solo podemos señalar algunos puntos de mejora en investigación: aunque disponemos de grandes investigadores, no cuentan con fondos propios para desarrollar su trabajo y emigran a otros países donde son bien recibidos".
Una especialidad totalmente multidisciplinar
En este sentido, el presidente de AEDA reflexiona también sobre cómo la audiologia "va mucho más allá de la exploración del paciente que oye o no oye, no solo de la correcta exploración audiométrica tonal o verbal o incluso de un correcto estudio electrofisiológico (potenciales evocados)". Es decir, "hoy día tratamos de entender mejor ciertas cuestiones finas de la audición del paciente. Queremos estudiar y entender mejor los asuntos relativos a los acúfenos, la hiperacusia, el entendimiento en ruido, la sinaptopatía coclear o los trastornos del procesamiento auditivo central", explica el experto.
Además, los dispositivos electrónicos para el tratamiento de los pacientes con pérdida auditiva también han cambiado. "A los audífonos, cada vez más sofisticados, con mejores sistemas y que permiten individualizar la adaptación a cada paciente y circunstancia, les acompañan todo tipo de dispositivos implantables (cocleares, activos de oído medio y de conducción ósea) y los sistemas CROS y BiCROS", señala.
Aunque para entender el escenario de la audiología, cabe diferenciarla de la actividad de un otorrinolaringólogo. El doctor García-Valdecasas aclara que "la audiología es un área de conocimiento multidisciplinar que estudian y desarrollan diferentes profesionales desde distintas disciplinas: médicos (otorrinolaringólogos y médicos del trabajo), ingenieros, físicos, logopedas, técnicos superiores en audiología protésica, etc.". Así, "la audiología se enriquece de diferentes disciplinas que aportan conocimiento desde sus diferentes perspectivas en las tareas de diagnóstico y rehabilitación".
En cuanto a los otorrinolaringólogos, son parte de este entramado de disciplinas. "Son médicos especialistas, entre otras patologías, en los problemas de la audición. Los otorrinolaringólogos trabajan en audiología clínica, realizan pruebas, diagnostican y prescriben la mejor solución auditiva para el paciente", detalla el especialista.
Bajo este principio, no existe un colegio profesional, unas responsabilidades únicas, ni aún un grado universitario en España que englobe todo el conocimiento o las competencias de todos los profesionales de la audiología. "Cada disciplina tiene sus competencias, perfectamente definidos en nuestro ordenamiento jurídico y publicados en el BOE, así como su colegio profesional (salvo los Técnicos Superiores en Audiología Protésica) sus asociaciones profesionales independientes (ANA, SEORL, AELFA…)", indica el audiólogo.
Y en este sentido, la Asociación Española de Audiología es la gran aglutinadora, en palabras de su presidente. "Es una asociación profesional que aúna a todos los profesionales de la audiología, sean de la disciplina que sean, aportando un marco en el que compartir conocimiento, formación, contactos y esfuerzos", detalla el presidente de la AEDA.
Entendiendo esto, García-Valdecasas recalca que no hay un audiólogo tipo. "Los otorrinolaringólogos realizan el diagnóstico del problema auditivo y son los responsables de la prescripción del tratamiento, bien sea quirúrgico con osiculoplastias o dispositivos implantables, o bien la adaptación de audioprótesis convencionales". Por otro lado, "los técnicos superiores en audiología protésica tienen entre sus funciones la selección y adaptación de las prótesis auditivas, realizando la evaluación audiológica, efectuando el seguimiento del usuario y el mantenimiento de prótesis, así como determinar medidas de protección acústica a partir de la evaluación de los niveles sonoros".
Insiste García-Valdecasas que no hay un perfil profesional del audiólogo en España porque cada audiólogo, según de la disciplina que proceda, tiene unas responsabilidades diferentes. Dicho de otro modo, "hay un perfil profesional que es común a todos independientemente de la disciplina de la que proceda, y después se unen competencias propias y específicas de cada disciplina de origen".
Enfermedades más comunes y avances más relevantes
En este sentido, y haciendo referencia a las enfermedades más prevalentes, el audiólogo señala que "en las consultas de audiología, los otorrinolaringólogos diagnostican con mayor frecuencia problemas auditivos del oído interno, entre los que domina la presbiacusia (pérdida de audición ligada a la edad). No obstante, han aumentado las consultas sobre los acúfenos, la hiperacusia y los problemas de entendimiento en ruido".
Asimismo, "hay enfermedades cada vez mejor diagnosticadas que han aumentado su prevalencia como las hipoacusias súbitas, los neurinomas del VIII par craneal y los problemas de movilidad de la cadena osicular", detalla este especialista.
Por suerte, "hoy día disponemos de un abanico de tratamientos muy amplio con soluciones auditivas ajustadas a cada paciente", afirma el experto. De esta forma, "no todos los tratamientos sirven para todos, sino todo lo contrario, existe una solución ideal para cada paciente. Cada vez las cirugías adquieren una mayor importancia y son cada vez más pacientes los que se benefician de ellas. Las cirugías sobre el oído medio y la cadena osicular con prótesis, las cirugías de implantes activos de oído medio, de implantes de conducción ósea y cocleares, son una realidad cada vez más extendida".
Paralelamente, los audífonos han mejorado sus prestaciones y la incorporación de los RITE-RIC han aumentado las indicaciones de su elección. "Ellos siguen siendo la herramienta auditiva más utilizada en la actualidad. Las mejoras tecnológicas y las soluciones específicas que incorporan obligan a los profesionales a un mayor conocimiento para alcanzar un ajuste fino y único para cada paciente", comenta García-Valdecasas.
Audiología en la óptica
Cabe destacar también que la incorporación de la audiología a la óptica es una realidad desde hace años. Así, apunta, "AEDA cuenta entre sus asociados con numerosos técnicos superiores en audiología protésica que realizan su trabajo en centros sanitarios de óptica y también de profesionales que siendo ópticos ampliaron sus estudios y capacidad profesional hacia la audiología protésica". En palabras de su presidente, "el ejercicio profesional de la óptica y la audiología protésica es muy diferente y los profesionales son conscientes de ellos. Acceden de manera muy natural, pues son conscientes de las limitaciones funcionales que presenta un paciente con déficit de un órgano sensorial, pero son conscientes de la necesidad de formación continua y de la exigencia que tiene la adaptación de las prótesis auditivas, de los avances en la ciencia y de los avances tecnológicos que deben considerar en cada adaptación, haciéndola única y específica para cada paciente".
En relación con si los españoles están más más concienciados a día de hoy acerca de cuidar su salud auditiva, el especialista afirma tajante. En los últimos años, alega, "las autoridades sanitarias nacionales, la Organización Mundial de la Salud y las asociaciones profesionales hemos hecho un gran esfuerzo por comunicar los efectos dañinos del ruido, de algunos fármacos, de las infecciones y de los factores de riesgo cardiovascular (hipertension arterial, diabetes e hipercolesterolemia) sobre la salud auditiva". Además, concluye, "cada vez somos más conscientes de la importancia de una buena audición para mantener la comunicación verbal, para el correcto desarrollo intelectual y para evitar el deterioro cognitivo".