Durante los meses más fríos del año, y en especial en enero, los casos de gripe y otras infecciones respiratorias se disparan, llegando a colapsar los centros de Atención Primaria. Tanto es así, que el Ministerio de Sanidad ha recomendado incrementar las medidas de prevención para evitar los contagios. Los ...
Durante los meses más fríos del año, y en especial en enero, los casos de gripe y otras infecciones respiratorias se disparan, llegando a colapsar los centros de Atención Primaria. Tanto es así, que el Ministerio de Sanidad ha recomendado incrementar las medidas de prevención para evitar los contagios. Los principales síntomas de la gripe o resfriado común son la tos, la fiebre, la congestión nasal, el dolor muscular, de garganta o de cabeza, así como malestar en general. Pero, además, según afirman desde el equipo de audiólogos de Oticon, líder tecnológico en el desarrollo de audífonos, las personas con gripe pueden experimentar una pérdida auditiva temporal o permanente.
Cuando una persona tiene gripe o resfriado puede acumularse fluido en el oído medio, lo que impide que el sonido llegue al tímpano. "La trompa de Eustaquio, que va desde el oído medio a la cavidad nasal, puede quedar obstruido debido a la acumulación de los fluídos, generando posiblemente una inflamación. Es por estos motivos que se puede producir una pérdida auditiva, en este caso temporal, que llamamos hipoacusia conductiva, que es similar a la que se produce al viajar en avión, ya que la trompa de Eustaquio también se ocupa de regular la presión del aire en el oído medio que es una caja cerrada que se abre al exterior a través de la trompae. Lo normal es que se note que los oídos están taponados con sensación de plenitud del oído y percepción anormal del sonido", explica José Luis Blanco, jefe de audiología de Oticon. Esta pérdida auditiva puede ser de hasta 24 dB, el nivel equivalente que se tiene cuando se usan tapones de oídos, y acaba desapareciendo una vez que remite el resfriado y disminuye la acumulación de fluído.
Por otro lado, las infecciones respiratorias que tienen lugar a nivel nasal pueden acabar convirtiéndose en una infección de oído, lo que puede derivar en problemas auditivos, como por ejemplo, notar que los sonidos parecen estar amortiguados. "La mayoría de las infecciones leves de oído no causan complicaciones a largo plazo. Sin embargo, cuando se repiten con frecuencia, pueden provocar en algunos casos una pérdida auditiva permanente", indica Blanco. Aquellas personas que tengan problemas de oído crónicos deberían consultar con un otorrinolaringólogo, que es especialista en oído, nariz y garganta. En todo caso, desde Oticon recomiendan pornerse en contacto con un profesional especializado en audición en caso de notar algunos signos de pérdida auditiva tras una gripe o resfriado.
Cómo cuidar la audición en épocas de gripe
El equipo de audiólogos de Oticon realiza una serie de recomendaciones para proteger la audición durante los meses más fríos del año y, sobre todo, en épocas de gripe y resfriados: