La miopía es uno de los problemas de visión más frecuentes en España. Según datos que maneja General Optica, líderes en el cuidado de la salud visual y auditiva, cuatro de cada diez españoles son miopes, una condición oftalmológica que implica que, los que la padecen, tengan dificultades a la hora de enfocar ...
La miopía es uno de los problemas de visión más frecuentes en España. Según datos que maneja General Optica, líderes en el cuidado de la salud visual y auditiva, cuatro de cada diez españoles son miopes, una condición oftalmológica que implica que, los que la padecen, tengan dificultades a la hora de enfocar los objetos más lejanos, esto se debe a que el globo ocular es muy alargado o la córnea tiene más curvatura de lo normal, lo que provoca que la luz se enfoque delante de la retina y no sobre ella, haciendo que los objetos lejanos se vean borrosos.
Aunque existen diferentes grados, en función de las dioptrías. Los síntomas de la miopía pueden variar en intensidad, los expertos de General Optica nos muestran los más comunes que se pueden detectar:
1. Causas de la miopía
La miopía tiende a ser hereditaria, por lo que, si una persona tiene antecedentes familiares de miopía, es probable que la desarrolle. Si uno de los padres es miope, existe un 33% de probabilidad de ser miope, mientras que si ambos padres lo son, el riesgo aumenta hasta el 50%. Si ninguno de ellos lo son la probabilidad desciende al 25%.
Aunque la miopía tiene un gran componente genético, también existen otros aspectos que pueden influir en su desarrollo, como puede ser pasar mucho tiempo leyendo, usando dispositivos electrónicos o realizando actividades en la que se requiera una visión cercana que aumentan el riesgo de padecer miopía, especialmente en niños y adolescentes ya que suele aparecer a una edad muy temprana, entre 6-8 años, y tiende a aumentar durante la etapa de crecimiento y desarrollo de la persona. Por ello, es importante controlar la progresión de la miopía en los niños, ya que si no es así aumenta el riesgo de sufrir problemas oculares.
2. Medidas de prevención
Aunque como se ha dicho anteriormente, la miopía tiene una gran base genética, se pueden tomar algunas medidas para frenar su progresión:
3. Impacto en la vida diaria
La miopía, más allá de la incapacidad de ver con claridad objetos lejanos, puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana de quienes la padecen y afectar a actividades como las siguientes:
Por ello, es importante consultar con nuestro óptico de confianza. La detección temprana de la miopía y su correspondiente corrección son fundamentales para garantizar una buena salud ocular y una visión nítida. Además, en el caso de niños y adolescentes puede ser crucial para su futuro académico y para prevenir problemas oculares en el futuro.
4. Métodos para corregir la miopía
Las lentes de contacto y las gafas son dos opciones que permiten mejorar la visión de la persona que padece miopía.
Las gafas para la miopía son una solución simple y efectiva que proporciona una corrección inmediata de la visión. Las lentes de forma cóncava ayudan a enfocar la luz directamente sobre la retina en lugar de delante de ella. Además, existen lentes específicas de control de miopía, más novedosas que incorporan tecnologías que se han demostrado que frenan su evolución y que ayudan en el control y progresión de la miopía.
Por su parte, las lentes de contacto son una alternativa más discreta, con la particularidad que se colocan directamente en la superficie del ojo. Son ideales para quienes desean una corrección visual sin el marco visible de las gafas y existen diferentes tipos, incluyendo lentes blandas y rígidas. Además, se pueden desechar diariamente o utilizarse por periodos más largos.
Por último, el método más revolucionario y eficaz para frenar o controlar la miopía, especialmente la infantil o a partir de los 50 años es la ortoqueratología u Orto-k. Se trata de un tratamiento ocular que utiliza unas lentes de contacto, mientras dormimos, que están especialmente diseñadas para remodelar la córnea de manera suave y progresiva.
En cualquier caso, la elección entre alguno de estos métodos no dependerá únicamente de las preferencias personales, sino de las recomendaciones de nuestro óptico de confianza.