La Ortoqueratología, también conocida como orto-k, consiste en la adaptación de unas lentes de contacto cuyo objetivo es compensar los defectos refractivos mientras se duerme. Es decir, los pacientes que tienen miopía, hipermetropía o astigmatismo, tras dormir unas noches con estas lentes de contacto y quitárselas por la mañana al despertar, verán bien durante todo el día sin la necesidad de usar gafas o lentes de contacto. Una especialidad que también tiene su aplicación como un método para ralentizar el aumento de la miopía progresiva en niños y adolescentes.

El doctor Joan Pérez Corral es experto en esta especialidad: Cum Laude en Ingeniería Óptica por la Universidad Politécnica de Cataluña y responsable, entre otras cosas, de la Unidad de Adaptación de Lentes de Contacto del Centre Universitari de la Visió (Terrassa) y de la Unidad de Contactología Avanzada del centro oftalmológico Innova Ocular ICO en Barcelona.

Tanto desde el Centre Universitari de la Visió en Terrassa, como desde el Innova Ocular ICO, atiende consultas en las que suele dividir el proceso clínico de un tratamiento ortoqueratológico en varias fases: en primer lugar, una explicación del tratamiento al paciente y su familia; a continuación, una valoración del caso realizando todas las pruebas clínicas necesarias; la adaptación de la lente de contacto posteriormente, y siempre con un seguimiento. "Todas las fases son cruciales para que el tratamiento sea satisfactorio a lo largo del tiempo", explica el óptico optometrista, que ya cuenta con más de treinta años de carrera.

"Hace ya más de 60 años de las primeras lentes de contacto que se adaptaron con la finalidad de moldear controladamente la córnea, pero ha sido en los últimos 20-25 años cuando la Ortoqueratología ha mostrado una mayor evolución y ello ha sido gracias a varios factores", explica el especialista.

En primer lugar, señala la "democratización" de la instrumentación, en términos de oferta y costes de los equipamientos: "Hoy en día es imprescindible disponer de un topógrafo corneal para realizar orto-k, instrumento que nos ayuda a decidir si un paciente es buen candidato o no, nos guía en el diseño de la lente de contacto y nos permite realizar un correcto seguimiento del moldeo corneal. Hace 30 años era impensable contar con ese instrumento en un centro óptico".

En segundo lugar, "la aparición de nuevos materiales y diseños de lentes de contacto, que nos permiten tratar un abanico más amplio de casos con mucha mayor seguridad". Además, añade un tercer factor determinante, la gran oferta formativa en esta especialidad, que ha "facilitado el acceso a los conocimientos sobre esta técnica a todos los contactólogos".

De una ayuda a un tratamiento óptico

En la actualidad hay dos grupos de pacientes muy definidos que solicitan este servicio. Por un lado, explica el óptico optometrista, niños con miopía en progresión. Por otro lado, jóvenes adultos "que tienen que pasar una oposición en la que les requieren un mínimo de agudeza visual sin corrección en la revisión médica, y que bien por tener una graduación baja o no estabilizada, bien por no considerar la cirugía refractiva por cualquier motivo, la orto-k sería la única opción para pasar la prueba visual". "No obstante -matiza-, también hay pacientes que, bus cando alternativas a sus gafas y que no quieren o no pueden usar lentes de contacto normales u operarse, recurren a la Ortoqueratología para solucionar su problema visual".

Inicialmente el objetivo de la Ortoqueratología era "únicamente compensar los defectos refractivos, es decir que el paciente no tuviese que usar gafas o lentes de contacto durante el día para ver bien". Sin embargo, en los último 20 años ha evolucionado la especialidad: "Hay multitud de artículos publicados en revistas científicas en los que se concluye que el uso de lentes de Ortoqueratología por parte de niños y adolescentes, no solo compensa su miopía, sino que ayuda a que esta progrese menos que usando gafas o lentes de contacto normales". "Hoy en día, la Ortoqueratología se considera el tratamiento óptico para el control de miopía con una evidencia científica más longeva y sólida", explica el doctor

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