"Nuestro fármaco cambia totalmente el paradigma de tratamiento de la retinopatía diabética"

Carla Maté Goldar es cofundadora y CEO de D-Sight, compañía que desarrolla el primer medicamento no invasivo para combatir la retinopatía diabética. La apuesta por este enfoque, que podría servir de precedente para tratar otras enfermedades del ojo, fue reconocida en los Women Startup Awards 2023.

29/02/2024

Un colirio podría cambiar para siempre el paradigma en el tratamiento de la retinopatía diabética. Esta idea, de momento en desarrollo de fase preclínica, nace en el seno de D-Sight, una startup originada en el Vall d´Hebron Institut de Recerca (VHIR) y cuya cofundado­ra y actual CEO, Carla Maté Goldar, ...

Un colirio podría cambiar para siempre el paradigma en el tratamiento de la retinopatía diabética. Esta idea, de momento en desarrollo de fase preclínica, nace en el seno de D-Sight, una startup originada en el Vall d´Hebron Institut de Recerca (VHIR) y cuya cofundado­ra y actual CEO, Carla Maté Goldar, fue premiada el pasado noviembre en la categoría `Ideación´ de los Women Startup Awards 2023, organizados por la Asociación Española de Star­tups.

"Al final es un orgullo y un reconocimiento el recibir este tipo de oportunidad, muy importante también para nosotros a la hora de visualizar este proyecto", relata a IM Ópticas por videollama­da. No solo de cara a la sociedad sino también para encontrar nuevos colaboradores que pudiesen facilitar "desde cualquier perspectiva", ya sea empresarial o clínica, "apoyos estratégicos" para alcanzar el principal objetivo al que aspiran actualmente en la compañía: "Mejorar la calidad de vida de estos pacientes diabéticos".

Eso sería posible mediante el proyecto que tienen entre ma­nos en forma de fármaco de autoadministración no invasiva. Se aplican directamente inhibidores de DPP-IV en la superficie ocular a nivel tópico. Uno de estos es la sitagliptina, "que, de he hecho, es una molécula conocida en el sector y ya utilizada para el tratamiento en este caso oral de la diabetes de tipo 2".

A nivel preclínico, explica, la sitagliptina como componente activo ha demostrado no solo un componente de "neuropro­tección a nivel de retina", sino que también previene distintas alteraciones microvasculares que se producen en la retina de ese perfil de paciente diabético. Esto es relevante porque, se­gún añade Maté, "ya está identificado por muchas sociedades científicas que a algunos pacientes con retinopatía diabética les influye más la alteración vascular en la neurodegeneración que el aspecto metabólico".

Para Maté no cabe duda de que el valor "diferencial" de su pro­ducto frente a otras terapias existentes en el mercado es, por un lado, su carácter no invasivo y de fácil posología y, por otro, que responde a una "necesidad médica no cubierta" centrada en su actuación "desde una fase inicial" del diagnóstico. Por el momento, el viaje del paciente con retinopatía diabética solo contempla la prevención de la sintomatología ocular hacia fa­ses más avanzadas "y mucho más limitantes" en el día a día.

En la actualidad, las terapias disponibles son "altamente inva­sivas", precisa la CEO de D-Sight. Estas van desde el láser de fotocoagulación; inyecciones intravítreas en el ojo; a factores anticrecimiento o corticoesteroides. El problema que tienen radica en que pueden derivar en una poca adherencia al trata­miento, sin olvidar los efectos adversos asociados al adminis­trarse de forma sistémica y no tópica. "Al final, como paciente, no es lo mismo plantearte una intervención quirúrgica que real­mente el aplicarte un colirio cada mañana", completa.

La perspectiva del bienestar del paciente es clave, en especial en patologías que el clínico considera no adversas o no graves. "Pero al final realmente estás afectando en exceso a la calidad de vida de los pacientes y sobre todo también a su enfoque más emo­cional", menciona para enfatizar la importancia de la perspecti­va de salud en la parte psicológica tanto de la persona afectada como de su familia o cuidadores.

Este fármaco pasará a la siguiente etapa con el desarrollo de un primer ensayo clínico "en voluntarios sanos" para finales de este 2024 en el Hos­pital Vall d´Hebron de Barcelona. "Es una fase I donde se acabará de corroborar esta eficacia y sobre todo esta seguridad que ya se ha visto en el tratamiento en la fase pre­clínica", agrega Maté, quien estima que si todo transcurre según lo previsto la fase II podría estar concluida para 2027 y la fase III y su comercialización para que los pa­cientes dispongan de este producto po­drían completarse "antes del 2030".

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