Se calcula que un 11% de la población española sufre pérdida auditiva, pero en unos años este porcentaje será mayor. Las estimaciones señalan que, en 2050, la cifra se incrementará hasta el 20%, debido al progre­sivo envejecimiento de la población. Por tanto, señala Juan Ignacio Martínez, director general de Aural Widex, "si en 2023 la población mayor de 65 años representa el 21% del total (no llega a 10 millones de personas), en 2030 supondrá el 25% (más de 11,5 millones de personas)". Pero no se trata solo de que haya más personas mayores, sino que estas personas quieren y pueden seguir disfrutando de su vida plenamente. "Y para ello nece­sitan una buena audición que les permita comunicarse con los demás", recalca.

La alta (y creciente) prevalencia de la pérdida auditiva se agra­va por un dato "muy revelador" que el experto apunta: "Solo tres de cada 10 personas que debería utilizar audífonos para co­rregir su audición los usa". "Esto es así porque la persona con pér­dida auditiva es muy reacia a buscar una solución, tiene muchas reticencias porque siente que si usa audífonos es porque se está haciendo mayor. El estigma sigue siendo muy grande y es impor­tante que entre todos trabajemos por normalizar el uso de audí­fonos", explica el director general de Aural Widex.

La importancia de normalizar el uso de audífonos

En su opinión, hay que tener en cuenta que una persona que no oye bien y no corrige su pérdida auditiva pierde las ganas de socializar, "con lo que puede tender a aislarse de su entorno, lo que puede causar estrés y depresión e incluso puede acelerar el deterioro cognitivo en los casos más extremos". Sin embar­go, añade, "una persona con pérdida auditiva con una correcta adaptación audioprotésica puede seguir disfrutando de su vida plenamente". Por eso cree que es tan importante visibilizar la pérdida auditiva y normalizar el uso de audífonos.

Que el estigma asociado al audífono es el principal motivo para que los pacientes no busquen solución a su pérdida au­ditiva lo saben los especialistas por su experiencia y también por estudios que se manejan en el sector, tal y como indica Martínez. La buena noticia es que "vamos dando pasos hacia derribar ese estigma". En este sentido, considera que "es muy interesante ver cómo la tecnología nos está dando cada vez más argumentos para defender que las personas con pérdida auditiva deben decidirse a adaptarse unos audífonos".

"Nosotros, en los centros auditivos Aural, adaptamos los audífo­nos más punteros, que son los audífonos daneses Widex, y son audífonos cada vez más estéticos, que casi no se ven, que cuando se ven tienen un look súper tecnológico, muy bonito", asegura. Son audífonos, además, que tienen conectividad directa al móvil, lo que, bajo su punto de vista, "da mucha comodidad al usuario, porque puede oír directamente el sonido del móvil en sus audífonos, sin preocuparse de conectarse a nada más". Y ade­más cuentan con un sonido "muy puro y natural", con lo cual, el usuario muchas veces se olvida de que los lleva puestos.

Pero todo esto, "como no se suele hablar de la pérdida auditiva, no lo sabe la gente. Piensan que los audífonos son grandes, poco estéticos, y que encima no se oye bien con ellos, que tienen un sonido artificial. Y esto ya no es así con audífonos como los que tenemos en Aural Centros Auditivos", incide el directivo.

Cada vez más jóvenes

Del mismo modo, "el hecho de considerar que tener pérdida au­ditiva es síntoma de que nos hemos hecho mayores" es el prin­cipal mito que existe alrededor de este estigma. Eso es una "media verdad", aclara Juan Ignacio Martínez. "Por un lado, es cierto que el envejecimiento es una de las principales causas de pérdida auditiva; pero por el otro también es una realidad que cada vez hay más personas jóvenes que necesitan audífonos para oír bien", señala. En este sentido, aclara el portavoz de Au­ral Widex, "prácticas poco recomendables como una exposición excesiva a ruidos fuertes o el uso también excesivo de auriculares están provocando que la pérdida auditiva se empiece a dar en edades más tempranas".

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