Con su nueva colección cápsula, Yalea quiere rendir homenaje a Frida Kahlo, una de las artistas más apreciadas y celebradas a nivel mundial. Una mujer que logró dejar huella no sólo por lo que la hizo famosa en el mundo, su arte, sino también por su estilo único e icónico, por encima de las modas. Como Yalea, que desde su debut ha querido hablar de las mujeres apoyando su libertad de elección, fomentando su talento y su belleza personal.

Yalea ha creado cuatro nuevos modelos que recuerdan su estilo característico y su estética vibrante. La elección de los materiales, el diseño refinado, el cuidado y la atención a los detalles son las características que distinguen y hacen única esta colección que habla al corazón de las mujeres y que, como Frida Kahlo, redefine los conceptos de feminidad y pretende inspirar a generaciones de mujeres a buscar la autenticidad, la fortaleza personal y participación activa en la sociedad.

Frida Kahlo siempre sufrió en su cuerpo, pero amaba ferozmente la vida y permaneció visceralmente conectada a ella. Amaba el mundo y la naturaleza, amaba México y todo lo que tenía para ofrecer, recuperándolo de manera ingenua pero ciertamente viva en sus lienzos: frutas voluptuosas, colores vibrantes y sobre todo flores frescas, las mismas que se convierten en motivo de comunicación estilística con un patrón de flor asomando en la varilla. También el terminal en forma de pincel de las gafas, emblema de su vida y obra, se convierte en el símbolo que representa su arte.

El refinamiento de los detalles estéticos y la armonía de las formas se combinan con la alta calidad de los materiales y la precisión de las técnicas de fabricación, como ocurre con el puente de algunos modelos, que reproduce las icónicas cejas de Frida subrayando su elección de estilo personal, un acto de rebelión contra las expectativas culturales y sociales relacionadas con el papel de la mujer. Los rasgos distintivos del artista, BEAUTIFUL, REBEL, UNIQUE y STRONG, se convierten en los nombres de los dos modelos de gafas de sol y de los dos modelos de vista, manifiesto escrito visible en el interior de las varillas transparentes.

Como en sus obras, la paleta cromática es intensa y decidida, con el uso de tonos negros, grises oscuros y blancos combinados con fuertes pinceladas de amarillo, rojo, morado, verde oscuro, berenjena y rosa, en un equilibrio de bloques cromáticos y transparencias, combinaciones elegidas para realzar y enmarcar el rostro sin ocultarlo.

Crear estuches dedicados a Frida Kahlo requiere una cuidadosa consideración de su vida, su obra y los símbolos que representan su arte. Yalea ha vuelto a elegir las flores como motivo decorativo de las dos cintas que enmarcan la elegante caja negra, un homenaje a su arte, símbolo de fuerza y ​​coraje de tal calibre que por ello sigue influyendo en el mundo contemporáneo.