"Habría que incorporar más ópticos optometristas en centros de salud y hospitales"

En A pie de óptica nos acercamos a los profesionales del sector para descubrir de primera mano cómo es su día a día y conocer sus inquietudes y preocupaciones. Todo con un objetivo claro: ser el altavoz de la profesión.

08/04/2024

Valentina Guembe Eizaguirre, de Soloptical Atocha, en Ma­drid, decidió estudiar Óptica y Optometría porque le pareció muy interesante el mundo de las lentes y la luz. Además, "era una carrera que tenía mucha salida profesional. Un sector en el que prácticamente no hay paro", señala. A nivel de experiencia, explica, ...

Valentina Guembe Eizaguirre, de Soloptical Atocha, en Ma­drid, decidió estudiar Óptica y Optometría porque le pareció muy interesante el mundo de las lentes y la luz. Además, "era una carrera que tenía mucha salida profesional. Un sector en el que prácticamente no hay paro", señala. A nivel de experiencia, explica, "trabajé un año en una óptica familiar, donde aprendí a ejercer la profesión, y después realicé un máster de dos años enfo­cado a la óptica técnica. Gracias a ello, estuve cinco años en un la­boratorio de óptica dedicado al sector aeroespacial, pero después me fui a Canarias unos años a trabajar en una óptica de nuevo. Es una profesión que te permite cambiar de comunidad autónoma sin problema, ya que hay trabajo en todos los sitios", apunta.

Actualmente en Soloptical Atocha, su día a día "es muy entre­tenido", afirma. Al estar en el corazón de Madrid, "es un sitio de paso, en el que los clientes suelen necesitar las gafas en una hora, por lo que se valora mucho la inmediatez. También hay muchos turistas que buscan gafas de sol o lentes de contacto. Además, te­nemos clientes del barrio, que nos tienen como óptica habitual y hacemos gafas progresivas", explica. Una ubicación que les ha permitido tener clientes famosos. "Como por la estación de Atocha pasa mucha gente famosa, muchos actores entran en la óptica y nos compran, sobre todo, gafas de sol. Una vez entró An­tonio Banderas y compró unas gafas que después llevó puesta en los Premio Grammy", comenta.

Sin embargo, lo que más valora de su profesión es "la labor sanitaria que realizamos, también a nivel social. Cubrir las nece­sidades visuales de los clientes, asesorando siempre bajo criterio profesional. El trato con el cliente, aunque a veces es difícil, en general me resulta muy satisfactorio. Ayudar a que la gente vea mejor es algo muy bonito", afirma.

Respecto a los cambios más palpables en los últimos años, apunta a que "la profesión, en esencia, sigue siendo la misma, pero, como en todos los sectores, cada vez está adaptándose más a las nuevas tecnologías y a las necesidades que surgen de su uso. Se premia más la inmediatez, pero los tiempos de producción to­davía son bastante largos". Es por eso que afirma, en relación al futuro , que "el mundo de la óptica avanza, como en todos los sectores, hacia el mundo digital, la tecnología. Es evidente que al final la profesión progresará hacia la compra de lentes de contac­to y gafas graduadas por internet. Pero es importante resaltar la labor del óptico optometrista a la hora de prescribir una gafa o unas lentes de contacto".

¿Qué debería cambiar en la profesión? Valentina Guembe enu­mera varias cosas. Por un lado, asegura, "debe orientarse a las necesidades de los clientes, que son cada vez más inmediatas. Los plazos de entrega deberían acortarse y, para ello, la fabricación de los productos debería realizarse en el mismo país, incentivan­do así la producción nacional. Es evidente que la compra de len­tes de contacto debe facilitarse por internet, así como el envío a domicilio". Y, por otro lado, apunta, "es una profesión muy sacrifi­cada, por la cantidad de horas que el establecimiento está abier­to. El convenio de ópticos debería proponer unos horarios más flexibles, para que el profesional pueda disfrutar de más tiempo fuera de la jornada laboral." Y, finalmente, cree que "es una pro­fesión sanitaria que no está valorada como debería. Habría que incorporar más ópticos optometristas en centros de salud y hos­pitales. Se debería tomar conciencia de la labor tan importante que realiza el óptico optometrista para mejorar la calidad visual de las personas", concluye.

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