A pesar de que, en España, el 4,74% de la población entre 15 y 64 años usa lentes de contacto, es decir, existen más de 1,5 millones de usuarios, las expecta­tivas de crecimiento siguen siendo altas. Y si bien las lentes de contacto son un producto sanitario que cumple con todas las normas de sanidad y de seguridad de uso, hoy en día existen ciertos miedos y dudas por parte de los usuarios a la hora de dar el paso de comenzar a usar lentillas y adaptarse a ellas. En este sentido, el Fórum de Contactología elaboró, junto con la Asociación Visión y Vida, el estudio ¿Las lentillas están hechas para mí?, con el objetivo de proporcionar todo tipo de información a los profesionales de la visión acerca de las opi­niones, dudas, obstáculos y temores de las personas que utili­zan lentes de contacto o que, alguna vez, han pensado usarlas. Sobre todo, porque aspectos como la desinformación, los bu­los y la falta de asesoramiento son algunos de los frenos que impiden a muchas personas plantearse el hecho de empezar a usar lentes de contacto. Mientras que, en otros casos, muchos usuarios se niegan a seguir utilizándolas y optan por abando­nar su uso. Un hecho que está comenzando a extenderse más de lo que los profesionales ópticos y sanitarios querrían.

Por este motivo, el Fórum de Contactología puso en marcha una encuesta, en 2023, dirigida a toda la sociedad, en la que se preguntaba, entre otros aspectos, por el uso de lentes de contacto, las expectativas y las barreras que suponía su utiliza­cion para aquellas personas que, aun queriéndolo, no habían dado el paso para iniciarse en la utilización de las lentillas. De tal manera que los resultados permitieron no solo conocer la perspectiva de los usuarios, sino también la de aquellos que habían dejado de usarlas. Así, algunos de los datos reflejados en la encuesta señalan que España es el quinto país de Europa con un mayor mercado de lentes de contacto (en valor) y con un crecimiento que se muestra imparable, tal y como mues­tra el hecho de que, en el año 2022, hubiera más de 60.000 nuevos usuarios de lentillas. Lo que supone un incremento del 9,5% en valor respecto a 2021, según EUROMCONTACT, la aso­ciación europea de fabricantes de lentes de contacto.

La encuesta se llevó a cabo por medio de una landing page a la que acudían los participantes y respondían a un breve cues­tionario de 16 preguntas, de forma ágil y rápida, que permitía registrar sus respuestas, entre cuatro posibilidades distintas. Los primeros resultados recogidos proporcionaron una mues­tra de 535 respuestas válidas. Entre los participantes de la en­cuesta se observó que dos de cada tres eran mujeres y que, por edades, el grupo más numeroso, con una representación del 46%, lo componían personas de entre 46 y 65 años y que, en lo relativo al estado de su visión, tenían presbicia. Por co­munidades autónomas, dos de cada tres personas provenían de la Comunidad de Madrid (17,2%), Comunidad Valenciana (14,8%), Andalucía (13,5%), Cataluña (12,7%) y Galicia (8,6%).

Lentillas y deporte

Si bien las lentes de contacto aportan un excelente confort y visión en todas las actividades, es cierto que para algunas per­sonas suponen realmente una ventaja frente a las gafas. De hecho, los tipos de lentes de contacto que tuvieron un mayor crecimiento en 2022 fueron las diarias o de un solo uso y las diarias multifocales, abriéndose paso entre los présbitas o per­sonas con vista cansada. Por su parte, las lentillas mensuales, junto a las lentes convencionales, más resistentes que las len­tes blandas, así como más firmes y rígidas, y cuya vida es relati­vamente más larga que otros modelos, y que incluyen blandas y RPG (lentes rígidas permeables a los gases), mantuvieron su crecimiento por encima del 4%. Respecto a las soluciones de mantenimiento, estas no varían en sus cifras de venta. De tal manera que son una excelente solución visual que proporcio­na confort y buena visión, adaptándose a las necesidades de las personas que las utilizan. Asimismo, factores como el buen tiempo, el deporte, el ocio y la estética son clave para este sec­tor que está en alza.

La encuesta realizada por Fórum de Contactología, junto con la Asociación Visión y Vida, también quiso entrar a valorar al­gunos aspectos del estilo de vida de los usuarios con el propó­sito de poder hacerles una recomendación más ajustada a sus necesidades, sabiendo que las lentes de contacto les pueden facilitar la realización de ciertas actividades o bien ayudarles a elegir ese modelo acorde a sus preferencias. En este sentido, la muestra recogía respuestas acerca de si los usuarios hacían de­porte y las horas a la semana que dedicaban a dicha actividad. Según los datos, el 35,9% de los usuarios realiza deporte más de dos horas a la semana y el 17,2% durante más de cuatro ho­ras. En el lado contrario se sitúan el 35,1% de los usuarios parti­cipantes que afirmaron no hacer ningún tipo de deporte. Otro factor importante fue conocer, de primera mano, cuánto tiem­po pasaban al aire libre, especialmente los más jóvenes, rango de la población que está en edades propensas a que la miopía siga incrementando. En este sentido, los datos extraídos de la encuesta mostraban que la mitad de los participantes, es decir, el 49,9%, afirmó que pasaba muy poco tiempo al aire libre.

El factor estético y el hecho de que una persona pueda elegir entre lucir sus gafas o mostrar directamente sus ojos puede determinar en el usuario la necesidad de querer combinar el uso de lentes de contacto con las gafas graduadas, aunque sea de manera ocasional. Con esta idea, se realizó la pregunta de si se consideraban personas presumidas: así un 45% de los parti­cipantes se definen como muy presumidos o que les importa su aspecto. A su vez, a una de cada tres personas, lo que signi­fica el 31% de la muestra, le gustaría no llevar gafas, mientras que más de la mitad de los participantes, el 51,2%, afirmó que `a veces´ le gustaría no llevar gafas.

Asimismo, con el objetivo de conocer los hábitos de utilización de las soluciones ópticas para la visión, la encuesta incluida una pregunta acerca del uso de gafas de sol para la protec­ción de los ojos de la intensidad lumínica de la radiación solar y de los perjudiciales rayos UV. Los datos señalaron que una de cada tres personas (37,2%) combinaba más de unas gafas de sol. A su vez, el 71,8% de la muestra utilizaba sus gafas de sol con frecuencia y el 28,2% destacó que no usaba gafas de sol o lo hacía solo ocasionalmente.

Salud ocular

Otro de los datos que puso de manifiesto esta encuesta fue el hecho de que tres de cada cuatro participantes confirma­ron que tienen síntomas de sequedad ocular, de forma muy frecuente o de forma ocasional. Analizando más en concre­to los datos por grupos de edad, el grupo de la población de más edad es el que muestra una sintomatología de sequedad ocular más elevada. Tanto es así que la diferencia en las res­puestas `Con mucha frecuencia´ y `A menudo´ es de casi diez puntos porcentuales mayor, si lo comparamos con el grupo de los más jóvenes, lo que da como resultado el 15,9% en la po­blación más joven respecto al 24,9% de los mayores. De igual manera, para obtener información sobre la salud palpebral, es decir, el hecho de mantener los párpados limpios con el obje­tivo de prevenir y tratar correctamente determinadas posibles enfermedades, la encuesta incluía una pregunta acerca de si los usuarios sufrían cuadros inflamatorios por la aparición de orzuelos. El 10,5% afirmó que le salían orzuelos a menudo o de vez en cuando. Mientras que, preguntados por el incremento de la miopía, se observó que a un 4,3% le estaba aumentando `más de lo que les gustaría´ o `bastante´ la miopía. En otro orden de cosas, tres de cada cuatro usuarios que abandonaron el uso de las lentes de contacto lo hicieron por motivos relacionados con el cansancio de usarlas u otros que nada tenían que ver con las lentes de contacto en sí mismas.

El abandono por falta de confort se daba en uno de cada dos pacientes adaptados, si bien cabe destacar que esta falta de confort en el uso de las lentes de contacto fue el principal mo­tivo de abandono en todos los grupos de edad, mientras que el precio fue un factor determinante para uno de cada cuatro pacientes que decidieron dejar de usarlas. Asimismo, la cali­dad de la visión afectó a uno de cada tres pacientes présbi­tas, motivo por el cual decidieron abandonar su utilización. Finalmente, el factor coste del producto afectó, en mayor medida, a las generaciones más jóvenes, como no podía ser de otra manera, situán­dose como principal motivo de abandono en dos de cada cinco menores de 25 años.

El informe también hacía re­ferencia a algunas indicacio­nes a tener en cuenta para un correcto uso de las lentes de contacto. Así, entre los facto­res más determinantes para una utilización saludable los expertos apuntan a que es necesario tener una buena calidad y cantidad de lágri­ma que asegure que los ojos están bien humedecidos. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la frecuencia del parpadeo cuando estamos utilizando las pantallas de los dispositivos móviles (ya sea PC, móvil, tabletas, etc.), se reduce a más de la mitad, pasando de 15-20 parpadeos a niveles de siete u ocho par­padeos por minuto. Algo muy reseñable, sobre todo si tene­mos en cuenta que casi la mi­tad de los participantes en la encuesta afirmó que utilizaba las pantallas más de cuatro horas cada día. Si analizamos las respuestas por grupos de edad, destaca como los más jóvenes, de 25 años o menos, son el grupo de los nativos digitales y los que más interaccio­nan con estos dispositivos. Por el contrario, en el grupo de edad de 45 a 65 años, la mayoría de los participantes (dato que se sitúa en el 73,0%) afirma utilizar pantallas entre una y cuatro horas diarias.

En cuanto a la pregunta de cuál era el número de dioptrías que tenía la población encuestada, sin entrar en detalle de si eran de miopía, hipermetropía o astigmatismo, analizando sus res­puestas se puede observar que la mitad de los participantes afirmó tener menos de 2 dioptrías; uno de cada tres se situa­ba en el intervalo de 2,25 a 4,00 D y el 10,5%, entre las 4,25 y 6,00 D. A su vez, alrededor de un 7,5% de la muestra respon­dió tener más de 6,00 D. Destacar, asimismo, que la limitación del campo visual por la propia montura y el efecto prismático que se produce al mirar por las zonas más alejadas del centro de la lente puede ser un factor a tener en cuenta, sobre todo porque este hecho no se produce si se utilizan lentes de con­tacto. Valorando esto, una de cada tres personas encuestadas, es decir, el 32,4%, afirmó que la montura de las gafas limitaba su campo visual.

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