Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de jóvenes están en riesgo de pérdida auditiva debido a la exposición regular y prolongada a sonidos fuertes, especialmente relacionados con la música. Sin embargo, la pérdida de audición inducida por ruido se puede prevenir mediante la adopción de ...
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de jóvenes están en riesgo de pérdida auditiva debido a la exposición regular y prolongada a sonidos fuertes, especialmente relacionados con la música. Sin embargo, la pérdida de audición inducida por ruido se puede prevenir mediante la adopción de estrategias de protección que se deben poner en práctica a diario.
Con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, que se celebra cada 24 de abril, los especialistas de MED-EL señalan la importancia de cuidar el sentido del oído para evitar cualquier posible complicación en nuestra salud auditiva.
La pérdida auditiva no solo afecta a las generaciones mayores. Casi el 50% de las personas de entre 12 y 35 años corren el riesgo de dañar permanentemente su audición. Las consecuencias de la pérdida auditiva permanente son extensas y tienen un impacto significativo en la calidad de vida de cualquier persona que la padezca. De hecho, de no tratarse, pueden repercutir negativamente en la capacidad de comunicarse y en la propia confianza para desenvolverse en situaciones sociales o laborales, además de en la seguridad propia y en el bienestar general.
La buena noticia es que, en la gran mayoría de los casos, la pérdida auditiva causada por la exposición a ruidos fuertes es evitable. Entre las principales estrategias destacan:
Se necesita más concienciación
"La mayoría de las personas no son conscientes de los peligros asociados a la escucha frecuente de sonidos fuertes o ruidos intensos durante largos períodos de tiempo, especialmente cuando se escucha música a través de auriculares, teléfonos inteligentes y otros dispositivos de audio", señala Julio Rodrigo Dacosta, director general de MED-EL España y Portugal. Ante esta situación, los expertos advierten que revisar la salud auditiva de forma periódica es fundamental, ya que, a diferencia de otros problemas de salud que afectan a otras partes del cuerpo, las lesiones que afectan al oído interno no se curan y, con el paso del tiempo, la audición podría acabar empeorando de forma progresiva y permanente.
Una pérdida auditiva no tratada puede producir importantes consecuencias en el estado de salud de las personas, pero, en la actualidad, los avances tecnológicos ofrecen una mayor variedad de soluciones para personas que padecen hipoacusia. En concreto, la aparición de los implantes cocleares, y su innovadora tecnología, han evolucionado significativamente en las últimas décadas, lo que ha permitido que numerosos usuarios, para los que el audífono no es una solución que aporte una calidad de audición suficiente, recuperen su audición.
El implante coclear es un dispositivo electrónico que transforma las señales acústicas en impulsos eléctricos que estimulan el nervio auditivo enviando la información al cerebro, permitiendo, de esa forma, restaurar la audición. En aquellos casos en los que los audífonos no son capaces de aportar la amplificación suficiente para adaptarse a los sonidos del día a día, así como para aquellos pacientes que presenten hipoacusia neurosensorial severa o profunda, los implantes cocleares pueden ser la mejor solución.