La jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Virgen del Rocío y oftalmóloga de la Clínica Baviera (Sevilla), Margarita Cabanás, ha destacado, "en pleno aumento" de los casos de alergias oculares, "el considerable impacto económico que esta patología en el ámbito sanitario y en la economía en general". Según ha ...
La jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Virgen del Rocío y oftalmóloga de la Clínica Baviera (Sevilla), Margarita Cabanás, ha destacado, "en pleno aumento" de los casos de alergias oculares, "el considerable impacto económico que esta patología en el ámbito sanitario y en la economía en general".
Según ha explicado Cabanás, "los costes directos e indirectos asociados con las alergias oculares representan una carga financiera significativa para los pacientes y para los sistemas de atención médica".
Entre los costes directos se incluyen los gastos relacionados con la atención médica, como consultas oftalmológicas, medicamentos y tratamientos especializados; el coste de los recursos humanos necesarios para el manejo de consultas, desde el personal administrativo hasta los enfermeros y facultativos; y los gastos de infraestructura, como el espacio físico necesario en consultorios y hospitales.
Según la Orden del Servicio Andaluz de Salud (SAS) 14 de octubre de 2005, el precio medio por acto médico en la atención en consulta es de 114,12 euros para la primera visita especializada y de 54,58 euros cada revisión. En cuanto costes indirectos, las alergias oculares "producen bajas laborales prolongadas y pérdidas de productividad en el trabajo debido a síntomas incapacitantes, entre otros", ha recordado la oftalmóloga.
En este sentido, ha indicado que "son muchos los pacientes que se enfrentan a una carga financiera significativa debido a los tratamientos y medicamentos necesarios para controlar los síntomas, algo que puede tener un impacto negativo en su calidad de vida y bienestar general". El artículo Carga económica de la gestión inadecuada de las enfermedades alérgicas en la Unión Europea: una revisión GA2LEN, publicado en 2014, plasma cómo entre 55 y 151 millones de euros es lo que se gasta al año por absentismo laboral.
Cada paciente no tratado al año cuesta 2.405 euros, mientras a cada uno que sí ha sido tratado le corresponden 125 euros, siendo tan solo un 5% del coste frente a los que no tratan la enfermedad. Esto tiene un ahorro potencial de hasta 142 millones de euros.
Por su parte, el método planteado por McMenamin confirma que la disminución de la productividad de un paciente afectado supone un gasto de 197.68 euros al año. Ante esta situación, Margarita Cabanás hace una llamada a la acción, donde "el primer paso consiste en prevenir las alergias oculares; mantener el entorno lo más libre posible de los alérgenos conocidos como el polen, el polvo, los ácaros, los pelos de animales o los hongos; utilizar protección ocular, evitar frotarse los ojos, especialmente si las manos no están limpias, y lavar la ropa de cama con regularidad".
A esto se le suma "la importancia de implementar campañas de prevención para educar al público sobre las alergias oculares y fomentar hábitos saludables que puedan ayudar a prevenir su desarrollo", según ha recordado.
Finalmente, otra de las sugerencias que la oftalmóloga ha propuesto para mitigar los costes y mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren de alergias oculares pasa por "adoptar protocolos de tratamiento más efectivos". Entre éstos, la doctora Cabanás apuesta por "promover la investigación para comprender mejor las causas subyacentes de los factores que influyen en las alergias y desarrollar métodos y curas más personalizadas, adaptadas a cada caso".