Cómo educar al cerebro para convivir con tinnitus

Actualmente no existe un tratamiento curativo efectivo contra los acúfenos. Sin embargo, según la audióloga Sandra Salinas, es posible conseguir que el cerebro ignore este molesto sonido mediante la habituación y técnicas de relajación.

08/05/2024

La audióloga del Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz, Sandra Salinas, ha explicado que en la actualidad no existe tratamiento curativo para el acúfeno, pero sí estrategias y pautas para controlar o reducir los síntomas a través de la educación del cerebro. "Existen soluciones en aquellos casos en los ...

La audióloga del Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz, Sandra Salinas, ha explicado que en la actualidad no existe tratamiento curativo para el acúfeno, pero sí estrategias y pautas para controlar o reducir los síntomas a través de la educación del cerebro.

"Existen soluciones en aquellos casos en los que condicionen la calidad de vida de los afectados, con el objetivo, no de eliminar la percepción del sonido, sino de aprender a vivir con él y educar al cerebro para que no sea consciente de este problema, no focalice su atención sobre él y no se convierta en una molestia", ha desarrollado Salinas.

El tinnitus, también llamado acúfeno, es la percepción de un sonido que suele describirse como un zumbido, silbido o siseo, que se escucha en un oído, en ambos o en toda la cabeza, sin que exista nada externo que lo esté produciendo, por lo que otras personas no pueden escucharlo.

Entre las múltiples causas que pueden generarlo, destacan la exposición prolongada a ruidos intensos, una lesión en el oído interno provocada por un traumatismo o una acumulación de cerumen que haya generado un tapón.

Esta patología afecta a entre el 10 y el 17 por ciento de la población, aunque en la mayoría de los casos no condiciona la vida de quienes lo sufren porque no produce alteración en su procesamiento central.

Sin embargo, hay afectados que sufren son síntomas molestos, como un sonido dentro del oído o de la cabeza que no se puede controlar, y que en ocasiones empeora, especialmente en el silencio. Además, "puede generar ideas negativas respecto la causa del acufeno y su posible evolución, e incluso incapacidad para desarrollar una vida normal", ha añadido Salinas.

Como consecuencia de esto, el tinnitus "puede producir fatiga, aislamiento social, sensación de incomprensión total y alteraciones del estado emocional, entre ellos ansiedad, depresión e insomnio; magnificar la percepción de los estados de ánimo negativos; y alterar la capacidad de concentración; dependiendo el grado de severidad de todo ello de la sensación de control del paciente".

Para afrontar estos efectos, la audióloga recomienda "evitar ambientes silenciosos, hacer un buen uso de los sonidos ambientales, tales como música relajante, el ruido del televisor, un ventilador o cualquier sonido a una intensidad leve con la que el paciente se encuentre mejor, y utilizar técnicas de relajación como el yoga o el mindfulness".

Asimismo, es recomendable "disminuir la carga emocional negativa, no utilizar tapones de oídos, no ´buscar´ el acufeno ni compararlo con días anteriores, y ejercitar el acúfeno como un sonido externo al cuerpo, amén de seguir los consejos del especialista". Todo ello, matiza Salinas, para, "una vez descartada alguna patología, pasar el ruido de la zona de consciencia a la inconsciencia del cerebro". Y es que, concreta, si bien "los ruidos pueden existir siempre, lo que buscamos es que el cerebro los filtre para que no los ´escuchemos´".

"La meta es la habituación, es decir, la no percepción de los acúfenos, a pesar de su existencia, y que no sean un elemento de atención e influencia negativa en la vida de los pacientes; algo que, a priori, puede conseguirse en la mayoría de los casos", concluye la especialista.