Los centros de especialidades José Marvá, Peñagrande, y Colmenar Sur, adscritos al Hospital Universitario La Paz, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, han incorporado un sistema de Diagnóstico Oftalmológico Robotizado mediante Inteligencia Artificial (DORIA). Se trata de una herramienta que permite al especialista que está ...
Los centros de especialidades José Marvá, Peñagrande, y Colmenar Sur, adscritos al Hospital Universitario La Paz, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, han incorporado un sistema de Diagnóstico Oftalmológico Robotizado mediante Inteligencia Artificial (DORIA). Se trata de una herramienta que permite al especialista que está en estos centros realizar diagnósticos más precisos y derivar de manera correcta al paciente a la especialidad oftalmológica correspondiente dentro del Servicio de Oftalmología del Hospital La Paz.
En tan solo ocho minutos, la herramienta realiza 100 pruebas diferentes, que proporcionan todos los datos necesarios para iniciar el diagnóstico. Tras su puesta en marcha hace unos meses, estos centros cuentan ya con una experiencia acumulada al haber analizado a más de 2.000 personas, a los que se les ha hecho un prediagnóstico integral antes de asistir a la consulta en el Servicio de Oftalmología del Hospital La Paz, consiguiendo así una reducción del 44% de pacientes que acuden derivados de manera incorrecta.
Con este nuevo servicio, el circuito habitual de los pacientes con posibles patologías oftalmológicas pasa por la toma de agudeza visual, anamnesis y una exploración completa del equipo por IA con mediciones objetivas. Gracias a este equipo existe la posibilidad de detectar más de 20 patologías oculares, en un corto espacio de tiempo. Los resultados se envían al Servicio de Oftalmología para realizar un cribado eficiente de los pacientes.
Según las estadísticas de los primeros pacientes, el 30-35%, después de un diagnóstico completo, recibe directamente el alta con un seguimiento pautado; otro 30-35% se redirige al ambulatorio y el resto de los pacientes se distribuyen entre las diversas especialidades del servicio.
Un paso más en la atención integral
Además, gracias a esta tecnología no solo es posible agilizar el proceso de atención oftalmológica, sino que también democratiza las pruebas para todo tipo de pacientes y optimiza los recursos hospitalarios. Todo ello centrado en la necesidad creciente del cuidado de la salud visual debido al envejecimiento de la pirámide poblacional.
En algunas especialidades médicas (y en especial en la oftalmología) la longevidad produce un efecto geométrico en el aumento de pacientes con problemas visuales. Esto se ve agravado por el carácter crónico de muchas patologías, como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) o el Glaucoma.
España realiza más de 400.000 operaciones de cataratas al año, unas cifras que aumentarán al menos un 30% en los próximos 5 años y que incrementarán la presión presencial sobre el sistema de salud a nivel nacional.