Desde primeros del mes de julio de 2024, están llegando a España los niños saharauis del programa Vacaciones en Paz, de la mano de la Delegación Saharaui en España, encargada de coordinar la labor conjunta de un gran número de asociaciones y fundaciones en toda España. El programa Vacaciones en Paz ...
Desde primeros del mes de julio de 2024, están llegando a España los niños saharauis del programa Vacaciones en Paz, de la mano de la Delegación Saharaui en España, encargada de coordinar la labor conjunta de un gran número de asociaciones y fundaciones en toda España.
El programa Vacaciones en Paz permite que los niños saharauis puedan vivir durante los meses de verano con una familia en España, fuera de los campos de refugiados y así, darles la oportunidad de conocer una nueva cultura y un nuevo idioma, algo inalcanzable para ellos en su lugar de origen.
Otro de los beneficios del programa es que favorece que los niños aprovechen su estancia en España para someterse a revisiones de salud general, gracias a la colaboración de numerosas entidades.
Así, en materia de salud visual, los padres de acogida de los niños y niñas pueden acudir con ellos a las ópticas adscritas a la Fundación Cione Ruta de la Luz en toda España, que mantiene la iniciativa desde el año 2005. Todos los que las necesitan, se llevan su gafa nueva graduada de vuelta a los campamentos.
Hach Ahmatu Sidi-Ami tiene once años. Su madre de acogida en España es Consuelo Cruz. Viven en Leganés, y forma parte de la Asociación el Río de Oro de Fuenlabrada. 2024 es el tercer año que Hach viaja a España con esta misma familia de acogida. Consuelo afirma, un poco triste, que "la experiencia ha sido maravillosa". Y es que, por protocolo, éste será el último en el que el niño viaje a España.
En todo caso, se hizo necesario un periodo de adaptación. "El primer año fue duro. Vinieron poco tiempo, por un retraso burocrático, y no tuvimos la ocasión de conocernos en profundidad. Es muy importante que el niño confíe en la familia de acogida", explica Consuelo.
La familia leganense tiene un hijo de trece años. "Necesitábamos un periodo de adaptación, para entender nuestras culturas. Pero con comprensión y amor, todo se arregla", añade. Ya el segundo año -2023- fue excelente. "Los niños se entendían mejor y Hach aprendió castellano", cuenta Consuelo. Este año -el último- todo está yendo todo sobre ruedas. "Ya no nos lo traen más", lamenta Consuelo.
También desde el punto de vista de la salud, Consuelo está muy satisfecha con Vacaciones en Paz. "En general, el programa es maravilloso, sobre todo porque les da la oportunidad a los niños de salir de los campamentos, verdaderos hornos con temperaturas de más de 50 grados. Venir a España a pasar un verano, tener un reconocimientos médicos para detectar y paliar los problemas que puedan tener, es muy necesario para todos estos niños", explica la mamá de acogida.
Sin el apoyo de la Fundación Cione Ruta de la Luz los niños no tendrían posibilidad de hacerse unas gafas nuevas. Además, la vida de monturas y cristales en el Sáhara es tan dura como la de los niños. Si se rompen, no hay reemplazo. "Las arreglan como pueden. Eso es todo", afirma Consuelo. Por eso, está muy agradecida a la Fundación Cione Ruta de la Luz. "Es fundamental proteger la vista", termina, animando "a todas las familias a que puedan a acoger a niños saharauis".
Víctor Gil, óptica Paraíso Visual en Aluche, es el óptico que revisa la vista de Hach desde hace dos años. Con un fuerte astigmatismo, el niño necesita gafas para lejos y cerca. "Sin ellas, ve las cosas torcidas y borrosas", señala Victor Gil. "Por lo que me cuentan, las gafas no están bien vistas entre los niños. Algunos niños se las ponen menos de lo necesario, y les cuesta mantenerlas más de un año, también por las duras condiciones climatológicas. Por eso, las entregamos de pasta, parque que aguanten más", añade. Para Hach, son más que necesarias. "Sin ellas en el colegio, será muy difícil que aprenda", termina. Las de 2024, serán las últimas que se pueda llevar de España. "Ojalá le sirvan para acceder, gracias a ellas y a sus estudios, a un futuro mejor", termina Cristina López-Mora, gerente de la Ruta de la Luz.
Para llevar a cabo este proyecto de salud visual, la Ruta de la Luz cuenta con la colaboración de Fundación "la Caixa" y de Fundación Amara NextGen.
Desde el año 2005, la Fundación Cione Ruta de la Luz ha entregado más de 2.500 gafas nuevas a niños y niñas que necesitaban corrección visual, al tiempo que han practicado en torno a 3.600 revisiones visuales completas a los niños y niñas que llegan a España de la mano de este programa.