Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prevé que la mitad de la población mundial será miope en 2050, considerando este defecto refractivo como una "pandemia" que afecta especialmente a los países desarrollados y a los jóvenes. De hecho, según estudios realizados en nuestro país, en tan solo ...
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prevé que la mitad de la población mundial será miope en 2050, considerando este defecto refractivo como una "pandemia" que afecta especialmente a los países desarrollados y a los jóvenes. De hecho, según estudios realizados en nuestro país, en tan solo seis años, la prevalencia de esta condición visual en menores ha crecido casi un 20% en España, donde uno de cada cinco niños en edad escolar ya tiene miopía.
La miopía es un problema de visión que afecta a la agudeza visual lejana, ocasionando que los objetos distantes se perciban de forma borrosa. Esta dificultad para enfocar correctamente de lejos ocurre cuando el globo ocular es más grande de lo habitual, lo que, en casos de alta miopía (a partir de las 6-8 dioptrías), también conlleva una alteración de las estructuras oculares y un mayor riesgo de complicaciones en el futuro, como, por ejemplo, problemas de retina, catarata y glaucoma.
De ahí la importancia de poner freno al crecimiento acelerado del ojo durante la infancia, que, por lo general, suele estabilizarse entre los 20 y los 25 años. No obstante, la carencia de un control temprano de la miopía podría afectar el correcto desarrollo del niño, así como a su rendimiento académico.
En cuanto a los factores que pueden contribuir al desarrollo o el empeoramiento de la miopía, se cree que su aumento se debe, en gran parte, a los nuevos hábitos de estilo de vida, entre los que destaca pasar menos tiempo expuestos a la luz natural y más tiempo en espacios interiores realizando actividades relacionadas con dispositivos digitales o el abuso prolongado de la visión de cerca. Igualmente, la genética es otro factor de riesgo que preocupa a muchas familias cuando hay, al menos, un padre miope.
Por eso, "los oftalmólogos buscamos frenar este problema de visión, de forma que la miopía de un niño cuyo ojo está creciendo muy rápido o que ya tiene mucha miopía, evolucione mucho más lento", expresa el Dr. Ricardo Cocco, oftalmólogo infantil de Miranza Begitek y Miranza Ókular, quien, con motivo de la vuelta al cole, proporciona seis consejos prácticos para evitar o retrasar la aparición de la miopía, así como para ralentizar su progresión.
Control oftalmológico de la miopía infantil
Desde el ámbito de la medicina, el Dr. Cocco señala que hay muchas novedades que permiten ayudar a los niños. "Tenemos múltiples alternativas que son muy buenas y que yo uso mucho en consulta para el tratamiento de la progresión de la miopía. Hay opciones terapéuticas disponibles para miopes de progresión rápida".
Entre los tratamientos que se utilizan actualmente para retrasar el desarrollo de este defecto refractivo en niños destacan, por ejemplo, el colirio de atropina (un medicamento que, en bajas concentraciones, enlentece el alongamiento del globo ocular que provoca la miopía), o las gafas y lentillas de progresión de miopía.
En cuanto a estos avances, el Dr. Cocco expresa que "antes era solo cambiar la gafa y regresar al año siguiente para ver qué pasaba. Ahora podemos ralentizar la progresión de la miopía, por lo que estoy seguro de que en un futuro vamos a poder ayudar a más niños".