Han pasado ya diez años desde que Kaleos emprendió el viaje, y los cumpleaños son festivos y también sensibles. Nos conectan con el origen y el camino recorrido, con lo que somos ahora, y lo que queremos ser. En el día a día tendemos a normalizar todo lo que hemos ...
Han pasado ya diez años desde que Kaleos emprendió el viaje, y los cumpleaños son festivos y también sensibles. Nos conectan con el origen y el camino recorrido, con lo que somos ahora, y lo que queremos ser. En el día a día tendemos a normalizar todo lo que hemos conseguido, pero las efemérides merecían parar y abstraerse un poco.
El camino no ha sido fácil ni rápido, pero sí fluido, orgánico. No han parado pero tampoco han forzado nada. Sencillamente se han concentrado en trabajar, sumidos en un estado creativo, focalizados en el ahora y con una visión en mente. Así, cada hito ha brotado de forma natural, en el momento exacto para poder asumirlo, con las personas perfectas para saber aprovechar su potencial. Una evolución viva y constante movida por la creatividad y la pasión, primero de los fundadores, y después de todo un equipo.
Volver la vista atrás es necesario para valorar lo que somos, aunque, para ser sinceros, el ejercicio nos saca de nuestro confort. Han sido diez años llenos de vida, y en Kaleos se sienten profundamente agradecidos por todo lo que ha pasado, cómo ha pasado, y las personas que lo han hecho posible.
Y no podían pasar diez años sin una gafa especial para celebrarlo. Por ello, han presetando sus gafas de sol del 10º aniversario: impactantes e inolvidables.