La pobreza visual infantil en España, una "lacra" que afecta a más de 720.000 menores  

La Asociación Visión y Vida presenta los datos del informe `Radiografía de la pobreza visual infantil en España 2024´, donde se deduce que un 8,4% de los niños españoles no puede costearse gafas o lentillas

03/10/2024

La pobreza visual infantil, es decir, la imposibilidad de que un menor disfrute de una buena visión por los problemas económicos de su familia es una lacra que persiste en España. A día de hoy se estima que afecta a más de de 724.266 niños y niñas en todo el ...

La pobreza visual infantil, es decir, la imposibilidad de que un menor disfrute de una buena visión por los problemas económicos de su familia es una lacra que persiste en España. A día de hoy se estima que afecta a más de de 724.266 niños y niñas en todo el país, el 8,4% del total. Desde 2021, la cifra solo se ha visto reducida en poco más de 35.000 (760.000, 8,59%). En la mayoría de los casos, no se trata de un problema de accesibilidad, sino de imposibilidad de asumir ese gasto por parte de la unidad familiar.

Como antesala a la Conmemoración del Día Mundial de la Visión (10 de octubre), la asociación Visión y Vida y Correos Express han presentado este jueves 3 de octubre el informe `Radiografía de la pobreza visual infantil en España, 2024´, la actualización del estudio publicado en 2021.

En un contexto en el que diferentes instituciones y gobiernos están desarrollando medidas para ayudar al cuidado visual de los menores más desfavorecidos, Visión y Vida, promotora del término "pobreza visual", ha querido analizar cómo ha evolucionado esta lacra desde 2021, primera vez que se estudió, en la pandemia del covid-19, hasta hoy.

Salvador Alsina, presidente de la asociación, desgrana los datos del trabajo, comparándolos con los de la última versión. "Un 20,7% de la población estaban por debajo del umbral de la pobreza en 2021 (en el caso de los menores, un  27,7%). El año pasado el dato se redujo hasta 20,2% en la población general, y a un 27,10% en los menores. En cuanto a la pobreza visual, en 2021 la sufría un 12,9%, de la población y afectaba a un 8,59% de los niños. En 2023, la cifra bajó hasta el 12,7% y el 8,4%, respectivamente". 

De ellos se deduce, por tanto, que "si bien ha habido una mejora, estamos muy lejos de la situación ideal, pues todavía hay un porcentaje altísimo de personas por debajo del umbral de la pobreza", subraya Alsina. En su opinión, "hablar en números es la mejor manera de ser conscientes de la magnitud de esto. Centrándonos en la infancia, vemos que en 2021 había 761.157 niños afectados por la pobreza visual; 721.497 en 2023". 

El presidente de Visión y Vida compara también la situación entre mayores de edad y menores. "Se deduce que es ligeramente inferior el porcentaje de pobreza visual en el segundo grupo de edad, lo cual tiene su explicación debido a que en las personas adultas aparece a partir de los 40 años problemas de vista cansada, presbicia, así como otros tipos de patologías que en los menores no ocurren". Por lo tanto, tiene toda la lógica esta realidad, "aunque no por ello es menos importante", remarca. 

Otro análisis que sustrae el experto del informe es la distribución desigual de la pobreza visual entre las comunidades autónomas. En este sentido, "Navarra, Asturias, Baleares, Ceuta y Melilla son las regiones en peor situación; mientras que en Galicia, Castilla La Mancha, Madrid y Murcia sucede lo contrario. Esta imagen tan clara sobre cómo se distribuye la pobreza infantil tiene su lógica de acuerdo a los datos de pobreza y población". 

¿Por qué hay que solucionar este problema? Para Salvador Alsina "es evidente: porque la pobreza aísla, excluye, y reduce las oportunidades de futuro". 

Por esa razón, Visión y Vida propone tres soluciones para lograr una tasa 0 de pobreza visual, "o lo más cerca posible". "Sin revisión no hay detección de problemas. El 59% de las familias no revisan, y así no arreglamos nada", señala el presidente de la entidad en primer lugar. Tras llevar a cabo un buen cribado, entonces sí considera fundamental ofrecer soluciones a los más vulnerables, "ayudas visuales a quienes realmente las necesiten".  En el tercer punto "hemos trabajado mucho, pero todavía sin ningún avance por parte de la administración", lamenta Alsina. Se trata de un Plan Estatal de Salud Visual para toda la población en situación de vulnerabilidad, un plan de cuidado visual desde la infancia hasta la vejez. 

Por último, vuelve a insistir en la necesidad de tomar medidas urgentes, desarrollando las implicaciones que la existencia de la pobreza visual infantil tiene en la sociedad. "La visión es imprescindible para el desarrollo del menor, la comprensión del entorno y el rendimiento educativo", asevera. Así pues, cuando faltan recursos económicos, tal y como quedó probado en la crisis de 2008, "la visión deja de ser una prioridad". "La visión no duele y según nuestros estudios, en casi el 70% de los casos es el menor quien detecta sus propios problemas visuales". Y en este sentido, concluye recordando que "uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con un problema de visión".