"La IA puede optimizar no solo el diagnóstico, sino también la experiencia del paciente"

La inteligencia artificial está en camino de revolucionar la contactología, mejorar la detección de enfermedades oculares y optimizar la experiencia del paciente a través de innovadoras herramientas y enfoques interdisciplinarios.

23/10/2024

Durante una reciente conferencia sobre inteligencia artificial (IA) y salud ocular, en el marco del XX Fórum de Contactología, la dra. Alejandra Consejo, investigadora y profesora titular en el Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Zaragoza, destacó el potencial transformador de la IA en el campo de la ...

Durante una reciente conferencia sobre inteligencia artificial (IA) y salud ocular, en el marco del XX Fórum de Contactología, la dra. Alejandra Consejo, investigadora y profesora titular en el Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Zaragoza, destacó el potencial transformador de la IA en el campo de la contactología. Con más de 50 artículos publicados y reconocimientos como el Premio Eria de Euroscience, la dra. Consejo ha sido una voz prominente en la intersección entre la tecnología y la salud ocular.

Comprendiendo la IA en el contexto de la contactología

La doctora inició su exposición subrayando que la IA representa un enfoque interdisciplinario que integra matemáticas, estadística y programación. En el ámbito de la salud ocular, su aplicación se vuelve especialmente relevante. La IA tiene la capacidad de analizar imágenes de la superficie estero-corneal y de la zona anterior del ojo, lo que puede llevar a la detección temprana de enfermedades como el ojo seco o el queratocono. "La IA se ha metido en nuestras vidas, en un abrir y cerrar de ojos", enfatizó, haciendo eco de la rápida adopción de esta tecnología.

Uno de los principales desafíos que enfrenta el sector de las lentes de contacto es el alto índice de abandono por parte de los usuarios. La dra. Consejo hizo hincapié en la cita: "1 de cada 4 portadores de lentes de contacto las abandona, la mayoría por discomfort". Esto refleja la necesidad urgente de innovar en el diseño y ajuste de las lentes para mejorar la experiencia del usuario. La especialista citó a N. Efron, quien afirmó que "todas las lentes de contacto son intrínsecamente inflamatorias", lo que debe ser considerado en el desarrollo de soluciones más efectivas.

El proceso de integración de la IA en la práctica clínica

En su análisis sobre la implementación de la IA, la doctora explicó que el aprendizaje automático es un componente clave. Este enfoque se basa en enseñar a los algoritmos mediante datos etiquetados, como imágenes de ojos sanos y enfermos. "Para enseñar al ordenador, necesitamos unas etiquetas", puntualizó, destacando que este proceso permite al modelo detectar correlaciones y aprender a clasificar adecuadamente.

La dra. Consejo explicó los pasos críticos para aplicar la IA en la práctica clínica:

  1. Decidir sobre los datos a utilizar: La selección de datos adecuados es fundamental para el entrenamiento del modelo.
  2. Limpiar los datos: Asegurar que los datos sean relevantes y útiles es crucial.
  3. Definir conjuntos de entrenamiento y validación: Separar los datos en estas categorías es esencial para evaluar la efectividad del modelo.
  4. Seleccionar y entrenar el algoritmo: Escoger el algoritmo apropiado y entrenarlo con los datos definidos.
  5. Evaluar la precisión del modelo: Comprobar el rendimiento del modelo es vital para garantizar su utilidad clínica.

La detección temprana del ojo seco es un ejemplo destacado donde la IA ha demostrado una precisión superior al 95%, lo que puede revolucionar la forma en que se diagnostican y tratan las enfermedades oculares.

Casos clínicos y aplicaciones prácticas

La doctora presentó varios casos clínicos que ilustran cómo la IA está cambiando el panorama de la contactología. En un ejemplo de China, se ha implementado un sistema que utiliza fotografías tomadas con un móvil para detectar miopía, lo que subraya la versatilidad y accesibilidad de estas herramientas.

Además, la IA puede ser utilizada para personalizar la selección de lentes de contacto. La dra. Consejo explicó que el objetivo es minimizar el número de pruebas necesarias al calcular parámetros óptimos para cada paciente. Esto es especialmente valioso en la adaptación de lentes esclerales, donde se estima la bóveda mediante imágenes OCT, permitiendo una mayor precisión en la selección.

Herramientas de IA para optimizar la atención al paciente

La conferencia también abordó las diversas herramientas de IA que pueden integrarse en la práctica diaria. Programas como ChatGPT y Napkin AI pueden facilitar la comunicación con los pacientes, desde la creación de panfletos informativos adaptados a diferentes edades hasta la generación de infografías y resúmenes de investigaciones. "La IA puede optimizar no solo el diagnóstico, sino también la experiencia del paciente", afirmó la dra. Consejo.

Ética y futuro de la IA en contactología

Sin embargo, la integración de la IA también plantea desafíos éticos y prácticos. La dra. Consejo mencionó que uno de los obstáculos es la dificultad en el manejo del tamaño y la estandarización de las bases de datos. Además, la regulación en Europa sobre la privacidad de los datos puede limitar la competitividad en el ámbito global. "Debemos ser cautos; recae una gran responsabilidad en nuestras manos", advirtió.

La doctora concluyó su intervención señalando que la IA no sustituirá al personal clínico, sino que potenciará su trabajo. "No es magia, son matemáticas", subrayó, enfatizando la importancia de adoptar la IA con respeto, pero sin miedo. Con esta perspectiva, el futuro de la contactología parece estar encaminado hacia una mayor innovación y un enfoque más centrado en el paciente, con herramientas que prometen mejorar la salud ocular a nivel global.

La inteligencia artificial está lista para revolucionar el campo de la contactología, ofreciendo herramientas que mejoran la detección y tratamiento de enfermedades oculares. Con un enfoque responsable y ético, podemos transformar la atención al paciente y garantizar que la salud ocular esté más accesible que nunca. La implementación de estas tecnologías es solo el comienzo; el futuro promete ser aún más emocionante.