El exceso de pantallas causa síntomas como el ojo seco, la picazón ocular, el lagrimeo, la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo o la visión borrosa. Además, en la infancia y adolescencia favorece especialmente la miopía progresiva y el estrabismo agudo. Con el objetivo de aprender a utilizar ...
El exceso de pantallas causa síntomas como el ojo seco, la picazón ocular, el lagrimeo, la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo o la visión borrosa. Además, en la infancia y adolescencia favorece especialmente la miopía progresiva y el estrabismo agudo.
Con el objetivo de aprender a utilizar las tecnologías de forma positiva y disminuir los riesgos que conlleva su uso inadecuado, la Asociación Española de Pediatría (AEP), a través del grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud, lanzó en 2023 el Plan Digital Familiar de la AEP, una guía de recomendaciones adaptada a las necesidades de cada familia y a la edad de los menores que la componen. Así, tras el ejercicio de ese análisis, se van a publicar próximamente las nuevas recomendaciones en un artículo en Anales de Pediatría, el órgano de expresión científica de la AEP, y en la propia web del Plan Digital Familiar.
"En la actualidad ya nadie duda de que los medios digitales afectan a la salud a todos los niveles, y a cualquier edad", explica la doctora María Salmerón, coordinadora del grupo de trabajo de Salud Digital de la AEP. "En 2016, la Academia Americana de Pediatría alertó por primera vez del impacto del mundo digital sobre la salud, y en estos últimos años han ido aumentando progresivamente los ensayos clínicos que corroboran este vínculo", añade la experta.
¿Qué novedades aportan los últimos estudios?
La nueva evidencia científica afirma que existe una fuerte asociación entre el tiempo que los padres pasan frente a la pantalla y el de sus hijos, sobre todo durante las comidas y en el dormitorio. Además, estos estudios han relacionado ese tiempo de pantallas de los progenitores con la frecuencia de rabietas en sus hijos para llamar su atención.
"El uso de dispositivos por parte de los padres en los tiempos de crianza dificulta la interpretación de las necesidades de los hijos, generando malestar en la infancia y adolescencia expresado como rabietas o alteración de la conducta", añade la pediatra.
Se desaconseja el uso de pantallas antes de los seis años, considerándose que no existe un tiempo seguro. "Como excepción, y bajo supervisión del adulto, se pueden usar las pantallas para el contacto social en tiempos cortos y con un objetivo concreto (Por ejemplo, que la persona que está al otro lado de la pantalla le cuente un cuento o le cante una canción)", añade la Dra. Salmerón.
El tiempo de uso de pantallas recomendado según la edad es:
Como explica María Salmerón, "la función de la familia en la protección del impacto de las pantallas en sus hijos es importante. Sin embargo, sería una irresponsabilidad como medida de protección a la infancia que toda la responsabilidad recaiga sobre ellas. Hay dos razones fundamentales: el tiempo que los niños pasan en otros ámbitos como el sistema educativo y que hay familias que, por diversas circunstancias previas o sobrevenidas, carecen de la capacidad de llevar a cabo esta función". Por ello, la AEP urge medidas para luchar contra el uso excesivo de pantallas a las administraciones, tanto a los gobiernos como al sistema educativo. Sería pertinente declararlo un problema de salud pública. De lo contrario, "los menores de colectivos vulnerables serán los que tengan mayor afectación en la salud y el desarrollo", concluye la especialista en pediatría.