La versión más reciente del Libro Blanco de la Visión, elaborado anualmente por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO), refuta esta conclusión, descubriendo que la venta de todos los segmentos del negocio óptico crecen respecto al resultado de 2022. Del mismo modo, si lo analizamos respecto a ...
La versión más reciente del Libro Blanco de la Visión, elaborado anualmente por la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO), refuta esta conclusión, descubriendo que la venta de todos los segmentos del negocio óptico crecen respecto al resultado de 2022. Del mismo modo, si lo analizamos respecto a 2020, año en el que irrumpió la pandemia de la Covid-19, se trata de un crecimiento de más del 32,5 %.
No solo supuso el coronavirus un punto de inflexión para los ópticos, parece ser que también supuso un cambio importante para el cuidado de la salud visual. Tal y como refleja el documento, España puede presumir de ser uno de los países de Europa con una de las redes de establecimientos ópticos más extensa de Europa: 10.004. Es más, se da otra circunstancia importante y es que el colectivo de ópticos optometristas va engrosándose en nuestro país, a juzgar por la comparativa de colegiados por 100.000 habitantes en los últimos años: si en 2018 se situaba en 37,55, a finales del año pasado se contabilizaban 40,07.
Ahora bien, el impacto de la inflación continúa haciéndose notar. Cierto es que la Comisión Europea ha elevado al 3 % la previsión de crecimiento de la economía española en 2024, nueve décimas más que lo que calculó en primavera. El informe macroeconómico más reciente de la UE espera también que España se desacelere gradualmente en 2025 y 2026 (con avances del 2,3 % y el 2,1 %, respectivamente), mientras que, según sus previsiones, rebajará tres décimas la tasa de inflación de este año hasta el 2,8 %. Con todo, permanece descompensado el poder adquisitivo de la población frente a los índices de precios del consumo, lo que se está traduciendo en la reducción de la contratación tanto de servicios como de productos vinculados al sector óptico en el conjunto.
Tomando conciencia de que para muchas familias es inviable poder asumir el coste de productos de salud visual, tales como gafas y lentillas, el Ministerio de Sanidad ha tomado una medida para que estas soluciones "no sean un elemento disruptivo para aquellas familias que no se lo pueden permitir", en palabras de la titular del departamento, Mónica García. Con este objetivo, el Gobierno ha informado de que algunos productos pasarán a formar parte de las prestaciones que cubre la Seguridad Social a partir de 2025. "Creo que esto es algo en lo que estamos de acuerdo desde el punto de vista social y político. No puede ser que el sistema de salud visual o bucodental no esté incluido en el Sistema Nacional de Salud y vamos a trabajar firmemente para que sea una realidad en 2025", ha señalado García. Unos 30 millones de ciudadanos se podrían beneficiar de estas ayudas, empezando a implementarse la medida en niños de las familias más vulnerables. En cualquier caso, constituirá un gran ahorro para los ciudadanos, pues el precio medio de unas gafas ronda los 200 euros, mientras que el de las lentillas se sitúa en unos 120.
Estas tendencias no solo se reflejan en el ámbito nacional, también son representativas de otras comunidades, como las que se analizan en este artículo: Aragón, Castilla-La Mancha y la Región de Murcia.
Aragón
En esta comunidad cabe señalar que la facturación ha seguido la senda del sector en España, con un crecimiento de un 2,9 %. O lo que es lo mismo, de 2022 a 2023 los ingresos han subido de 55, 6 millones de euros a 58,6 millones. También la estela de colegiados por cada 100.000 habitantes, con alrededor de 40 (cinco más que el recuento de 2018). En cuanto al número de ópticos optometristas en la región, en 2023 se situó en los 539.
Analizando las acciones desarrolladas por los profesionales del sector aragoneses, destaca su continua lucha por coincidencia sobre los problemas de salud visual que amenazan el bienestar de la infancia. Por esa razón, el COO Aragón organiza asiduamente campañas de Salud Visual en centros educativos de la comunidad. Alineados con Visión y Vida, los ópticos optometristas alertan del gran impacto que la miopía, una pandemia en expansión, tiene en en el ámbito social y educativo: uno de cada tres casos de fracaso escolar se debe a un problema de visión.
Lamentablemente, en Aragón hay todavía 21.036 menores de edad que sufren pobreza visual, un 9 % de los niños aragoneses. Se trata, además, de un porcentaje ligeramente superior a la media nacional, que según Visión y Vida se encuentra en un 8,4 %, pero algo inferior a años anteriores. Es por eso que el presidente de la entidad, Salvador Alsina, reflexiona sobre que "tenemos preparado un sistema para que los niños estén escolarizados, que tengan la misma enseñanza y, por lo tanto, igualdad de oportunidades. Pero si no cuidamos la visión para que sea correcta, esa igualdad de oportunidades desaparece".
Castilla-La Mancha
Por su parte, en Castilla-La Mancha están registrados 751 colegiados, según los datos del pasado ejercicio. Lo que significa que, en un año, este dato se ha incrementado en 29 profesionales. Asimismo, en el último año los oftalmólogos han realizado un 17,2 % más de intervenciones oftalmológicas que en 2022 y han atendido un 8,8 % más de consultas que en el año previo.
Además, esta comunidad es de las tres analizadas la que más ha incrementado su facturación en 2023, notablemente por encima de la media española: el año pasado el sector castellanomanchego facturó 88,9 millones.
Más allá de estos datos subyace la misma realidad que en Aragón y el resto de España: una incidencia creciente de patologías como la miopía, en tanto que 29.000 niños y niñas de Castilla-La Mancha que necesitan gafas o lentillas (un 7,5 %) no pueden permitírselas por los problemas económicos de sus familia. Así lo muestra el informe Radiografía de la pobreza visual infantil en España 2024, donde también queda patente que un 16 % de los castellanomanchegos, 334.490, necesitan gafas o lentes de contacto y no pueden pagarlas.
La inclusión de las gafas y lentes de contacto entre los servicios de la Seguridad Social es un comienzo para ponerle freno a esta problemática. Pero no por ello se debe dejar de poner el foco en fomentar la prevención y la detención precoz. Óscar Talavera, director general de Hospitales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha reiterado en el marco del XIV Congreso de la Sociedad Oftalmológica de Castilla-La Mancha el compromiso del Gobierno regional por estas vías de actuación. Al respecto, se ha referido a la dotación de 85 retinógrafos en centros de Atención Primaria de toda la región con el fin de prevenir y detectar precozmente las principales patologías de la retina. "En la línea del cambio que establece el Plan de Salud Horizonte 25, tendemos a actuaciones preventivas más que reactivas, y ello se alinea con un trabajo coordinado con Atención Primaria mediante la dotación de estos retinógrafos", ha destacado.
Esta dotación forma parte de un programa de cribado de ámbito regional para la prevención de la ceguera en pacientes diabéticos, cuyo objetivo es poner en manos de los profesionales de Atención Primaria la detección precoz y derivación a los servicios de pftalmología de los pacientes con retinopatía diabética que necesiten tratamiento, reduciendo así la pérdida visual debido a esta patología.
Para desarrollar este proyecto, el Ejecutivo regional ha destinado 2,5 millones de euros a la adquisición de los retinógrafos no midiátricos, que han sido distribuidos en otros tantos centros de salud de todas las gerencias del SESCAM, y que han sido financiados con fondos procedentes del Ministerio de Sanidad a través del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria. Además, se está llevando a cabo un completo programa formativo para los profesionales.
Así lo ha avanzado el director gerente del SESCAM, Alberto Jara. "Este proyecto regional de gran alcance es un síntoma del camino correcto hacia la transformación de nuestro sistema sanitario basado en un cambio de paradigma". Castilla-La Mancha ocupa el segundo lugar a nivel nacional en cuanto a prevalencia de discapacidad visual, con una tasa del 3,2 % debido, en buena medida, a una mayor proporción de población envejecida, a una mayor prevalencia de diabetes y también, probablemente, a un mejor registro de la enfermedad. En España hay 5,3 millones de personas con diabetes, de las que aproximadamente un 25 % presentan algún tipo de retinopatía diabética.
El buen manejo de esta patología implica, en primer lugar, la identificación de aquellos pacientes con riesgo de padecer pérdida visual por la diabetes antes de que el daño sea irreversible. A este respecto, el programa colaborativo que se va a poner en marcha en Castilla-La Mancha, y que vienen desarrollando desde hace años en algunas gerencias, comienza en la consulta de Atención Primaria, médico o enfermera, mediante la captación oportunista de los pacientes crónicos en seguimiento con diagnóstico de diabetes mellitus. Si cumple los criterios de inclusión, se indica la realización de una retinografía.
Región de Murcia
Por último, viajamos a la Región de Murcia, donde el número de ópticos optometristas ha ascendido de 834 a 847, según el INE. De igual modo, el mercado en términos de facturación también creció, superando los 60 millones de euros en 2023, año en el que los profesionales de la región conseguían un hito: su inclusión en el Servicio Murciano de Salud (SMS), tras incluirse por primera vez a profesionales en las oposiciones sanitarias de la comunidad.
A su vez, el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de la Región de Murcia (COORM) celebró el Día Mundial de la Visión con el lanzamiento de la campaña El Precio de No Ver, una iniciativa en consonancia con el gran reclamo de los profesionales, y por tanto destinada a concienciar a la población sobre la importancia de la salud visual y la prevención de enfermedades oculares.
Uno de los temas en el que la iniciativa ha hecho hincapié es en la miopía y el uso de tecnologías, un tema crucial que requiere un enfoque más profundo. La creciente dependencia de dispositivos electrónicos entre los jóvenes está contribuyendo al aumento de la miopía. Por eso, "es esencial abrir un debate sobre la necesidad de implementar estrategias desde el ámbito educativo y de salud pública que ayuden a prevenir la miopía, promoviendo la educación sobre el uso responsable de la tecnología y la importancia de las revisiones oculares regulares", señalan.
Entre otras acciones, el Colegio ha colaborado con el Ayuntamiento de Murcia para la reforestación en la zona de Murcia-Río, con el objeto de sensibilizar sobre la necesidad de reducir el tiempo frente a pantallas entre niños y adolescentes, fomentando una mayor conexión con la naturaleza, lo cual contribuye tanto a la salud visual como al bienestar general.
Esta iniciativa también forma parte del Plan Foresta 2030 del Ayuntamiento de Murcia, que busca transformar la ciudad en un municipio más verde y renaturalizado, especialmente en las zonas colindantes al río, mediante la plantación de especies autóctonas del bosque de ribera. Tal y como sentencia la presidenta del COORM, Ester Mainar: "Con esta acción, el Colegio de Ópticos Optometristas de la Región de Murcia subraya la importancia de educar a los más pequeños sobre la necesidad de disfrutar del verde natural, en contraste con el impacto negativo que el uso excesivo de pantallas está teniendo en la salud visual, especialmente entre los niños y adolescentes."
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