La Semana Santa es una de las festividades más esperadas del año en España, pero también es un momento en el que las ciudades se llenan de ruidos: procesiones, celebraciones religiosas, tráfico y vida nocturna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medio Ambiente, ...
La Semana Santa es una de las festividades más esperadas del año en España, pero también es un momento en el que las ciudades se llenan de ruidos: procesiones, celebraciones religiosas, tráfico y vida nocturna. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medio Ambiente, España es uno de los países con mayores niveles de contaminación acústica, lo que representa un riesgo para la salud general y, especialmente, para la audición. Las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, registran niveles de ruido ambiental superiores a los 65 decibelios, lo que afecta nuestro bienestar y calidad de vida.
Aunque el ruido generado por las celebraciones de la Semana Santa no suele superar los umbrales peligrosos para la audición, la exposición prolongada al ruido de vehículos, personas y eventos festivos sí puede generar efectos negativos a largo plazo. El estrés, los trastornos del sueño y la fatiga mental son solo algunas de las consecuencias que los niveles de ruido elevados pueden ocasionar en nuestra salud.
La Semana Santa también se convierte en una época de ocio, donde muchas personas participan en eventos festivos, conciertos o actividades al aire libre. En estos entornos, el ruido puede superar fácilmente los 85 decibelios, aumentando el riesgo de daño auditivo. Las personas jóvenes, que suelen usar auriculares a un volumen elevado, son especialmente vulnerables a los efectos acumulativos del ruido.
"El ruido constante en entornos urbanos no suele alcanzar niveles capaces de dañar directamente la audición, pero sí puede tener un impacto significativo en nuestra salud general, provocando estrés, ansiedad o problemas de sueño", comenta Ingrid Rubio, directora de Audiología en Aural Centros Auditivos. "Sin embargo, en ciertas actividades recreativas como conciertos, donde se superan los 85 decibelios, el riesgo para la audición es real. Por eso es esencial adoptar medidas preventivas, especialmente entre la población joven, que a menudo no es consciente del daño acumulativo que puede causar una exposición frecuente al ruido."
Cómo proteger tu audición en un mundo ruidoso
Aural Centros Auditivos propone varias estrategias para mitigar los riesgos de la contaminación acústica:
"La pérdida auditiva causada por la exposición al ruido puede desarrollarse de forma progresiva y sin síntomas evidentes, lo que hace especialmente vulnerable a quienes están en contacto frecuente con entornos ruidosos. Trabajadores de la construcción o la industria, músicos, personal de ocio nocturno, técnicos de sonido y asistentes habituales a conciertos o festivales forman parte de los grupos de mayor riesgo. Para ellos, las revisiones auditivas periódicas no solo son recomendables, sino especialmente necesarias para detectar a tiempo cualquier deterioro y evitar daños irreversibles", concluye Ingrid Rubio.