IM OPTICAS nº 10

MONOGRÁFICO 28 Aproximación a la farmacología visual POCAS PERSONAS, A LO LARGO DE SU VIDA, NO VAN A TENER QUE UTILIZAR ALGÚN FÁRMACO OCULAR. LA FARMACOLOGÍA DESTINADA AL OJO ENGLOBA DESDE COLIRIOS DILATADORES HASTA UNGÜENTOS O TRATAMIENTOS CON INYECCIONES INTRAVÍTREAS. El ojo, además de ser un órgano muy sensible, presenta ciertas propiedades frente a los fármacos. Las enfermedades oftalmológicas deben ser tratadas por parte de los especialistas con sumo cuidado y conocimiento. Todavía hoy, existen muchos obstáculos oculares en algunas zonas del ojo como la película lagrimal, la córnea, la conjuntiva y las barreras hematooculares. Un ejemplo: el colirio convencional se acaba desperdiciando por el parpadeo. Por eso, resulta indispensable conocer a fondo las principales características farmacológicas y el uso de determinado fármacos para la prevención o tratamiento de problemas visuales. Los fármacos pueden ser necesarios para tratar enfermedades oculares, pero también lo son como medio diagnóstico o para potenciar el efecto de otros medicamentos, etc. En este sentido, los ópticos optometristas pueden aportar su experiencia y formación sobre los fármacos antimicrobianos, los anestésicos locales o los medicamentos antiin amatorios, entre otra mucha más variedad de opciones terapéuticas que pueden ayudar a mejorar la salud visual de sus pacientes, complementando las explicaciones del oftalmólogo. En sus manos está también la responsabilidad y el deber de promover, mediante una buena educación sanitaria, el uso correcto de toda esta medicación entre la población porque, a lo largo de la vida, será difícil que una persona no necesite usar en alguna ocasión algún fármaco ocular. El óptico optometrista puede, además, detectar las consecuencias visuales anormales de cada tratamiento farmacológico para informar al oftalmólogo. Porque una misma opción no afecta por igual a cada individuo.

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