IM OPTICAS nº 10

37 luz solar. O telescopios, lupas, telemicroscopios o microscopios que se pueden montar a las gafas para su uso puntual, para visión cercana o lejana, según sea la necesidad. Las ayudas no ópticas son aquellas que facilitan el día a día de estos pacientes con determinados objetos. Por ejemplo, bastones para la movilidad, relojes adaptados en Braille, enhebradores para facilitar la costura o teléfonos con la numeración más grande, por ejemplo. Dispositivos electrónicos También se cuenta con las ayudas electrónicas. Aquellas que han llegado gracias al avance de las nuevas tecnologías y que se han hecho imprescindibles para los pacientes con Baja Visión. No solo hablamos de dispositivos de uso común, sino también de aparatos desarrollados específicamente para estas personas con discapacidad visual. Así, por ejemplo, los móviles, tabletas y ordenadores llevan incorporados sistemas que ayudan a la accesibilidad para las personas con Baja Visión. Se puede cambiar el tamaño de los caracteres, hacer zoom a textos e imágenes, asistentes de voz que ayudan a realizar tareas o cambios de color del fondo de pantalla para facilitar la lectura. Así como otras aplicaciones específicas que, aunque no vengan de fábrica, pueden descargarse y que pueden ayudar al usuario. Del mismo modo, las pantallas de plasma y LCD también contribuyen a facilitar mejoras para los pacientes de Baja Visión. Así como las gafas de realidad virtual, que pueden ayudar a visualizar el ordenador o a ver una película con más facilidad. Más allá de estos productos tecnológicos al alcance de toda la población, también existen otros dispositivos electrónicos que se han desarrollado específicamente para personas con discapacidad visual. Desde dispositivos que traducen los textos o convierten imágenes a audio, a gafas de realidad aumentada que amplían el tamaño de los textos y los objetos, con una mejor calidad de imagen, o ayudan a personas con campo visual reducido, situando esa información, que de normal no obtiene, en una zona en la que el paciente la puede reconocer fácilmente. Lo principal en todos estos casos es aportar ayuda para que el paciente no tenga ninguna limitación de convivencia en una sociedad en la que prima la imagen. Será el profesional en Baja Visión el que mejor le aconsejará y guiará sobre qué dispositivo es más idóneo para cada caso. LA REHABILITACIÓN VISUAL PERSONALIZADA AYUDARÁ AL PACIENTE A APROVECHAR AL MÁXIMO LA POCA VISIÓN QUE LE QUEDA Y LE FACILITARÁ LOS MEDIOS PARA QUE PUEDA SER INDEPENDIENTE

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