IM OPTICAS nº 10

42 BAJA VISIÓN Alrededor del 70% de las personas que sufre baja visión en nuestro país no recibe la atención adecuada. Alarmados por esta problemática, el óptico optometrista Ernesto Marco Carmena fundó, junto a otros dos colegas, la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión y Rehabilitación Visual (SEEBV). La entidad nació en 2003, “y a partir de entonces ha ido cumpliendo despacio, pero de forma inexorable, el recorrido que teníamos planteado hacer”, remarca el también presidente de la SEEBV. Constituida como una asociación de profesionales de la visión con la intención de canalizar el interés emergente en el campo de la baja visión y crear un lugar de encuentro entre todos los profesionales, este grupo de expertos considera que el conocimiento en el campo de la baja visión se encuentra en pleno desarrollo; según Marco, debido a varios factores. “Uno es el crecimiento de la esperanza de vida de la población, que es muy acusada”. El experto habla sobre todo de España y Europa, “donde la baja visión está teniendo bastante más auge del que era esperable”. El ‘miedo’ de los optometristas a la baja visión Por otro lado, crece la a sensibilización por parte de los oftalmólogos sobre el estado de los pacientes. Así lo explica el optometrista. “Antes, cuando llegaba a su consulta y ya no había soluciones quirúrgicas o farmacológicas para él, el paciente se tenía que quedar como estaba”. Poco a poco la conciencia sobre la baja visión se ha ido consolidando, añade, “dando como resultado muchas menos reticencias sobre el estado de los pacientes por parte de los oftalmólo- “Un conocimiento básico de la optometría aplicada a la baja visión puede ayudar mucho al paciente” gos y de las clínicas”. “Se han visto resultados contrastados científicamente, y en mucho casos aplicados en situaciones más sencillas de las que en un principio pudiera parecer”, prosigue el experto, “lo que ha conllevado que se vaya incorporando la baja visión, por ejemplo en determinados hospitales públicos (en los privados tiene mucha más presencia), y se divulgue en mayor medida”. Dese la SEEBV defienden la imperiosa necesidad de que los profesionales especializados en baja visión reúnan esfuerzos en un equipo multidisciplinar de rehabilitación para tratar a las personas que sufren una grave deficiencia visual. En este aspecto, para el experto, el papel del óptico óptometrista se desarrolla en una doble vertiente. Por un lado, destaca a “quienes somos especialistas ya formados en baja visión desde hace años”, y por otro, “a los optometristas de a pie”. Bajo la experiencia de Ernesto Marco Carmena, “normalmente este último tiene muchas reticencias y miedos a la hora de actuar en el manejo de un paciente de baja visión, debido a las dificultades que entrañan muchos casos”. Precisamente el fin de la SEEVB desde que se fundó es darla a conocer la sociedad general, pero también a los especialistas, optometristas y otras profesiones sanitarias. En este sentido, recuerda que “el primer escalón sanitario al que podemos recurrir la población general principalmente es la óptica; antes incluso que al oftalmólogo y al hospital”. Por eso, a su modo de ver, “resulta tan importante la detección de problemas graves, los cuales en muchos casos por acumulación de pacientes no se logra en hospitales o en clínicas”. “A los pacientes se les puede ayudar en muchos casos”, remarca. “No digo operar a corazón abierto, pero simplemenErnesto Marco Carmena, presidente de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión y Rehabilitación Visual (SEEBV) LA BAJA VISIÓN ES UNA PROBLEMÁTICA CRECIENTE SOBRE TODO A CONSECUENCIA DEL DEL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN. DE ELLAS, UNAS 700.000 NO RECIBE EL ABORDAJE ÓPTIMO, QUE INCLUYE EFICACES TÉCNICAS DE REHABILITACIÓN VISUAL.

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