IM OPTICAS nº 10

80 AUDIOLOGÍA A Ekaterina Limónova le diagnosticaron hipoacusia neurosensorial a los 36 años de edad. Madre de cinco hijos, ha tenido que enfrentarse a los desafíos de crecer sin un padre, a dos divorcios y a una infancia marcada por el escaso apoyo de su madre y unas serias limitaciones físicas a nivel auditivo que desconoció hasta la edad adulta. Durante la mayor parte de su vida, ni siquiera era consciente de que padecía sordera parcial, lo que no le impidió obtener la licenciatura en Económicas y desarrollar una carrera profesional de éxito en cuatro países. Tras su diagnóstico, se formó como pedagoga especializada en déficit auditivo. Ahora, de la mano de su hija mayor, Tatiana, publica un nuevo libro, bajo el título ‘Por qué’. En él responde a las principales incógnitas que surgen de su tardío diagnóstico: su historia de superación como madre de cinco hijos, cómo llegó a dirigir el área de finanzas de uno de los laboratorios más importantes en Rusia y de qué manera se ha enfrentado a los desafíos de la vida en los diferentes países donde ha residido, tras una infancia complicada en la Unión Soviética de los años 80. Autora, madre y pedagoga especializada en déficit auditivo, Limónova confiesa que “resulta complicado darse cuenta de cómo cambia la vida de un padre o una madre tras un diagnóstico cuando “Ningún audífono o implante coclear puede reemplazar los sonidos que reproducen los analizadores auditivos humanos” hay niños de los que cuidar”. En especial, explica, porque uno de sus hijos tiene su mismo diagnóstico y, por eso mismo, “durante mucho tiempo no reconocía mi propio diagnóstico”. Por un lado, resultó beneficioso porque, al tener que cuidar de su hijo, se motivó “a hacer y aprender más sobre el diagnóstico y sobre ser madre”. Pero, por el otro lado, “era y es difícil ser una persona con hipoacusia, o sea, una persona con una discapacidad y, además de eso, ser madre”. Con retrospectiva, no considera que hubiera sido beneficioso para ella haber sido diagnosticada en su infancia o juventud: “Pensando en ello, no creo que hubiese sido beneficioso”, ya que “en la Unión Soviética no se consideraba la inclusividad en el ámbito académico”. En consecuencia, “tendría que haber ido a una escuela especializada, lo que hubiera limitado enormemente mis oportunidades en Rusia”. Actualmente, uno de sus hijos también padece sordera parcial. “A mi hijo León le diagnosticaron hipoacusia neurosensorial a los cinco años y medio”, recuerda. En su opinión, ambos han tenido “dos infancias muy distintas”. En el caso de ella, tuvo un entorno monolingüe “en el que solo tenía que aprender y procesar un idioma”. En contraposición, “León se ha criado en un entorno bilingüe, donde tenía que absorber el doble de información”. Al haber sido diagnosticado cuando era niño, “resultó mucho más fácil obtener apoyo tanto proEkaterina Limónova, paciente con hipoacusia neurosensorial EKATERINA LIMÓNOVA ES LICENCIADA EN ECONÓMICAS Y PEDAGOGA ESPECIALIZADA EN DÉFICIT AUDITIVO CON NIÑOS. DIAGNOSTICADA CON HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL A LA EDAD DE 36 AÑOS, HA PUBLICADO RECIENTEMENTE ‘POR QUÉ’, UN LIBRO LLENO DE EXPERIENCIAS Y APRENDIZAJES PARA SUPERAR LOS OBSTÁCULOS DE LA VIDA Y PODER GESTIONAR ESTA DISCAPACIDAD DESDE LA INFANCIA.

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