IM OPTICAS nº 12

29 Que una mala salud visual incide en el estado de ánimo y la calidad de vida es un hecho que la mayoría de españoles tiene claro: el 70% concretamente. Pese a ello, la mayor parte de la población española (un 75%) considera que tiene una salud ocular “razonable”. Y además, solo una de cada tres personas cree que su vista es realmente buena, muy por debajo de la percepción de su salud general (un 63% opina que esta es buena o excelente), de acuerdo a los datos extraídos del ‘III Barómetro de Bienestar Ocular’. Por tercer año consecutivo el grupo de oftalmología Miranza ha promovido esta encuesta en el marco del Día Mundial de la Visión celebrado el pasado 12 de octubre. La tercera edición del ‘Barómetro de Bienestar Ocular’ viene a poner sobre la mesa que la importancia que en teoría le damos a la visión no se ve reflejada en la práctica. Así las cosas, según el índice que incluye el estudio, los españoles obtienen apenas un aprobado raspado en lo que se refiere al estado ocular, con un 5,22 sobre 10, un dato que poco ha cambiado respecto al año pasado. Los expertos de Miranza insisten también en que si bien tres de cada cuatro encuestados percibe su salud ocular como razonable, la proporción que la califica de ‘buena o excelente’ es notablemente baja: apenas un 3%. El estrés y la ansiedad, dos problemas de grandes dimensiones El documento, por otro lado, analiza las posibles causas de que flaquee la salud ocular entre la población. Y una de las conclusiones más significativas es que los que sufren estrés tienen peor estado de su visión. Es algo paradójico que los participantes consideren que la vista es un factor clave para ellos a la hora de poder disfrutar mejor de la vida, mientras que el estrés y la ansiedad no solo les merman esa capacidad de disfrutar, sino también provocan que su salud ocular se resienta. Según refleja el estudio, las personas que reconocen sufrir estrés o ansiedad (la mitad de los encuestados) son también uno de los colectivos que peor valora su estado ocular. Al respecto, Jorge Alió del Barrio, oftalmólogo de Vissum Grupo Miranza (Alicante), señala que, “actualmente, estamos sufriendo las consecuencias de dos epidemias que impactan en la salud y el bienestar ocular y una de ellas es la ansiedad y estrés, que, además de provocar de forma directa alguna patología como la coriorretinopatía serosa central, que afecta a la retina, comportan un mayor riesgo de sufrir diabetes, problemas del sueño, trastornos alimenticios y migrañas, lo cual repercute en la visión y empeora procesos como el ojo seco... Es un círculo vicioso”. Si los problemas de salud mental constituyen una epidemia que también impactan claramente en la visión (no en vano, el 60% de la población padece trastorno de ansiedad generalizada a lo largo de su vida y el 42% de la población siente estrés con frecuencia o continuamente), hay otra gran epidemia extendiéndose que amenaza de igual manera la salud y bienestar ocular de los españoles, tal y como alerta el barómetro. Se trata del el abuso de pantallas, una problemática que aumenta la miopía infantil, los espasmos acomodativos especialmente ¿Actualmente tiene alguno de los siguientes síntomas? Incidencia % Intensidad* (Escala 1-3) Excesiva sensibilidad a la luz 35,9 1,33 Sensación vista borrosa 35,5 1,26 Sensación pérdida de visión 32,4 1,23 Irritación/picor/escozor 30,1 1,2 Sequedad de ojos 25,4 1,27 Dolor de ojos 14,3 1,25 Sensación arenilla en ojo 13,4 1,25 Lagrimeo excesivo 13 1,28 *Grado en que se manifiesta el síntoma 1= Leve, 3= Bastante acentuado MMÁS DE LA MITAD DE LOS ESPAÑOLES DE CUALQUIER FRANJA DE EDAD CONSIDERA QUE NO ES POSIBLE EVITAR LA PÉRDIDA DE VISIÓN entre las personas con presbicia o vista cansada, y el ojo seco, sobre todo con la menopausia. En palabras del especialista de Miranza, “se calcula que en el año 2050, el 50% de la población será miope, algo que debe preocuparnos, ya que este defecto refractivo, más allá de ser un problema de graduación, conlleva mayor riesgo de padecer enfermedades de retina y glaucoma”. El oftalmólogo aconseja realizar descansos visuales mirando a lo lejos e incrementar la actividad al aire libre, además de valorar el tratamiento con colirios de atropina para frenar la miopía, especialmente en la edad infantil. En este sentido, Itziar Martínez Soroa, oftalmóloga de Miranza Begitek (San Sebastián), explica que “la relación del ojo seco con las pantallas responde, principalmente, a la reducción del parpadeo al fijar la mirada en la pantalla, ya que los párpados funcionan como el parabrisas de un coche y la exposición ocular altera la película lagrimal y la superficie ocular”. La especialista recomienda la obtención de un diagnóstico preciso, ya que “se trata de una enfermedad multifactorial, que requiere un abordaje personalizado, para lo que, más allá del uso de lágrimas artificiales, actualmente contamos con tecnología aplicada, como la luz pulsada, y con la que logramos controlar de forma muy efectiva los síntomas de este creciente síndrome ocular”.

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