IM OPTICAS nº 13

18 acomodativa y ahora es uno de cada tres. “Son muchísimas las disfunciones que hay hoy en día por el exceso de visión cercana, no sólo por el uso de pantallas. Ha aparecido una serie de problemas porque el sistema visual se tiene que adaptar a las nuevas exigencias visuales de nuestros tiempos”, dice. Asevera que, en esto, “la terapia visual juega un papel muy importante porque es lo que soluciona el problema”. “También hay gafas con ayudas concretas que pueden paliar síntomas, pero al final lo que soluciona la causa es la terapia visual”, manifiesta. Anteriormente se practicaba con unos materiales muy rudimentarios, como mismamente un lápiz para llevar a cabo un ejercicio. En la actualidad, hay, aparte de materiales físicos, mucha tecnología para mejorar estas disfunciones. No obstante, él no es partidario de que lo que te genera el problema, si es, por ejemplo, el sobreuso de pantallas, pueda ser la solución. A su juicio, “la pantalla o lo digital tiene que ser siempre una herramienta más para favorecer, en este caso, la terapia visual. Pero no puede ser la única herramienta”. Ratifica que la Inteligencia Artificial y todos los dispositivos electrónicos ayudan a hacer terapia visual. De hecho, “hay dispositivos, con Inteligencia Artificial incluso, que son como un terapeuta visual online”. Hay muchos programas, que funcionan muy bien y que están implantados en muchas ópticas. Si bien, “eso tiene sus limitaciones”. Repite que, en la terapia visual, lo importante es el feedback que recibe el paciente y el que recibe el terapeuta del paciente. Avisa de que, “si la terapia visual la convertimos en ponerse delante de una pantalla y hacer ejercicios, se pierde totalmente ese contacto y es menos efectiva si se hace totalmente domiciliaria”. Ha de ser mitad y mitad. Síntomas García de la Cruz comenta que la terapia visual se practica sobre todo con la población más infantil-adolescente, “porque es en la infancia cuando se desarrolla la visión”. “No nacemos viendo. Al nacer tenemos dos ojos y una carreterita que va del ojo hacia el cerebro. Esa carretera hay que asfaltarla, teniendo ciertas experiencias visuales y motoras”, apunta. Cuando un niño gatea, empieza a coordinar ambas partes del cuerpo y eso hace que, en el cerebro, en una estructura llamada cuerpo calloso, se vaya uniendo la parte derecha con la parte izquierda del cuerpo y la información del ojo derecho con el izquierdo. Entonces, empiezan a coordinarse los ojos. ¿Qué pasa si nosotros sobreexponemos a niños desde muy pequeñitos, de un año, dos años, a un móvil que se encuentra cerca y deja de hacer lo que tiene que hacer un niño? “Pues nos encontramos que, debido a la falta de estimulación motora y visual, aparecen niños con cinco o seis años que tienen un mal equilibrio, se tropiezan con frecuencia e invierten letras y números, el tres en vez de para la izquierda lo escriben para la derecha. Con niños con ocho y nueve años que necesitan el dedo para leer, porque, de lo contrario, se pierden. Con niños que dicen que las letras se amontonan, se les juntan, que ven borroso de cerca. Luego, les pones a ver las letras de lejos y ven estupendamente. Ese niño tiene una agudeza visual del 100%. Ve bien, pero tiene síntomas que son visuales, de otras habilidades que no son la agudeza Todos los procedimientos van encaminados a dar feedback Hay procedimientos de muchos tipos, tanto con material físico como con material en pantallas, para llevar a cabo terapia visual, pero todos van encaminados a dar feedback. Álvaro García de la Cruz pone ejemplos clásicos. Uno de ellos es el Cordón de Brock, una cuerda con tres bolitas, donde si tú miras con los dos ojos a la primera, y los dos ojos están apuntando a la bolita, ves una bolita. Las bolitas que están detrás se ven dobles por un mecanismo que se llama diplopía fisiológica, que es que todo lo que está por detrás y por delante de lo que uno ve se ve doble. Si se suprime un ojo, si el cerebro sólo tiene encendido uno, donde uno apunta se ve uno, pero lo que está detrás también se ve uno. Eso quiere decir que el cerebro no está utilizando los dos ojos. “Si yo coordino los dos ojos, pero los coordino mal; en vez de ver una bolita donde estoy mirando, veré dos bolitas. Entonces la visión doble es otro feedback de que algo está fallando”, expone. Se tiene el feedback de la visión doble, el feedback de la diplopía fisiológica. Lo ideal es ver una bola donde uno está mirando y dos bolas todo lo que está por detrás. Hay otro set de ejercicios con visión en 3D, en lo que tú proyectas algo en tres dimensiones y, en el momento en el que dejas de coordinar los ojos, la visión en 3D desaparece. Se puede ir aumentando la disparidad de las imágenes para ver en 3D. Entonces, los ojos tienen que coordinarse más todavía hasta que dejan de ver en 3D. O se ve doble. Ésa es la señal que dice que ya no se coordinan. Se trabaja mucho con las sensaciones. Para volver a ver en 3D, para volver a coordinar los ojos, una vez que se tiene esa sensación, hay que buscar que el cerebro lo pueda repetir una y otra vez. visual, del sistema de enfoque, de coordinación de ambos ojos, de movimientos oculares y todas estas habilidades son habilidades básicas para el aprendizaje”, describe. Sin estas habilidades, no se podrá aprender leyendo y, por ende, no se tendrá un aprendizaje óptimo. A su óptica van muchos niños con problemas de aprendizaje relacionados con habilidades visuales. Por supuesto, también hay habilidades afectadas en adultos. Hay mucho uso de pantallas y nuestra fuente de estrés viene precisamente de lo que leemos en las pantallas. Hay un correo electrónico que no nos gusta. O una reunión que nos han puesto que no nos gusta. Cuando a nuestro sistema entra estrés, la pupila se dilata y es más difícil mantener un enfoque en cerca. Dicho estrés lleva a que el sistema de enfoque se bloquee en muchos adultos. Y surgen síntomas de fatiga visual. Nuestro sistema visual no está diseñado para estar largos períodos de tiempo en cerca. Nuestras demandas han cambiado

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