IM OPTICAS nº 13

24 EL ÓPTICO OPTOMETRISTA ““EL CLIENTE, CON EL ACCESO A INTERNET, YA VIENE SABIENDO UN POCO LO QUE NECESITA, AUNQUE SEGURAMENTE DE FORMA ERRÓNEA EN MUCHOS CONCEPTOS” Àngela Gimeno Óptica Ferrándiz (Valencia) En Valencia, Óptica Ferrándiz lleva desde principios de los años 30 cuidando la salud visual de los valencianos. Desde 2002 su propietaria es la óptico optometrista Àngela Gimeno Zaragozá, que cuenta cómo ha sido su experiencia y cómo ha cambiado el sector desde que se puso al frente del establecimiento. Así pues, afirma que ha notado que “tanto las gafas de sol, en mayor medida, seguido de las monturas y lentes de contacto, tienen una cuota de venta en internet más alta. El cliente, con el acceso a internet, ya viene sabiendo un poco lo que necesita, aunque seguramente de forma errónea en muchos conceptos”. En el caso concreto de la pandemia, cree que “afectó negativamente durante los meses que estuvimos con servicios mínimos, pero a lo largo del año poco a poco se fue recuperando”. A día de hoy, si tiene que elegir los productos y servicios ópticos más demandados en su negocio, la especialista se decanta por “las gafas graduadas y, en mayor medida, las lentes oftálmicas”. Preguntada por el valor añadido que pueden encontrar los clientes que acuden a Óptica Ferrándiz frente a la competencia, su propietaria lo tiene muy claro. “Servicio personalizado, que al cliente/paciente le vamos a ofrecer solo lo que necesite y sin extras añadidos innecesarios”, enumera. Además, en el equipo del establecimiento valenciano, cuentan también con un audioprotesista. Según comenta, decidieron incluirlo “porque nos dimos cuenta de que nuestro cliente de la óptica nos lo demandaba, y por eso decimos incorporar este servicio”. Actualmente, apunta, “yo me encuentro estudiando el último curso del ciclo de audiología”. En cuanto a cómo es el día a día para los profesionales que trabajan en Óptica Ferrándiz, la propietaria del establecimiento expone que “lo primero que hacemos es organizar la agenda con las citas y preparar las fichas de los clientes citados y el gabinete”. Después contestan los e-mails del día, “y, cuando recibimos la mensajería diaria, hacemos los montajes de los encargos en el taller y llamamos a los clientes para que pasen a recoger sus encargos”, apunta. Eso sí, aclara que “también atendemos sin cita y a los clientes que solo necesitan un líquido, o cualquier complemento tanto de óptica como de audio, gafa de sol, etc., reparaciones de gafas”. “Si hemos recibido producto nuevo también los damos de alta en el programa informático. Y antes de irnos, tenemos que confirmar las citas del día siguiente y enviar los pedidos del día al proveedor”, continúa. Por último, la óptica optometrista reflexiona sobre los principales retos que afronta el sector. Bajo su punto de vista, “la especialización y formación continua de los ópticos, para poder ofrecer una atención visual primaria y así poder ofrecer un valor social a la sociedad”. Asimismo, cita “la especialización en el control de miopía”, y concluye poniendo sobre la mesa el desafío de la “preparación y capacitación de los titulados para la inserción en la Sanidad pública”.

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