IM OPTICAS nº 13

46 tuviese que usar gafas o lentes de contacto durante el día para ver bien”. Sin embargo, en los último 20 años ha evolucionado la especialidad: “Hay multitud de artículos publicados en revistas científicas en los que se concluye que el uso de lentes de Ortoqueratología por parte de niños y adolescentes, no solo compensa su miopía, sino que ayuda a que esta progrese menos que usando gafas o lentes de contacto normales”. “Hoy en día, la Ortoqueratología se considera el tratamiento óptico para el control de miopía con una evidencia científica más longeva y sólida”, explica el doctor. El futuro: un mayor conocimiento de la técnica De cara al futuro de esta especialidad, Joan Pérez señala que el primero de los retos pasa por que “todos los optometristas españoles tengamos conocimientos sobre esta técnica”. “Los nuevos graduados ya los tienen, pues poco a poco el contenido se va implementando en los planes docentes de las diferentes universidades”, explica, y matiza que no se trata de que todos los optometristas seamos especialistas en Contactología/Ortoqueratología, pero sí que, al menos, “se tengan los conocimientos mínimos para poder informar o derivar a un paciente en caso necesario”. En ese sentido tiene una gran importancia la formación de los especialistas. Pérez, además de su labor en la clínica, trabaja como profesor asociado en la Facultad de Óptica y Optometría de Terrassa (FOOT) y ofrece formación privada a profesionales. “Puedo decir, en ese sentido, que el control de la miopía en general, y la Ortoqueratología en particular, son ámbitos que cada vez se consideran más en los planes docentes de los estudiantes del Grado de Óptica y Optometría, y no solo como parte de un temario concreto, sino de una forma transversal en diferentes asignaturas a lo largo de los estudios universitarios”. A nivel de investigación, muchos alumnos se decantan por Trabajos Fin de Grado o Fin de Máster en esta área, al igual que Tesis Doctorales (en estos momentos hay tres tesis doctorales en curso en la FOOT relacionadas con este tema). Además, a nivel mundial,“se sigue publicando más y más sobre control de miopía, y hay asociaciones y congresos a nivel internacional donde única y exclusivamente se trata de control de miopía, y donde la Ortoqueratología sigue teniendo una especial relevancia debido a que ha demostrado su eficacia y seguridad a lo largo de ya más de 20 años.” El segundo reto que el optometrista señala es el de “seguir estrechando lazos con el entorno oftalmológico”. “Hace unos años, la mayoría de oftalmólogos eran reticentes a esta técnica. Hoy en día, en muchas clínicas oftalmológicas se ofrece este tratamiento dentro de las Unidades de Contactología Especializada y el tratamiento es recomendado por los oftalmopediatras en niños y adolescentes para frenar su miopía”, describe el especialista. Por último, el tercer reto es “hacer llegar de una forma generalizada la existencia de la Ortoqueratología a toda la población”. “Como usuarios, todos sabemos que podemos usar gafas, lentes de contacto o incluso someternos a una cirugía refractiva para compensar o tratar la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o la presbicia, pero muy poca gente conoce de la existencia de la Ortoqueratología”, detalla. Por otro lado, si comparamos la especialidad de Ortoqueratología en España con el resto de países, se podría decir que es un país puntero en la práctica clínica de esta especialidad: “Me siento muy orgulloso de decir que son otros países los que nos miran a nosotros en el ámbito de la Ortoqueratología. Es muy habitual que ponentes españoles realicemos ponencias, talleres y cursos en congresos y eventos internacionales. En España contamos con una amplia oferta de laboratorios con distintos diseños de lentes de orto-k, y se ha apostado fuertemente por la formación de los compañeros, lo que ha facilitado la especialización en la técnica”. Una especialidad segura Algunos estudios publicados recogen que la Ortoqueratología se ha mostrado segura en niños usando estas lentes durante 12 años. “La Ortoqueratología -explica Pérez- tiene un nivel de seguridad similar a cualquier otro tipo de lente de contacto. El riesgo cero en contactología nunca existe, pues el paciente tiene que ponerse un trocito de plástico dentro del ojo. Y este proceso debe hacerse en las máximas condiciones higiénicas, asegurándose que la lente está siempre en perfectas condiciones para ser usada, así como el vehículo que las lleva al ojo, es decir, las manos del paciente”. “No olvidemos también el correcto mantenimiento y reemplazo periódico de los portalentes, fuente común de contaminación”, añade. Por último, el hecho de requerir el uso de una instrumentación especializada, lentes de alto costo de fabricación y el tiempo que el profesional debe invertir en términos de visitas a lo largo de toda la adaptación, justifica su coste. “El tratamiento ortoqueratológico no es económico, y pensando en una posible subvención por parte de la Seguridad Social, considero que hay otras situaciones dentro de la contactología que sí que debieran gozar de ayudas por parte de las instituciones. Me refiero a aquellas en la que una lente de contacto es la única opción para que un paciente recupere su visión, y pueda realizar sus actividades habituales con normalidad, como ocurre por ejemplo en pacientes con queratocono, distrofias corneales, ojo seco extremo, etc., donde hay que recurrir a lentes de contacto con diseños especiales”. ““ME SIENTO MUY ORGULLOSO DE DECIR QUE SON OTROS PAÍSES LOS QUE NOS MIRAN A NOSOTROS EN EL ÁMBITO DE LA ORTOQUERATOLOGÍA”

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