IM OPTICAS nº 15

13 Jihane Boukhzar Azzouz Óptica Boukhzar (Melilla) Jihane Boukhzar Azzouz es óptica optometrista, directora técnica y propietaria de Óptica Boukhzar, abierta hace ahora justo un año en Melilla. Un establecimiento que toma el nombre de su apellido, de origen bereber, que significa ‘ver o mirar’. Así que Jihane Boukhzar ya estaba predestinada a dedicarse a este mundo. Como ella misma explica, “llevo más de 15 años de experiencia, trabajando en clínicas y ópticas en la península, antes de volver a mi ciudad, Melilla”. Se hizo óptica optometrista “porque quería una rama de Sanidad donde pudiera ayudar a la gente y sentir que mi trabajo fuera gratificante y marcar alguna diferencia”. Lo que más valora de su profesión “es la gratitud que siento cuando el paciente viene a por sus gafas y ve perfectamente, sintiéndose feliz con el resultado y mejorando su calidad de vida”, comenta. Aunque, en ocasiones le hayan ocurrido anécdotas como las de una señora de 63 años con un poco de hipermetropía y algo más de astigmatismo, que llevaba años con unas gafas que no estaban bien corregidas. Cuando recogió sus nuevas gafas, se miró al espejo y tuvo una reacción de susto. “Yo también me asusté pensando que era algo malo. Y de repente dice: uy, cuántas arrugas tengo, creo que veo demasiado bien y no me gusta lo que estoy viendo”, explica jocosa. Para Jihane Boukhzar, “en los últimos años, la profesión óptica ha cambiado a mejor. Principalmente por reconocernos como profesionales de la visión y de la graduación. Antes se acudía a la óptica con una receta del oftalmólogo como profesional y no se fiaban de nuestras graduaciones, mientras que ahora trabajamos en conjunto con los oftalmólogos”, comenta. Unos cambios que también se notan con las novedades y adelantos en la optometría. “Empezando por toda la aparatología que existe para facilitarnos el trabajo a la hora de una graduación o para detectar alguna irregularidad ocular, hasta la amplia gama de lentes y lentes de contacto que existen para dar solución al paciente, dependiendo de cada caso. Por ejemplo, hay dos lentes con las que suelo trabajar mucho. Una para adolescentes con problemas de acomodación o miopías altas, que son monofocales con refuerzo acomodativo en la parte de abajo, y las lentes progresivas personalizadas, para aquellos que no se adaptan fácilmente a un progresivo”, explica. Respecto al futuro, esta óptica optometrista de Melilla considera que el mundo de la óptica “se dirige hacia avances tecnológicos que permitirán una mayor precisión y personalización en la corrección de la visión para cubrir las necesidades de cada paciente”. Y añade: “Gracias al avance y a la variedad de la aparatología y a la realidad virtual, podemos diagnosticar y tratar enfermedades oculares y problemas visuales de manera más precisa y efectiva”. Aunque también considera que hay algunos aspectos que deberían cambiar en la profesión. En este sentido, piensa que “cómo ópticos optometristas, creo que debemos tener mayor enfoque en la salud visual, y no solo en corregir el defecto visual, sino también en prevenir enfermedades oculares y promover la salud visual en general. Mi experiencia laboral siempre se ha centrado más en las ventas, que en la atención al paciente. Pero, desde que empecé mi propio proyecto, estoy intentando centrarme más en la salud visual y la comodidad del paciente, y puedo asegurar que es más efectivo, porque un paciente, cuando está satisfecho con el trato y el resultado, trae a toda la familia y eso hace que aumenten más las ventas”, explica. “En general, creo que la profesión de óptica tiene mucho potencial para mejorar y ofrecer un mejor servicio a los pacientes, para hacer que la experiencia sea más positiva y satisfactoria”, acaba. “ “ANTES SE ACUDÍA A LA ÓPTICA CON UNA RECETA DEL OFTALMÓLOGO COMO PROFESIONAL Y NO SE FIABAN DE NUESTRAS GRADUACIONES, MIENTRAS QUE AHORA TRABAJAMOS EN CONJUNTO CON LOS OFTALMÓLOGOS”

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