IM OPTICAS nº 15

43 viles, las tablets, y los ordenadores emiten cantidades considerables de este tipo de luz azul, tomar medidas para protegerse de ella se hace muy necesario. De hecho, recuerdan desde Federópticos, “algunos estudios indican que esta luz puede llegar hasta la retina, la capa más interna del globo ocular y dañar las células de la retina”. Sin embargo, no hay un consenso entre los profesionales sobre este punto. Lo que sí está demostrado es que es necesario adquirir una serie de hábitos en torno al uso de estos dispositivos para que la vista pueda descansar y frenar el desarrollo de fatiga visual. Los estudios más recientes revelan que los usuarios españoles emplean el 35% de su tiempo diario (unas 5 horas y 45 minutos) en consultar ordenadores y teléfonos móviles. Otros, como una investigación elaborada por el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña en el año 2019, sube todavía más ese dato e indica que en nuestro país los menores de 30 años pasan 10,5 horas diarias visualizando pantallas y las personas entre 31 y 45 años, 9,3 horas. Da igual la cifra concreta, la conclusión sigue siendo la misma: el uso de las pantallas se va incrementando cada vez más. El abuso pasa factura a la vista, causando el llamado síndrome visual informático que suele manifestarse con molestias o dolor de ojos, sequedad ocular y dolor de cabeza. En este contexto, las lentes con filtro de luz azul “contribuyen a evitar la fatiga ocular, ya que reducen la cantidad de luz azul que llega al ojo. Así, favorecen una mayor percepción del contraste logrando una visión más cómoda y un menor estrés visual”, aseguran los expertos de Federópticos. Lógicamente, además de las lentes con filtro de luz azul, la mejor manera de proteger los ojos ante el exceso de este tipo de luz pasa por reducir el tiempo de exposición a las pantallas. Esto es especialmente importante en los niños pequeños. Lamentablemente, en muchas ocasiones es complicado usar menos tiempo estos dispositivos. En estos casos, los ópticos aconsejan reducir el brillo de las pantallas, pues puede mejorar el descanso de los ojos. También es bueno disponer de luz natural mientras se utilizan. Del mismo modo, dejar descansar los ojos cada cierto tiempo, parpadear frecuentemente y evitar los ambientes secos, sin duda es conveniente para evitar la fatiga ocular. Seguir investigando Es cierto que estas lentes se han puesto de moda en los últimos años, y que son muchos profesionales los que defienden sus bondades. No obstantes, otras instituciones, como la propia Sociedad Española de Oftalmología (SEO), han denunciado que estos filtros carecen de una eficacia real comprobada. “Tras el análisis concienzudo de la literatura científica existente el tema, la evidencia científica actual no demuestra que la luz azul dañe el ojo y el beneficio de los filtros azules en la prevención de daños oculares por dicha radiación luminosa. No hay ningún estudio realizado en humanos, necesarios antes de poder emitir una recomendación definitiva acerca del daño de la luz azul emitida por las pantallas de visualización. Estos estudios deben ABUSAR DE SU EXPOSICIÓN PUEDE PROVOCAR ESTRÉS Y FATIGA VISUAL, FAVORECER LA DEGENERACIÓN MACULAR, ASÍ COMO ALTERAR LOS RITMOS DE SUEÑO realizarse en humanos y bajo unas condiciones de uso reales y no in vitro o en animales de experimentación sometiéndolos a luces azules de gran intensidad”, manifestó la SEO en 2017. En relación a las molestias que algunas personas experimentan después de mirar demasiado tiempo las pantallas, Rahul Khurana, portavoz de la Academia Americana de Oftalmología, señala en un artículo que se deben probablemente al cansancio ocular digital. “Casi todos parpadeamos menos cuando estamos viendo las pantallas, produciendo cansancio y sequedad de los ojos”. “El uso excesivo puede producir ojos secos, blefaritis, cansancio ocular, etc. Para evitar estas consecuencias los oftalmólogos recomiendan la regla 20-20-20 (en anglosajón) (20 pies (6 metros), 20 segundos, 20 minutos). Es decir, mirar a lo lejos durante 20 segundos cada 20 minutos de trabajo con el ordenador”, apunta la Sociedad Española de Oftalmología respecto a las declaraciones de Khurana. Asimismo, a estas críticas se suma ahora una revisión científica realizada por la Universidad de Melbourne (Australia). “En los últimos años, se ha debatido mucho si las gafas con filtro de luz azul tienen alguna utilidad en la práctica oftalmológica. La investigación ha demostrado que estas lentes se prescriben con frecuencia a los pacientes en muchas partes del mundo, y existe una serie de afirmaciones comerciales sobre sus posibles beneficios, como que pueden reducir la fatiga ocular asociada al uso de dispositivos digitales, mejorar la calidad del sueño y proteger la retina de los daños inducidos por la luz”, indica una de las autoras, Laura Downie. “Descubrimos que puede que no haya ventajas a corto plazo con el uso de lentes con filtro de luz azul para reducir la fatiga visual asociada con el uso del ordenador, en comparación con los lentes sin filtro de luz azul. Además, actualmente tampoco está claro si estas lentes afectan la calidad de la visión o los resultados relacionados con el sueño, y no se pueden sacar conclusiones sobre los efectos potenciales sobre la salud de la retina a largo plazo”, afirman los científicos. Con todo, los investigadores aclaran que “todavía se requieren estudios de investigación clínica grandes y de alta calidad con un seguimiento más prolongado en poblaciones más diversas para determinar con mayor claridad los efectos potenciales de las lentes para gafas con filtro de luz azul sobre el rendimiento visual, el sueño y la salud ocular”.

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