94 puedan ser tratadas y prevenir las complicaciones”, explicaron. En esta sesión plenaria se debatió sobre el concepto de edad biológica e inflammaging, el papel del ciclo circadiano en nuestras vidas, y la importancia del edadismo. El inflammaging es un proceso de inflamación crónica que se produce con el envejecimiento y está asociado con una serie de trastornos de salud, incluida la DMAE, la catarata y la retinopatía diabética. “Los ópticos optometristas podemos ayudar a prevenir y controlar este proceso mediante la evaluación de los factores de riesgo de inflamación y la recomendación de cambios en el estilo de vida, como, por ejemplo, una dieta saludable, ejercicio físico regular y control del estrés”, destacaron las ponentes. Por otro lado, durante la sesión informaron sobre la definición de ciclo circadiano, que es un reloj biológico interno que regula los ciclos de sueño-vigilia. “La exposición a la luz ambiental durante el día ayuda a mantener el ritmo circadiano saludable y haciendo que nuestro organismo se reinicie cada noche. En el envejecimiento se produce una alteración de este ciclo vital, provocando problemas de sueño, fatiga, cambios de humor e incluso un mayor riesgo de enfermedades crónicas. La optometría desempeña un papel fundamental en la promoción de la salud visual y el envejecimiento saludable. Los ópticos optometristas pueden ayudar a las personas mayores a mantener una buena visión y una buena salud general. Para brindar una atención óptima a los pacientes ancianos, los ópticos-optometristas estamos capacitados para abordar las percepciones erróneas sobre la visión en las personas mayores, el inflammaging, el ciclo circadiano y el envejecimiento saludable”, concluyeron. Miopía En OPTOM, una de las sesiones plenarias del segundo día, coordinada por los ópticos optometristas Diego García Ayuso, PhD, y por César Villa Collar, PhD, y moderada por Diego García Ayuso, estuvo enfocada en la miopía. Participaron expertos como Elena García Rubio, MSc, óptico optometrista; Fuensanta Vera García, PhD, óptico optometrista, y Cristina Álvarez Peregrina, PhD, óptico optometrista. La sesión plenaria se alineó estratégicamente con el estándar de atención del Consejo Mundial de Optometría y las ponencias exploraron los tres pilares identificados por el consejo: - Mitigación. Se destacó la intervención temprana como clave para prevenir o retrasar la miopía. La labor del optometrista en la educación a padres e hijos durante los exámenes regulares sobre estilos de vida y otros factores. “La edad de aparición de la miopía es uno de los determinantes de la progresión que esta pueda tener, por lo que el tiempo que logremos retrasar el inicio de la miopía va a beneficiar a la salud visual de nuestros pacientes, porque cada dioptría importa”. - Manejo. La gestión eficaz es esencial para minimizar los riesgos de sufrir patologías oculares relacionadas con la miopía. Se trató durante la sesión de cómo proporcionar a los pacientes intervenciones basadas en la evidencia científica que ralenticen la progresión de la miopía, buscando mejorar la calidad de vida y la salud ocular. “La miopía es un desafío global cuya prevalencia ha experimentado un aumento muy significativo. Siguiendo las recomendaciones del Consejo Mundial de Optometría, se propone ir más allá de la
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