IM OPTICAS nº 16

14 EL ÓPTICO OPTOMETRISTA Milagros Pérez Romera, de Óptica Sarriguren, en la población del mismo nombre en Navarra, no tenía claro lo de ser óptica optometrista: “La verdad, con 18 años, cuando has de decidir qué estudiar, no tienes las cosas muy claras. Pero, en mi caso, la baja tasa de paro y el que fuera algo que estudiaba muy poca gente, fue decisivo”. En su día a día en la óptica, Milagros Pérez desempeña las labores habituales de la profesión. “Desde todo lo que se realiza en gabinete, graduación de la vista, lentes de contacto, pasando por la venta, hasta el trabajo de taller”, explica. Sobre las demandas de sus clientes, esta profesional de Óptica Sarriguen considera que“van cambiando con el tiempo además de depender de la zona”. En este sentido, afirma que “aquí, en Óptica Sarriguren, por estar en un barrio joven, con muchos niños y adolescentes, y por los tiempos que corren, con el excesivo uso de dispositivos digitales, lo que más preocupa a los padres es poder frenar esas miopías de los pequeños que crecen a pasos agigantados”. Milagros Pérez Romera Óptica Sarriguren (Navarra) Lo que más valora de su profesión Milagros Pérez es, “sin duda, poder resolver los problemas o las necesidades que los pacientes/clientes traen cuando entran por la puerta”. Respecto a los cambios acaecidos en la profesión en los últimos años, esta óptica optometrista navarra lo tiene claro. “Como prácticamente todo, la digitalización ha sido el mayor cambio. Tanto a la hora de graduar como en el tema de la gestión”, afirma, y recuerda: “Cuando yo empecé, en el año 1997, la cantidad de papel era tremenda, ahora apenas hay nada”. Así, añade, “la optometría también se va adaptando a cómo cambia nuestro entorno”. En relación a esos cambios, y dado también el aumento del uso de dispositivos electrónicos, las novedades y adelantos de la optometría de los últimos tiempos que destacaría nuestra entrevistada son aquellos centrados en “el control de la miopía”. Y es que, en su opinión,“antes no era una necesidad, ahora sí”. A la pregunta hacia dónde se dirige el mundo de la óptica en el futuro, Milagros Pérez tiene sus dudas: “Pues nunca se sabe. Depende por dónde vaya el entorno. Los hábitos cambian y la optometría se adaptará a esos cambios”. Lo que sí que cree necesario es cambiar los horarios de la profesión. ¿El motivo? “Al final, la gran mayoría tenemos horario comercial”, y eso son muchas horas. Aunque, cree, “eso es muy difícil que cambie”. “LO QUE MÁS PREOCUPA A LOS PADRES ES PODER FRENAR ESAS MIOPÍAS DE LOS PEQUEÑOS QUE CRECEN A PASOS AGIGANTADOS”

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