IM OPTICAS nº 16

37 Con el aumento de la esperanza de vida de las últimas décadas, la prevalencia de patologías visuales que derivan en baja visión se han ido incrementando. La baja visión es la condición visual que padece una persona con una reducción importante de su visión, que no mejora utilizando la adecuada corrección con gafas convencionales, lentes de contacto e, incluso, acertados tratamientos médicos o quirúrgicos, incapacitando al paciente para la realización normal de las tareas de la vida cotidiana y mermando en gran medida su estado anímico y autonomía. Sin embargo, la baja visión no es un defecto visual en sí mismo, por lo que no puede compensarse con ayudas ópticas tradicionales. Se trata de aprovechar el resto visual que quede, con técnicas y prescripciones ópticas especiales. Es decir, todavía no existen tratamientos definitivos para estas patologías y los existentes solo son efectivos para frenar la evolución en algunos casos, pero no para su curación. Del mismo modo, es importante señalar que la causa más común de baja visión es la edad, pero no debe descartarse que esta limitación visual pueda afectar en otros momentos de la vida, ya que puede estar causada por problemas visuales con orígenes o causas muy diversas, como debido a una lesión neurológica, malformaciones congénitas, o después de sufrir un accidente o enfermedad infecciosa. Las causas más frecuentes de baja visión Sin embargo, en un 31 % de los casos está asociada a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Se trata de una enfermedad degenerativa y progresiva que afecta a la mácula, el área central de la retina. Esta es responsable de la visión que se necesita para las actividades cotidianas como conducir, leer, navegar por Internet, reconocer rostros, etc. Con esta patología, el campo visual central se altera, por lo que pueden aparecer líneas onduladas, puntos ciegos o escotomas, distorsión y otros problemas visuales. Si no se le pone tratamiento puede conducir a una pérdida irreversible de visión y a la ceguera. EN ESPAÑA SE ESTIMA QUE HAY 1,8 MILLONES DE PERSONAS QUE PADECEN UNA REDUCCIÓN IMPORTANTE DE SU CAPACIDAD VISUAL. EL ENVEJECIMIENTO ES LA PRINCIPAL CAUSA DE LA BAJA VISIÓN, PERO NO LA ÚNICA. Ayudas especiales y técnicas de rehabilitación para mejorar la calidad de vida de las personas con baja visión

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