41 Pero el proceso no termina ahí. Al recibirlas, el propietario de las gafas inicia el proceso de adaptación a las gafas nuevas. “Una vez que renueves tus gafas, debes tener en cuenta que tendrá que pasar un tiempo prudente hasta que te acostumbres a ellas”, avisan desde el CNOO. Así las cosas, “es probable que no veas bien inmediatamente o que te resulten raras o que te parezca que te mareas. No te asustes porque es totalmente normal, tu cerebro necesita adaptarse a las nuevas características de tus cristales. Incluso una nueva montura exige un período de adaptación”, destacan. En cuestión de pocos días el usuario debería haberse adaptado perfectamente. Si no fuera así, es fundamental acudir al óptico optometrista para que brinde la solución indicada. Cabe señalar, asimismo, que en el caso de las gafas progresivas, la adaptación puede llevar desde un par de días hasta un par de semanas. Innovaciones tecnológicas en gafas Como hemos mencionado, la industria óptica ha experimentado una revolución en los últimos años gracias a los avances tecnológicos. Las gafas en particular han visto mejoras significativas que no solo mejoran la calidad de la visión, sino que también ofrecen mayor comodidad y protección para los usuarios. Las lentes fotocromáticas, también conocidas como lentes de transición, son una de las innovaciones más destacadas, pues se oscurecen automáticamente al exponerse a la luz ultravioleta y se aclaran en ambientes interiores. Esta tecnología permite a los usuarios tener una visión óptima en diferentes condiciones de iluminación sin necesidad de cambiar de gafas. Las nuevas generaciones de lentes fotocromáticas ofrecen tiempos de adaptación más rápidos y una mayor durabilidad, asegurando una transición suave y eficaz entre diferentes niveles de luz. Por otro lado, las lentes antirreflejantes están diseñadas para reducir los reflejos y el deslumbramiento, lo que mejora la claridad visual y reduce la fatiga ocular. Esta tecnología es especialmente útil para quienes pasan mucho tiempo frente a pantallas digitales o conduciendo de noche. Los últimos avances en recubrimientos antirreflejantes, igualmente, ofrecen propiedades adicionales como resistencia a los arañazos, repelencia al agua y al polvo, lo que facilita su limpieza y mantenimiento. Merecen también mención las gafas progresivas digitales, pues representan un salto significativo en la corrección de la presbicia, un problema común de la visión relacionado con la edad. A diferencia de las lentes progresivas tradicionales, que pueden tener limitaciones en la claridad y el campo visual, este tipo de lentes se fabrican utilizando tecnología de diseño asistido por ordenador (CAD) y maquinaria de tallado digital. Esto permite una personalización precisa para cada usuario, mejorando la adaptación y proporcionando una transición suave entre diferentes distancias focales. Además, con el aumento del tiempo que pasamos frente a pantallas digitales, la exposición a la luz azul se ha convertido en una preocupación para la salud ocular. Las gafas con filtros de luz azul están diseñadas para bloquear esta luz potencialmente dañina, reduciendo la fatiga visual y el riesgo de desarrollar problemas a largo plazo como la degeneración macular. Los filtros de luz azul no solo mejoran el confort visual, sino que también pueden mejorar la calidad del sueño al minimizar la interrupción del ciclo circadiano causada por la luz azul. Y para aquellos con prescripciones fuertes, las gafas de alto índice ofrecen una solución estilizada y funcional, dado que están hechas de materiales más delgados y ligeros que las lentes tradicionales, lo que resulta en gafas menos voluminosas y más cómodas de llevar. A pesar de su delgadez, las lentes de alto índice proporcionan una corrección visual excelente y son especialmente beneficiosas para personas con miopía, hipermetropía o astigmatismo pronunciados.
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