IM OPTICAS nº 18

17 Pilar Díez Romero lleva en el sector de la óptica desde que acabó la carrera, hace cuatro años. Actualmente compagina su trabajo en Navarrete Visión, en Ciudad Real, con una formación superior semipresencial en el centro de Optometría Internacional en Madrid, ya que “es muy importante mantenernos al día y poder reforzar nuestros conocimientos, para poder dar una mejor atención a nuestros pacientes”. Usuaria de gafas desde pequeña, investigó sobre qué había que hacer para poder dedicarse a ello, porque hace unos años era una carrera bastante desconocida, pero, “por suerte, cada ves se conoce más, se nos tiene más en cuenta y se nos empieza a valorar como profesionales de Atención Primaria que somos”. En Navarrete Visión “cada día es diferente. Somos cinco ópticos optometristas. Todos estamos formados para poder realizar cualquier tipo de revisión, pero luego cada uno se desarrolla o está más cómodo en un área de optometría diferente. Yo estoy especializada en terapia visual”, afirma. De hecho, “en los últimos meses, hemos creado una sala específica para realizar terapia visual y hemos incorporado nuevos materiales y herramientas digitales para poder ofrecer un mejor servicio y una atención más personalizada”. Pilar Díez tiene claro que lo que valora más de su profesión es “el trato con el paciente. Es muy satisfactorio cuando podemos ayudar a nuestros pacientes, ya sea con una solución o derivando al especialista para evitar que el problema avance. En la mayoría de casos, la relación que se crea con los pacientes y cómo podemos ayudarles desde nuestro campo es muy satisfactorio”. Por su corta trayectoria, esta óptica optometrista de Ciudad Real no puede comparar cómo era la óptica hace 20 años, pero asegura que “está claro que estamos en la era digital y, como en todos los sectores, hemos avanzado en este sentido, utilizando la tecnología de manera que nos ayuda en nuestro día a día y con nuestros pacientes, aunque nosotros priorizamos mucho el trato personalizado y cercano y no queremos perder esa esencia. En nuestros centros realizamos un examen visual completo y realizamos un informe detallado que, gracias a la tecnología, pueden recibir en su correo electrónico en muy pocos días, con las fotografías de retinografía y topografía”. Sin embargo, sí tiene claro hacia dónde se dirige el sector: “Hacia la concienciación de la población sobre la prevención y la importancia de la salud ocular. Cada vez estamos más presentes en colegios, hospitales, etc. No solo hay que acudir a la óptica cuando notamos algún problema visual, sino que hay que hacer consciente a la población de que se realice una revisión cada dos años, en el caso de los adultos, o un año en la población infantil, para poder detectar de Pilar Díez Romero Navarrete Visión (Ciudad Real) manera precoz ciertos problemas. En el caso de los niños, podemos formar a los docentes para que nos puedan remitir a niños ante ciertos signos de alarma en clase. Algo que puede ser de vital importancia ante el fracaso escolar, ya que una gran parte de ese fracaso puede deberse a un problema visual, puesto que el 80 % de la información que recibe el cerebro llega por los ojos”, afirma. Y en ese mismo sentido, considera que lo que debería cambiar en la profesión es que se debería dirigir y dar importancia “al trabajo multidisciplinar con otros profesionales, para poder hacer un diagnóstico y un tratamiento de la manera más completa posible. Ya sea con oftalmólogos, fisioterapeutas y docentes, entre otros. En algunas ocasiones, los problemas que nos encontramos en los pacientes son complejos y no solo dependen de un área y requieren un abordaje multidisciplinar”, concluye. “LA PROFESIÓN DEBERÍA CAMBIAR HACIA UN TRABAJO MULTIDISCIPLINAR CON OTROS PROFESIONALES”

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=