IM OPTICAS nº 18

58 CUIDADO DE LA VISIÓN que siempre será mejor un juguete con el que no van a mantener su visión de cerca de manera prolongada. Un uso continuado y prologando de las pantallas y los distintos dispositivos que también afecta a los adultos. Por ello, desde la Fundación ALAIN AFFLELOU han promovido tres reglas para la prevención de la miopía (distancia, tiempo y luz), evitando la exposición a esas pantallas lo máximo posible. Por ello, se subraya la importancia de marcar pausas para descansar la vista. Por cada 20 minutos de uso de pantalla, es necesario mirar algo que esté a unos seis metros de distancia durante, al menos, 20 segundos. Esto nos ayudará a reducir la fatiga ocular, pues cuantas más horas se pasen trabajando a corta distancia, mayor será la probabilidad de desarrollar miopía. De ahí que el segundo punto señalado por la Fundación sea mantener la distancia adecuada; en este caso, la recomendación depende del dispositivo utilizado, pero por lo general será entre 30 y 40 centímetros. Por último, se recomienda utilizar los dispositivos digitales en un entorno bien iluminado, evitando los reflejos, además de ajustar correctamente el brillo de la pantalla para que sea similar a la luz ambiental. Sol y nieve El cuidado de los ojos es de vital importancia en todas las estaciones del año para garantizar una vista saludable, ya que los efectos del sol pueden ser perjudiciales durante cualquier época del año. Pero, en la mayoría de las ocasiones, las personas tienden a asociar la protección de los ojos con el verano, pero no hay que olvidar que la incidencia de los rayos del sol está presente en todas las épocas del año y puede dañar los ojos en cualquier momento. En este sentido, los oftalmólogos de Clínica Baviera recuerdan la importancia de proteger la vista cuando se esté al aire libre, ya que la exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV) puede tener efectos perjudiciales a largo plazo en la salud visual. De hecho, estos rayos UV pueden dañar nuestros ojos incluso en días nublados o en invierno, especialmente cuando la luz solar se refleja en superficies como la nieve. Una exposición prolongada a estos rayos puede contribuir al desarrollo de problemas como cataratas, degeneración macular y otros problemas visuales serios. De ahí la necesidad de adoptar medidas preventivas y hábitos adecuados durante todo el año para cuidar de nuestra vista, independientemente de la estación meteorológica en la que nos encontremos. Además, cabe recordar que, por ejemplo, en verano, los problemas oculares pueden aumentar hasta en un 25 %, por lo que el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) recuerde algunas pautas para cuidar de la salud visual en esos meses de mayor exposición al sol y al aire libre. Entre otras, una adecuada protección solar, extremar la higiene de las lentes de contacto y proteger los ojos en el mar o en la piscina para evitar infecciones. Asimismo, las altas temperaturas hacen que aumente el uso de aires acondicionados, climatizadores y ventiladores, que incrementan el riesgo de padecer el síndrome de ojo seco. Una precaución que también se debe mantener cuando nos ponemos al volante, si tenemos en cuenta los datos que señalan que uno de cada cuatro conductores presenta alguna deficiencia visual, pero casi la mitad no se revisa la visión al menos una vez al año, mientras que un 45% no utiliza gafas de protección solar homologadas. No hay que olvidar que, según datos de la Dirección General de Tráfico, entre el 1 y el 5 % de los accidentes en carretera cuyas causas son médicas podrían tener su origen en trastornos de la visión.

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