68 TERAPIA Y REHABILITACIÓN VISUAL al paciente sobre la desviación de los ojos, por lo que aprende a identificar cuándo se va a desviar y cómo corregirlo. No cura el estrabismo. Sobre las alteraciones visuales no relacionadas con estrabismo, “éstas son las que más rápidamente responden a los tratamientos de terapia visual”. Son todas las alteraciones del enfoque, de la convergencia y de los movimientos oculares. Se trabajan las alteraciones visuales debidas a lesiones cerebrales sobrevenidas: pacientes que han sufrido traumatismos craneales, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales o enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple. Su mejoría con terapia visual es muy variada pues depende del tipo de lesión. En todos los casos, la terapia busca restablecer la función alterada al mayor nivel posible. Por otro lado, están las dificultades de aprendizaje debidas a la visión. Se trata de niños en los que la capacidad y el esfuerzo no se corresponden con los resultados que obtienen en el colegio. No hay que olvidar que el sistema visual es el que más peso tiene en el aprendizaje y, cuando no funciona correctamente, las actividades escolares se vuelven complicadas. Las habilidades no son sólo de tipo motor sino también perceptual. No encontramos ante las alteraciones visuo-perceptuales. “Digamos que los ojos captan las imágenes y las hacen llegar hasta el córtex occipital del cerebro para que allí se interpreten y se les dé sentido”, dice García Rubio. A veces, hay pacientes con habilidades visuales motoras perfectas (buena agudeza visual, acomodación y convergencia óptimos, un correcto equilibrio binocular, movimientos oculares precisos), pero que no saben qué es lo que ven o que su cerebro En niños, cuando los movimientos oculares implicados en la lectura no son del todo precisos, afecta al ritmo, la velocidad y la comprensión lectora. Esta precisión de movimientos oculares sigue un proceso madurativo, que no es igual en todos y, cuando la lectura se inicia demasiado pronto, muchos niños tienen dificultades para seguir el ritmo de aprendizaje que se le exige. Se ve con mucha frecuencia a personas que, tras estar un rato haciendo alguna actividad de cerca (leer, usar el móvil o una tablet, incluso trabajar), cuando miran de lejos tardan unos segundos en ver la imagen totalmente nítida porque sobreesfuerzan el enfoque de cerca de forma demasiado prolongada. Lo mismo ocurre con la convergencia que, igual que el enfoque, es una habilidad visual que necesita cambios frecuentes de visión de cerca a lejos y viceversa para no sobrecargarse, y cuando no funciona correctamente puede hacer que la persona que la sufre llegue a ver doble de forma constante o en situaciones determinadas. “Lo bueno de todos estos casos es que se solucionan con facilidad con terapia visual, siempre que el paciente sea constante y realice los ejercicios que se le mandan en el tratamiento de terapia, que son totalmente personalizados para cada paciente en función de la alteración visual que presente, la edad que tenga y las circunstancias personales y familiares en el caso de niños o de personas dependientes”, aclara García Rubio. Está demostrado que entre el 75-80 % de la información que recibe nuestro cerebro tiene un componente visual y que existen 35 áreas cerebrales relacionadas con la visión. Álvaro García de la Cruz, optometrista especializado en visión binocular y terapia visual y divulgador y formador a través de ´Ver para Crecer´, en entrevista con nuestra revista, consideró que hace falta más divulgación y que “lo difícil es que el paciente, o la familia, entienda que necesita terapia visual”. Recuerda que los optometristas especializados en terapia visual tienen un concepto integral de la visión y evalúan todas y cada una de las habilidades visuales. La agudeza visual solamente es una de ellas. Para decir que la visión es correcta, analizan tanto las habilidades de entrada visual como las habilidades de procesamiento de información visual. Así, “la visión en terapia visual no son sólo dos ojos que ven un 100 %, sino un proceso mucho más complejo que nos permite ubicarnos e interaccionar con el espacio y los objetos que se encuentran en él”. Es atención, cognición, percepción del espacio, equilibrio, etcétera. “La agudeza visual, que es el ver las letras claras, es una de ellas. Pero, existen más habilidades visuales como la capacidad de enfoque, los movimientos oculares y la coordinación de ambos ojos, que dan muchos problemas y que no tiene que ser necesariamente el ver borroso”, sostuvo. Diferentes áreas de trabajo Dentro del campo de la terapia visual, hay diferentes áreas de trabajo en función del tipo de alteración visual o de las habilidades que se quieran mejorar. Se compone de una serie de ejercicios personalizados, que se llevan a cabo tanto en la consulta del optometrista especializado como en casa, bajo supervisión profesional, diseñados para mejorar las habilidades visuales específicas de cada persona. Estos ejercicios ayudan a entrenar el sistema visual, fortaleciendo la relación entre los ojos y el cerebro, y promoviendo una visión más eficiente y cómoda. Respecto a las alteraciones visuales debidas a estrabismo, la mayoría de estos casos alcanzan una mejora del rendimiento visual. “Si bien hay determinados estrabismos que requieren cirugía”, avisa García Rubio. Incluso en estos casos, la terapia visual antes y después de la cirugía puede mejorar el rendimiento visual del paciente. Remarca que, salvo en estrabismos de baja magnitud, la terapia no hace que los ojos vuelvan a estar alineados, sino que da control SE TRATA DE LOGRAR QUE EL SISTEMA VISUAL TRABAJE DE FORMA ÓPTIMA DURANTE TODA LA JORNADA, MANTENIENDO UN EQUILIBRIO DE SUS HABILIDADES
RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=