71 La visión es uno de los sentidos más cruciales para la conducción, ya que a través de ella el conductor recibe alrededor del 80 % de la información necesaria para maniobrar de manera segura. Sin embargo, diversas enfermedades oculares, especialmente en la población de mayor edad, pueden alterar significativamente la capacidad de los conductores para percibir su entorno vial de manera adecuada, aumentando el riesgo de accidentes. Condiciones como el glaucoma y la astenopía son ejemplos de patologías que afectan tanto la agudeza visual como el campo de visión y la sensibilidad al contraste, elementos esenciales para conducir con seguridad. El efecto de las enfermedades oculares en la capacidad de conducir Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 2.000 millones de personas padecen alguna forma de discapacidad visual, siendo las enfermedades más comunes la catarata, la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), el glaucoma y la retinopatía diabética. En España, se estima que alrededor de 3,5 millones de personas tienen alguna forma de discapacidad visual, y la prevalencia de trastornos oculares aumenta con la edad, afectando principalmente a la población mayor. La DGT ha registrado alrededor de 1.100 muertes en carretera anuales en España. En 2024, alrededor del 5-10 % de los accidentes de tráfico en España están relacionados con problemas oculares, como cataratas, glaucoma y degeneración macular, según la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Sociedad Española de Oftalmología (SEO). Más de 3,5 millones de personas con enfermedades oculares en España elevan el riesgo de accidentes de tráfico LAS PATOLOGÍAS OCULARES, COMO EL GLAUCOMA Y LAS CATARATAS, PUEDEN AFECTAR GRAVEMENTE LA VISIÓN DE LOS CONDUCTORES, AUMENTANDO EL RIESGO DE ACCIDENTES. DETECTARLAS A TIEMPO ES CLAVE PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD EN LA CARRETERA.
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