IM OPTICAS nº 18

96 OFTALMOLOGÍA AL DÍA ma, desprendimiento de retina u otros problemas en la retina que producen ceguera, que son problemas en la mácula. “Si quiero tener menos papeletas es ahora cuando tengo que actuar, no cuando tenga 30 años. En la infancia es donde se controla la miopía”, asevera. Acentúa que “el niño requiere un manejo especial”. Primero, manejarte bien con el niño. Eso se te tiene que dar bien o te tiene que gustar. Asimismo, está la comunicación con los padres. Este oftalmólogo lo que hace diferente a cuando el paciente es adulto es que habla del futuro. “De cuántas dioptrías puede tener con 18 años. Si se va a poder operar con 18 años con las técnicas que tenemos ahora, que probablemente mejoren. Si va a tener algún tipo de discapacidad en el futuro. Si la lentilla, cuando empezamos a usarla ahora, va a tener problemas de intolerancia en el futuro. Todo es futuro, porque es lo que preocupa a los padres”, expresa. Son siempre las mismas cuestiones las que salen en consulta. Asociadas a la edad En los adultos, las enfermedades más prevalentes son las asociadas a la edad. Cita las cataratas, que tienen solución, y la degeneración macular asociada a la edad. “A veces le explico al paciente que, si tiene 70 años, su retina tiene 80. No podemos rejuvenecer esa retina, pero podemos intentar que no envejezca más rápido. Cuando ese envejecimiento es de un tipo especial que llamamos húmedo, existen inyecciones intraoculares”, apunta. En esa rama de la oftalmología es “donde más avances ha habido en los últimos años, en fármacos más potentes o para formas especiales de degeneración macular”. El glaucoma es“una enfermedad silenciosa que han de detectar los oftalmólogos. Nosotros”. Es un daño en el nervio óptico asociado a la tensión ocular. “Es pura prueba. La tecnología nos permite medir un daño más precoz. Es mejor estar a la última en glaucoma”, reflexiona. En cataratas también se necesita tecnología para afinar bien los resultados. La gente cada vez es más exigente y le parece natural que quiera quedar sin gafas, de lejos, de cerca, después de operarse de cataratas. Otra enfermedad es el ojo seco. Es muy prevalente porque, con las pantallas, parpadeamos menos y el ojo se seca más. En general, es de lo más frecuente en las consultas de oftalmología y“requiere una atención especializada”. Hurtado Ceña insiste en modificar el ambiente de trabajo, con un humidificador, bajando la pantalla, intentando que el aire acondicionado no vaya directo al ojo. Incluso, “la alimentación puede influir en algunos ojos secos”. de un año de duración y con más riesgo de infección. Con lo cual, requieren una gran higiene. Las blandas su usan todo el día y por la noche se quitan y se tiran. No necesitan higiene especial porque es la que menos riesgo de infección tiene de todas. Son como la noche y el día. Una es dura y otra es blanda. Una dura un año y la otra, un día. Una tiene riesgo de infección y requiere una higiene especial y la otra no. Considera que se pueden emplear en niños a partir de seis o siete años, que no hay que esperar a los 15. Respecto a las gotas, “hay que aplicarlas todas las noches en los dos ojos durante dos años, porque, si lo haces menos tiempo, puede que se incremente la miopía más de lo que hubiera aumentado si no se hubiera usado nunca la gota”. Esto es lo que se denomina efecto rebote. La gota no quita las dioptrías, con lo cual se precisa usar gafas o lentillas, pero químicamente frena el crecimiento del ojo. Cada dioptría suma un pequeño riesgo de poder tener en el futuro problemas asociados a la miopía. Hurtado Ceña se refiere a catarata, glauco-

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