20 EL ÓPTICO OPTOMETRISTA Antonio García Navarro tiene una amplia experiencia en el mundo de la óptica, dirigiendo y formando equipos, tanto en cadenas a nivel nacional como en ópticas particulares, hasta llegar a gestionar su propia óptica hoy en día, Óptica Menorca, situada en Maó (Menorca). Se hizo óptico tras mucha indecisión. Su preferencia era la odontología, pero por situación geográfica y por nota de acceso a la universidad, le fue imposible acceder a la carrera. Ingeniero técnico agrícola, ingeniero químico o diplomatura en óptico y optometría eran sus otras opciones. Finalmente, tras muchas dudas, se decidió por la óptica.“Era una carrera de la rama sanitaria, que era mi objetivo primordial”, explica. Aunque su día a día en la óptica “suele ser muy rutinario, para mí es un trabajo gratificante, si le das su dedicación necesaria”, asegura. Y es que, según su punto de vista, “es un trabajo que, dentro de lo rutinario que puede ser, tiene variantes, siempre que sepamos manejar la profesión al completo. Desde atender al cliente hasta revisiones visuales, adaptar lentes de contacto, realizar montajes de gafas en taller y, como no, realizar una venta del producto adecuado a las necesidades del cliente”. Un cliente que, por norma general, lo que más demanda “podríamos definirlo como la búsqueda de Antonio García Navarro Óptica Menorca (Islas Baleares) una solución a su problema visual. Dependiendo de su anomalía y de su edad, tendríamos una solución u otra”, afirma. Precisamente, poder ayudar a las personas a mejorar su calidad visual y poder dar solución a su problema visual, es lo que este óptico de Óptica Menorca valora más de su profesión. “Es reconfortante para mi poderles mejorar esa parte tan importante de la vida diaria como es ver bien”, asegura. Además, considera que “es una profesión en la que te ha de gustar tanto la parte técnica como la parte comercial, ya que para mí estas dos partes van unidas. Hay que saber identificar el problema visual en el gabinete, pero luego también hay que saber qué producto encaja mejor para la solución a su problema. Valoro mucho las dos partes, y creo que ambas son fundamentales”, afirma. Respecto a los cambios del sector en los últimos años, Antonio García considera que “la profesión en sí no ha tenido muchos cambios”. Eso sí, “existe más formación, más novedades en cuanto a producto, que dan mejores soluciones visuales, y también existen productos más innovadores que ayudan a prevenir o contener ciertas ametropías”, asevera. Mientras que, respecto al futuro, cree que “la óptica va a tener un incremento importante de demanda, observando los datos que hoy día se manejan y, sobre todo, por el sobreuso que hoy hacemos de la visión próxima. Se prevé un aumento considerable de la miopía a nivel mundial y eso requerirá una mayor demanda de correcciones visuales”. A la espera de eso, Antonio García piensa que,“de momento, estamos en un momento en el que el óptico ha cobrado importancia en la sociedad, se ha integrado en el Sistema Nacional de Salud y hemos conseguido que se nos vea como profesionales de la salud visual”. Aunque también considera que hay cosas a mejorar: “Yo cambiaría un aspecto muy importante de las ópticas, y es que una persona que forme parte de una óptica ha de tener una titulación relacionada con el mundo de la óptica, ya sea tanto a nivel universitario como a nivel técnico”, concluye. “ES UNA PROFESIÓN EN LA QUE TE HA DE GUSTAR TANTO LA PARTE TÉCNICA COMO LA COMERCIAL, YA QUE PARA MÍ VAN UNIDAS”
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